En Argentina, el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable, creado por la Ley Nacional Nº 25.673 reconoce que el Derecho a la Salud comprende la Salud Sexual y que esta incluye la posibilidad de desarrollar una vida sexual gratificante y sin coerción, así como prevenir embarazos no planificados. También “el acceso a la información, orientación, métodos y prestaciones de servicios referidos a la salud sexual y procreación responsable”, entre otros (art. 2). Asimismo, garantiza el acceso gratuito a métodos anticonceptivos en hospitales, Centros de Salud, obras sociales y prepagas.
No obstante, Prieto sostuvo que han tenido déficits en el envío de preservativos y han tenido que insistir una y otra vez para que se les entregue. «Hasta el hartazgo hemos hecho los pedidos y no nos han mandado», dijo. Además, sostuvo que las restricciones a las importaciones han producido que se dificulte el acceso al gel que recubre el preservativo en el envase.
Respecto del cuidado de la población, dijo: «la gente se empieza a cuidar más. Si comparamos las campañas de un principio con las de ahora, la gente viene de manera espontánea porque lo vio en algún medio de comunicación o en las redes o pasa por acá. Es más frecuente que la gente tenga menos vergüenza o menos tabúes».
Asimismo, destacó que a nivel médico, se piden más seguidos los testeos. Por ejemplo, cuando una persona ingresa a una internación en un hospital, es común que se le ofrezca hacerse un examen aunque la patología que padezca no tenga ninguna relación con el HIV. Lo mismo cuando alguien dona sangre o se hace un control de embarazo. «Es el momento en que se aprovecha la ocasión y se testea», dijo.
Prieto aprovechó la ocasión para aconsejar a todos que se hagan un control, ya que pueden estar infectados, pero no lo saben. «Como no da síntomas hasta que es muy tarde, con más razón tienen que hacerse el testeo», indicó.
Por otra parte, sostuvo que el 98 % de las infecciones se producen por la vía sexual. Ya no se producen por transfusión de sangre porque se analizan a los donantes y las demás vías, compartir elementos punzo cortantes o por compartir canutos que también hepatitis B o C o por la leche materna cuando una madre HIV positiva se lo transmite al hijo o la madre es sana pero cambia de pareja sexual, se contagia e infecta al bebé.
Para prevenir las enfermedades de transmisión sexual se ideó la ESI (Educación Sexual Integral) en las escuelas secundarias. No obstante, no siempre llega a los destinatarios. Muchas personas abandonan antes el sistema educativo formal de llegar a abordar la ESI. A su vez, hay una población mayor de 25 años que no tuvieron esas materias cuando cursaban la primaria y la secundaria. Por ende, es raro que vayan a una consulta médica para hacerse un chequeo. «Es más común que las mujeres vayan por cuestiones ginecológicas que un varón en edad púber», indicó.
Además, la doctora fue consultada sobre el envío de los antivirales para las personas bajo tratamiento, dijo que el mecanismo es similar al de los preservativos que envía la Nación a las provincias y de allí a las ciudades. Prieto dijo que este año, solo una vez, durante una semana, hubo una demora en la llegada de los medicamentos.
Por otra parte, Prieto dijo que no temía que haya retroceso en la entrega de medicamentos cuando asuma Javier Milei como presidente. «No creo, son cuestiones de salud y hay cuestiones muy preocupantes del gobierno actual que no lo han resuelto. Lo peor es estar en la miseria y la pobreza como están ahora», dijo.
No obstante, en diálogo con Télam, en octubre pasado, la coordinadora nacional de ICW (Comunidad de Mujeres Argentinas con VIH) Argentina, Mariana Iacono, cuestionó a Milei, «un diputado que no votó la ley de VIH porque piensa que es un gasto la cobertura de tratamiento para las personas con VIH».
