«La gente se pregunta qué pasa con las drogas una vez que se las secuestra. La respuesta es ésta, se la quema, se la destruye», sostuvo el ministro Roncaglia, tras incinerar más de 53 kg de marihuana, 7,260 kg de cocaína, 209 semillas de cannabis sativa, 495 pastillas varias y 247 tabletas de LSD.
La quema de estupefacientes tuvo lugar en La Paz, específicamente en la Dirección de Delitos Rurales, donde fue instalado el horno otorgado a la Policía de la provincia por el Superior Tribunal de Justicia.
En ese lugar, estuvieron presentes el jefe de Policía, Claudio González; el intendente, Walter Martín; la viceintendente, Stella Wenzel; el diputado Bruno Sarubi; el juez Walter Carballo; el fiscal, Facundo Barbosa; los fiscales auxiliares, Paula Gareis y Martín Millán, el jefe de Toxicología, Alexis Rotundo; el jefe de Investigaciones, Fabián Olivera; el jefe de Toxicología de La Paz, Diego Godoy; autoridades municipales y policiales.
«La droga que se está quemando en esta oportunidad corresponde a lo que se ha secuestrado en todo el territorio entrerriano y que estaba custodiado por el Poder Judicial. Lo importante es que los tres Poderes del Estado estamos siendo testigos de un hecho histórico que, por primera vez, dentro del ámbito de la Policía de Entre Ríos, se puede realizar la quema de estupefacientes secuestrados», remarcó Roncaglia.