Poidomani dijo que es un problema pero no reviste gravedad el abastecimiento irregular de productos no esenciales, a diferencia de lo que sería si eso se produjese en el sector de alimentos. Por eso, les llamaron la atención a los gerentes para que tomen las precauciones necesarias a los fines de que consideren un aumento de los stocks para hacer frente a las situaciones pendulares que se producen con algunos proveedores y que en las góndolas no se vean resentidas.
¿Les indicaron la posibilidad de que aumente los precios en un porcentaje mucho mayor a los incrementos del 5 % mensual que se vienen dando por acuerdo con el gobierno de algunos productos, como gaseosas, tras las elecciones de este domingo? Poidomani, al escuchar ese rumor, respondió que la reunión fue con los supermercadistas y no son ellos quienes fijan el precio. Asimismo, sostuvo que no hay incremento de costos de los insumos que justifique una suba por fuera de las establecidas. Asimismo, dijo que lo mejor es “no engancharse” en los “dimes y diretes” porque “le que vende gaseosas, al final del día, necesita vender y no sé quien le va a comprar si aumentan tanto”. Tan cierto es eso como que las gaseosas de primera marca hace rato que escasean en algunos supermercados donde llegan a cuentagotas. Poidomani dijo que lo que puede pasar es que el centro de distribución de una firma en particular puede llegar a estar negociando la compra de seis equipos completos, por dar un ejemplo, pero no se ponen de acuerdo con el precio. El proveedor pide un precio y la empresa le ofrece menos. “Es parte de la negociación entre proveedores. Pero no es que Coca Cola no está entregando”, dijo.
En Concordia, al igual que en otras ciudades fronterizas, se atribuye normalmente la escasez de algunos productos al incremento de la demanda por la presencia de los ciudadanos uruguayos que vienen a comprar a diario. Pero Poidomani sostuvo que lo mismo sucede en Paraná donde no hay comercio fronterizo. En consecuencia, se refuerza la hipótesis de la especulación en torno al abastecimiento.
Para evitar esas situaciones, el responsable de Defensa del Consumidor manifestó que en otras oportunidades ya les explicaron a los gerentes que deben hacer las previsiones para responder a la demanda. “Si normalmente le venden a 100 consumidores, tienen que abastecerse para esa cantidad de consumidores. Si le toca un lugar donde tienen 10.000 consumidores, tienen que tener la capacidad para abastecer a 10.000 consumidores”, indicó. Lo mismo en las ciudades turísticas cuando se acercan los fines de semana largos: deben estar preparados para atender la llegada de los turistas que van a adquirir productos y servicios por encima de lo habitual en esa localidad.
Además, explicó que están sumando un software de control de abastecimiento que va a estar vinculado a una red nacional para ir viendo cual es el comportamiento del abastecimiento, diagramar políticas de consumo y ver qué es lo que consume la población. “Vamos a utilizar unas tablets con un software especifico para evaluar el comportamiento de los proveedores del programa (Precios Cuidados) donde hay compromisos de entrega, márgenes de ganancia. Cuando uno entre voluntariamente al programa y obtiene los beneficios que el programa prevé para las empresas, tiene que cumplir con lo que se compromete”, remarcó.
Asimismo, recalcó que en las góndolas no deben faltar los carteles con los precios, Muchas veces, desde los supermercados se alega que varían a menudo y se les hace difícil poder reemplazar los carteles. Por lo tanto, ya no colocan los precios o no los tiene actualizados. No obstante, hay supermercados donde tampoco se respetan las ordenanzas como las que exigen la presencia de un lector de barras. Hay firmas como el Día % donde la máquina permanentemente señala “precio no encontrado”. Por lo tanto, los clientes van a ciegas hasta la caja.
“Esas cosas las venimos viendo. Vamos a hacer los controles y si no hay precios o no coinciden con lo cobrado en la caja, leva una consecuencia sumarial que la conocen perfectamente. Y como dice el dicho: el que avisa no traiciona”, indicó.
Otro tema sobre el que charlaron fue la presencia de Wifi en las cajas de los supermercados a que hay muchos clientes que no cargan datos en sus celulares ya que tienen Internet en sus hogares. Pero eso es una traba a la hora de pagar ya que no pueden usar la billetera virtual. En cambio, si hay conexión inalámbrica en las estaciones de servicio. Por ello, pidieron a las empresas que establezcan el servicio en las cajas registradoras para mejorar el servicio a los consumidores. De esa forma, comienza a ser menos necesaria la demanda de billetes en los cajeros automáticos desalentando la demanda de los mismos. Y se evita la necesidad de contar con dinero en papel en las cajas que implica la necesidad para las empresas de vehículos para trasladarlo y personal que lo custodie.
