Simultáneamente, la Iglesia había impulsado una sanción canónica en su contra.
Ilarraz, quien había sido trasladado al Obispado de Concepción, Tucumán, luego de ser expulsado en 1995 de la Arquidiócesis de Paraná tras una investigación interna ordenada por el entonces arzobispo emérito Estanislao Esteban Karlic, recibió este miércoles 11 la notificación formal de su expulsión del estado clerical por parte del Vaticano.
La breve nota difundida por el Arzobispado de Paraná y la Diócesis de la Santísima Concepción de Tucumán, dice: “El obispado de la Santísima Concepción de Tucumán comunica que después de realizarse un proceso administrativo penal contra el presbítero Justo José Ilarraz, incardinado en esta diócesis por delitos contra el sexto mandamiento con menores de edad (…), encomendado al Tribunal Interdioccesano Bonaerense, y luego de elevarse el recurso del acusado al dicasterio para la Doctrina de la Fe, este organismo determinó (…) presentar el caso al Santo Padre quien ha dispuesto la expulsión del estado clerical del mencionado sacerdote”.