Lo triste es que cuando se deja ver el verdadero rostro del Leviatán que tenemos por Presidente, recién la clase media de nuestro país se da cuenta de lo que es capaz el neoliberalismo preanunciado y que por odio y ceguera intelectual prefirieron un salto al vacío a cualquier otra alternativa menos dolorosa.
Ahora se dan cuenta de la colonización mental de los medios de dominación tecnológica, que les inyectaron un fascismo cognitivo que les impidió pensar -como un ciudadano cubierto de contaminación mental- y se dejaron arrastrar por su concepción de supremacía que les iba a dar supuesta inmunidad ante la ejecución de las medidas del Nerón argentino, que debe sentir que luego de haber publicado el Decreto nefasto, inconstitucional a toda vista, puede recluirse en Olivos y hablar con su perro muerto y decirle: «Fiel amigo, deber cumplido», he firmado el acta de defunción de la Democracia en la Argentina. E irse al portal de Olivos a tocar la Lira.
Lo que hay que hacer como sociedades es desempolvar a todos los movimientos sociales y dar una ruptura revolucionaria para terminar con la mentira de la dominación y de explotación en que hemos quedado atrapados.
Pero no solo hay que dar la lucha y confrontación contra los dispositivos económicos del poder nominal de Milei, sino también combatir al poder real que engloba esta gestión, que son los únicos que se benefician, junto al poder del establishment internacional que están esperando que un traidor a la Patria, como el «Nerón» de cabotaje que supimos conseguir, les dé la legitimidad que necesitan.
¡¡Hasta la victoria siempre, argentinos y argentinas!!