Wally García, el subsecretario de Cultura de Concordia, viene a paso errático a lo que hace, por lo menos, a la comunicación. Apenas iniciada la Fiesta de la Citricultura, su funcionario de estrecha confianza, Alejandro “Cano” Rodríguez, Director de Recursos Culturales, le hizo un breve reportaje en el que ambos se terminaron tirando flores por sus formaciones musicales y trayectorias internacionales.
En el momento cúlmine de la charla, “Cano” Rodríguez le preguntó a García: “¿Es importante formarse para ser músico, no ‘Wally’?”, a lo que el subsecretario respondió: “Fundamentalmente formarse. No importa que la ciudad en donde uno esté no tenga la formación que uno necesita, hay que salir a buscar la formación… Después puede volver a la ciudad de origen y dar todo lo que tiene, como es mi caso y el tuyo, ‘Cano’”.
A las voces críticas no les costó mucho llegar, señalando la ironía de que un funcionario local que tiene la obligación de promover la formación artística de los músicos en Concordia, más bien sugiera que la solución está en que los talentos se exilien a otras ciudades en busca de mejores oportunidades. La crítica, además, apuntó a la falta de acciones concretas de la Subsecretaría para brindar los recursos y espacios necesarios para la formación de los artistas locales, particularmente a los músicos, muchos de ellos organizados hoy en un colectivo (COMUCO), justamente para autogestionar cursos, capacitaciones y espacios para tocar, buscando alternativas para la creación y el desarrollo de la escena musical en Concordia.
Las palabras de García y Cano no pasaron desapercibidas arriba del escenario de la Fiesta de la Citricultura, y con la irreverencia que los caracteriza, la banda local Barrios Kalavera desplegó su sorna sobre los malogrados comentarios de los funcionarios de Cultura.
El segundo traspié fue todavía un poco más torpe: A poco de finalizar la última edición de la Fiesta de la Citricultura, García celebró el éxito del evento en su cuenta de Facebook, agradeciendo y destacando lo hecho por su equipo y felicitando al talento local con una foto de una edición anterior de la fiesta (2022) -realizada por una gestión de otro signo político- en la que no tuvo absolutamente nada que ver. A pesar de que el área de comunicación del municipio se encargó de distribuir y compartir abundantes imágenes del evento reciente, García decidió elegir una imagen equivocada.
El error no pasó desapercibido, y un seguidor se encargó de alertarlo. Rápidamente, García trató de subsanar la metida de pata cambiando la foto y ensayando una respuesta risueña: “Que el árbol no tape el bosque”.
Se suspendería la 46ª Fiesta Nacional de la Citricultura debido a la Crecida del Río Uruguay