Lo terrible del caso es que las autoridades esgrimen razones constructivas para trabar su funcionamiento, ¡cuando la arquitectura es parte de la propuesta pedagógica! En Bali, The Green School está construida en bambú, material propio del lugar. Igual que la escuela costera de Puerto Cabuyal, en Ecuador, a la que le fue quitada su autorización por los mismos motivos. Este año estuve en Uruguay y conocí otra con una estructura de madera preciosa que parecía sacada de un país escandinavo. La escuela sustentable de Mar Chiquita, por su parte, funciona sin problemas y con total apoyo de su gobierno municipal en la provincia de Buenos Aires.
No hay impedimento constructivo si el Estado entiende que acompañar estos proyectos es un beneficio y una adaptación a los recursos de las comunidades. La ESFA es un ejemplo de autogestión educativa sin fines de lucro. La Asociación Civil Luz del Ibirá gestionó la construcción con Tagma y paga los salarios de los docentes con el aporte de las familias participantes y otras acciones de recaudación en la ciudad.
Para poder acreditar saberes, el aula sustentable de la ESFA funciona como anexo de la escuela secundaria número 23. Así lo indica el proyecto, amparado por la normativa provincial y resoluciones del Consejo Federal de Educación. Consultada por AlterEdu, Mariana Acosta, una de sus fundadoras, contó que ya existen casos similares funcionando en la provincia. «Hay anexos escolares en Chajarí, en Puerto Yerua y en Estancia Grande, que son pueblitos alrededor de la ciudad de Concordia». Los argumentos esgrimidos ahora para no cumplir con la promesa de habilitarla como escuela es que la normativa no permite una construcción en madera, ni la falta de servicios como agua y luz, que de todas formas ya fueron solicitados por la escuela.
El proyecto y la normativa que lo encuadra está a disposición de quien quiera consultarlo. Allí, entre otras cosas, se cita la Resolución 103/10 CFE (Anexo 1) que contempla «la articulación institucional bajo la figura de Anexo con una escuela de nivel secundario que ha de corresponsabilizarse por la inclusión pedagógica de los estudiantes, la continuidad de la trayectoria educativa de los mismos en el ciclo orientado y la extensión del certificado de estudios cursados».
Esta figura permite, según el mismo texto, “diversidad en los modos de implementación, reconociendo como educativos otros espacios y actores para dar lugar a múltiples formatos organizacionales e institucionales que posibiliten la concreción de la propuesta. La definición de formas de organización curricular que contemplen la intensificación de la enseñanza y el aprendizaje en las distintas áreas del conocimiento, la acreditación y la promoción no graduada, el cursado en una o más instituciones educativas y la posibilidad de ingresar y transitar en tiempos diferenciados».
La historia del proyecto está contada en en una carta pública que se dio a conocer la semana pasada como pedido de apoyo por parte de sus educadores y las 30 familias que integran la comunidad y se puede ver a través del Siguiente link:
https://www.instagram.com/esfaconcordia2021/ – Facebook: https://www.facebook.com/esfaluzdelibira
Fuente: Dolores Bult para AlterEdu