Hace poco más de una semana, el senador nacional por Entre Ríos, Edgardo Kueider, participó de un zoom con los primeros mandatarios municipales que integran la Liga de Intendentes Justicialistas de la provincia. Allí contó el  motivo de su distanciamiento con quien fue su mentor y protector, el ex gobernador Gustavo Bordet, cuestión que no tuvo que ver con diferencias ideológicas, ni porque el legislador haya partido el bloque en la Cámara Alta durante el gobierno de Unión por la Patria, o porque haya habilitado a que se abra la Caja de Pandora de la Ley Bases, firmando un dictamen aún en disidencia, sino porque tuvo conocimiento de que esta vez, el ex primer mandatario entrerriano no lo iba a tener en cuenta para el armado de listas de cara al 2025. Ante la situación de desamparo, el senador admitió que iba a jugar su partido propio.

Ávido de votos, a pesar de esas encuestas que lo dan como el peronista con mejor imagen en la provincia, y con oficio de contador, Bordet habría sacado cuentas que Kueider no le suma, porque a la militancia este “armador y jefe de campañas” le repele, y porque nunca tuvo caudal de votos propios sino que, por el contrario, siempre tuvo que ir prendido como furgón de cola, en reconocimiento por otras habilidades más proclives a “la caja” y “la trenza”.

Según confiaron a este medio, kueider se sinceró en el zoom con los intendentes de la liga y admitió que -además de animarse a un retoque estético de nariz y a un implante capilar- la otra decisión importante que tomó fue la de jugarse la personal, haciendo oídos sordos a los reclamos de la tribuna peronista, subirse el precio como «librepensador inorgánico» dispuesto a debatir y escuchar ofertas, y buscar amparo en los brazos de «la oposición amigable» cuando supo que no lo tendrán en cuenta en el elenco de reparto y repartija para el 2025.

Explicó que Bordet y el massista y ex director de Aduanas, Guillermo Michel, ya habían cerrado las cabezas de lista para las postulaciones de senador y diputado, respectivamente.

Los casilleros restantes (En las elecciones de 2025, el peronismo de Entre Ríos deberá renovar tres de sus cinco bancas en la Cámara de Diputados. Los diputados nacionales cuyos mandatos vencen en ese año son Marcelo Casaretto, Blanca Osuna y Tomás Ledesma​) se evalúa que serán completados con los actores del reducido -y muy selecto- grupo de referentes del deshojado peronismo provincial que participaron de la reunión en Gualeguaychú, convocada por Michel, para escuchar con atención al diputado y profesional de la rosca política, ex candidato a vicepresidente del Pro en la fórmula junto a Mauricio Macri en 2019, Miguel Ángel Pichetto.

Kueider, quien nunca tuvo votos propios más que el dedo de Bordet, supo entonces que el peronismo le picó el boleto y que todo lo que puede hacer es usar sus últimas municiones procurando la supervivencia en la arena política.