El comedor de la Gruta de Lourdes volvió a abrir pero hay que hacer ‘malabares’ debido al costo de los alimentos

El cura recordó que el municipio los asiste desde el miércoles para poder servir un plato de comida a más de 400 personas, en su mayoría vecinos del barrio, que asisten de lunes a viernes al mediodía. En tanto, el próximo lunes Desarrollo Social de la Nación realizará un desembolso. Petelín sostuvo que no le dieron explicaciones acerca de la razón por la que no enviaron las partidas.

El viernes pasado avisaron a todos los concurrentes que el lunes siguiente no iban a poder abrir. Recién el miércoles pudieron reabrir con donaciones particulares mientras que jueves, viernes y hasta el próximo lunes la municipalidad les otorgó la ayuda necesaria para asistir a 400 personas en la Gruta y a otras 100 en la Capilla “San Andrés”. Puntualmente, de 11:30 a 12, se sirve la comida en ambos lugares. En tanto, los sábados, de las 17 en adelante, ofrecen una cena a 1.000 personas. Y los domingos una merienda para 400 personas, sobre todo niños.

Quienes asisten durante la semana generalmente son vecinos del barrio. Pero los sábado vienen de otros lugares ya que los comedores no funcionan de noche. “Vienen de todos lados. Además de darles un plato de comida caliente, les entregamos una bolsita con alimentos para que puedan cocinar los días domingos ya que no hay comedores”, indicó.

Petelín sostuvo que el perfil de quienes concurren, en muchos casos, es de personas que sobreviven realizando changas. Pero hay quienes directamente no tienen trabajo desde hace mucho tiempo. “Hay personas que vienen todo el año al comedor. Son personas mayores o con ciertas dificultades”, dijo.

Pero también hay quienes llegan hasta allí porque forman parte de familias con problemas judiciales. “El papá se fue y queda la mamá con los chicos sin ningún recurso”, remarcó Petelín. En esos casos, cuando la persona que se fue del hogar es el padre y es el que percibe las asignaciones familiares o universales por hijo, la madre y sus hijos dependen del comedor exclusivamente. “Es realmente una situación muy complicada”, dijo.

Petelín agradeció a la municipalidad porque fue la primera en reaccionar positivamente. También expresó gratitud a la ministra de Desarrollo Social  Marisa Paira, que se comunicó para ofrecer su ayuda. También a los cocineros que prestan ayuda diariamente y a muchas personas quienes se acercaron a donar dinero o alimentos para que las personas puedan tener un plato de comida, al menos, una vez al día.

Por otra parte, recalcó que deben hacer “malabares” y que muchas veces no alcanza. Por ejemplo, deberían servir más carne pero es prohibitivo el precio. “No es lo mismo un guiso con lo que correspondería que un poquito de carne”, dijo. No obstante, recalcó que prefiere que las personas tengan comida aunque no tengan todo lo que se necesitaría. Por ejemplo, los sábados se suelen servir guisos de arroz, de fideos de harina de maíz (polenta) mientras que de lunes a viernes los menúes suelen ser variados aunque a veces se suele repetir el guiso.

“Si uno tiene que pensar en otra comida como un puré o milanesas es imposible”, dijo. “Una bolsa de papas cuesta una barbaridad y no alcanza para nada. Si uno tiene que comprar carne para bifes o milanesas, es impresionante. Hay que pensar arriba de $ 3.500 el kilo”, dijo.