Director: Claudio Gastaldi
Concordia
domingo 8 de septiembre de 2024
Nota escrita por: Guillermo Luciano
jueves 18 de julio de 2024
jueves 18 de julio de 2024

El N0-Plan económico de Milei: un tsunami de sufrimiento para el pueblo que no registra parangón en la historia

Más allá de la voluntad que le ponen (cada vez menos) quienes confiaron en las promesas del libertario (SIC), las consecuencias del No-Plan económico de Milei, aplastan con ferocidad, al 95 % de los hogares argentinos. Más del 60% de las familias ya han caído debajo de la línea de pobreza. Y quienes todavía registran ingresos que los hacen permanecer en la clase media, (sector que bajó a la mitad, desde la llegada del libertario). Han debido rediseñar sus canastas de gastos familiares, eliminando todos los rubros que puedan inscribirse como ‘suntuarios’ o ‘prescindibles’ Esquemas de consumo que seguirán cayendo irremediablemente por las no medidas del no plan en ejecución.

En realidad, cuando hablamos de No-Plan, no es que no creamos que no existe un plan. Lo que consignamos es que no existe el ‘plan motosierra’, como el que mintió el showman libertario, cuando estaba en campaña, en TN y La Nación TV, por citar algunos medios que inventaron al siniestro comediante. Por ejemplo, jurando que eliminaría ‘la casta’; o que no iba a emitir más moneda; o que iba a liquidar con su motosierra la ‘timba financiera’ Y todo el resto de falsedades que todos le escuchamos prometer.

La realidad es que existe un plan y es un plan de saqueo como jamás se vio antes. En seis meses vaciaron y fugaron las reservas del banco Central y aumentaron la deuda pública a niveles record.  Transfirieron los ingresos de los jubilados y la ex clase media, a la usura. Y ahora van por la liquidación del territorio soberano del país. Entre ellos las reservas mineras de la cordillera de Los Andes, incluyendo en el listado los humedales del sur de nuestra provincia que, a partir del proyecto de ley elevado por el actual gobernador, Rogelio Frigerio, a la legislatura provincial, pasarán a ser liquidables y transferibles al sector privado.

Los datos son contundentes:

–          En el primer semestre 170.000 puestos de trabajo perdidos

–          La capacidad industrial instalada ociosa supera el 40%

–          Solo en junio, aguinaldo incluido, las ventas de supermercados cayeron el 12,8%

–          La caída de consumos prescindibles (bebidas alcohólicas, golosinas, etc.) supera el 20%

–          El consumo de carne es el más bajo registrado del último siglo, cayendo de 73 kilos per cápita, promedio histórico aproximado, a menos de 43.

–          Los haberes jubilatorios han perdido, en términos reales aproximadamente el 40% de su capacidad de compra. Incluso, luego del anuncio oficial del presente mes, que la jubilación mínima tendría un piso de $ 286.000.- la mayor parte de los beneficiarios del haber mínimo se encontraron con la sorpresa que sus retribuciones de julio, no alcanzan siquiera esa cifra.

–          La venta de automóviles cero KM ha caído en un 25%, y todas las industrias del sector han adoptado esquemas de reducción forzosa de personal o directamente planean irse del país.

–          La deuda pública aumentó en un 17,5 %, 65.000 millones de dólares, desconociéndose donde fue a parar esa fabulosa cifra, confirmando las sospechas que la fuga de capitales ha alcanzado niveles vertiginosos, desconocidos hasta ahora.

–          El vaciamiento de dólares del Banco Central ha llegado a un límite alarmante que pone al país nuevamente al borde del default. Incluso por denuncia de la Asociación Bancaria se conoció en estos días que están llevando al exterior y liquidando reservas de oro en barras, que Caputo y sus adláteres transforman en dólares papel, que ni bien ingresan al Banco Central, fugan.

–          Hemos agraviado los vínculos diplomáticos y comerciales con nuestros dos mayores socios externos: Brasil y China. Llegando el primero a anunciar que está considerando seriamente el desconocimiento del acuerdo comercial vigente con nuestro país, que mantiene en actividad la industria automotriz local. Habiéndose conocido que además de Volkswagen, Toyota ha comenzado a estudiar la posibilidad de trasladar su planta de Zárate fuera del país. Lo que junto con la de Fiat en Córdoba, de concretarse, significaría la perdida de más de un centenar de miles de puestos de trabajo directo e indirecto. Y decenas de miles de millones de dólares provenientes de las exportaciones del sector.

Porqué es tan peligroso caer en default: la amenaza que se yergue sobre el país en las próximas semanas.

Para mantener la rueda del país funcionando, se necesitan insumos importados, que deben ser pagados en dólares, que provee el Banco Central. Los principales bienes importados en Argentina en 2023 fueron automóviles, grupos electrógenos y medicamentos. Maquinarias y sus partes para la producción industrial, componentes tecnológicos que usan las industrias, productos químicos necesarios para las farmacéuticas y los fabricantes de insumos agropecuarios. También para importar hidrocarburos refinados, gas y energía eléctrica que compramos en el exterior. Estas demandas exigen una cifra que varía de acuerdo al ritmo de la actividad local pero que ronda los seis mil millones de dólares mensuales. Si el BC los deja de proveer, las distintas actividades productivas entran en colapso inmediato porque sin insumos no hay producción. Pero tampoco hay remedios ni equipos y repuestos para la salud, como resonadores magnéticos, tomógrafos y demás. La parálisis general inmediatamente significa colapso del sistema de empleo y todo lo que usted se pueda imaginar en base a lo informado en este párrafo.

Si Argentina entra en default, además de dejar de ingresar insumos imprescindibles automáticamente se le cierran las puertas del financiamiento internacional, lo que quita la posibilidad a los industriales de acceder a créditos para la adquisición de bienes en el exterior. Y obviamente dejan de poder exportar sus bienes, al no poder producirlos, lo que significa en buen romance que el país se paraliza.

Históricamente se consideraba que el piso del stock de dólares líquidos que debe mantener el Banco Central, para que la economía opere con tranquilidad, era de aproximadamente seis meses, algo parecido a 40.000 millones de dólares. Pero esta cifra ha ido cayendo en picada hasta llegar a la actual situación en que el BC, no tiene dólares de libre disponibilidad ni para sostener un mes de importaciones.

Caputo ha enviado en las últimas semanas emisarios al FMI, y a Wall Street, el centro financiero internacional por excelencia para el país, de acuerdo al esquema ideológico del actual gobierno que rompió irresponsablemente los vínculos cordiales que manteníamos con China que no solo venía efectuando grandes inversiones en las represas hidroeléctricas del sur del país, sino que también nos auxiliaba con apoyos financieros.

Entre Milei y Mondino se encargaron de romper este esquema virtuoso con China con agresiones gratuitas, y sin tener un plan b. Y simultáneamente Caputo salió a anunciar que estaban avanzadas las conversaciones para un nuevo y abultado crédito que nos otorgaría el FMI, para frenar la crisis- Algo que el propio organismo internacional se encargó de desmentir, dejando off side al ministro y provocando la estampida del dólar de estos días. Milei, fiel a su estilo histriónico/histérico, salió a pedirle al FMI que expulse a su delegado en el país, el chileno Rodrigo Valdés. Algo que el organismo financiero no solo no satisfizo, sino que por el contrario ratificó a Valdés como su representante en nuestro país.

¿Por qué el FMI no otorga nuevos financiamientos? Básicamente por dos razones: la primera porque sabe que los dólares que reclaman Caputo, Milei y el resto de la banda, no son para sostener la actividad económica sino para alimentar la fuga de divisas. De hecho, en el organismo esta muy vivo todavía el mega crédito, sin precedentes por su cuantía, que D. Trump le hizo otorgar a su amigo y socio Mauricio Macri, por 47.000 millones de dólares y que se fugaron del BC en un par de meses. Además, el FMI presiona para un mayor ajuste aún, mas despido, más cierre de organismos públicos, aumento de la edad jubilatoria y mayor disminución aún de los haberes de los pasivos. Algo que los analistas consideran que sería de improbable concreción, sobre el pueblo que ya esta dando señales que no resistirá más ajustes feroces como los concretados hasta ahora.

De la Rúa resolvió el riesgo de default con un oportuno viaje en helicóptero. Posteriormente Adolfo Rodríguez Sa, lo declaró. Y el país encontró un inesperado piloto de tormentas, Néstor Kirchner, que se las arregló, grandes cosechas de soja y retenciones a las exportaciones, mediante, para resolver aquella crisis. Pero los tiempos y los protagonistas han cambiado.

Lo que sí se puede decir es que estamos entrando en un territorio desconocido, que hasta ahora no hemos visitado. De una gravedad que evidentemente, ni el gobierno, ni una parte importante de la sociedad, todavía no ha percibido.