Director: Claudio Gastaldi
Concordia
lunes 16 de septiembre de 2024
Nota escrita por: Ricardo Monetta
miércoles 5 de julio de 2023
miércoles 5 de julio de 2023

ELECCIONES PASO 2023: «VIÑAS DE IRA»

Estamos en un contexto político de gran confusión e incertidumbre que se transmite al electorado como una guerra semántica cuyo gran ausente es la presentación en forma clara y contundente de los proyectos por lo cual se justifican o respaldan a los candidatos. CFK supo decir en mas de una oportunidad, que lo primer, hay que discutir y tener un programa, antes que las candidaturas, pero como en la política argentina, la lógica y la necesidad perentoria de gobernar a la vez que "armar", terminamos teniendo candidaturas sin programa. Tenemos, la gran mayoría razonable, que es lo que no hay que votar por razones obvias de lucidez ciudadana.
Porque en el serpentario de la oposición, pareciera les hubieran abierto la jaula ,para que encima se sumen un grupo de hienas que a fuerza de dentelladas  se disputan el supuesto privilegio de a ver quien es el mas «duro» ante una sociedad que supuestamente pide orden a cualquier precio.
Del lado del oficialismo, después de lamerse las heridas, y algunos globos de ensayos, que sirvieron para ganar tiempo, el pacto de Unidad se presentó como el gran logro de la «diplomacia interna», para conformar a propios y extraños en el reparto oligárquico de cargos. Como ha sido siempre en la política argentina.
Y porque llegamos a como estamos, o estuvimos? Porque el Gobierno actual respondió  a la visión y actitud de Albero Fernández. Su tendencia, durante todo su gobierno, fue no confrontar con los poderes fácticos, y a postergar  temas y decisiones que marcaron lo central de su pobre gestión. Es cierto que CKF tiene responsabilidad de haber concebido a la actual administración, pero también es cierto que no pudo intervenir en un conjunto de acciones o inacciones que caracterizaron  a este gobierno, a  pesar de que en mas de una vez, le indicaba :»es por ahí, Alberto!». Esta gestión tuvo algunos méritos, y también graves circunstancias externas a su poder; pero no estuvo a la altura de un gobierno que se planta fuerte con convicciones como la que esperaba la mayoría kirchnerista . Y no me refiero a un espíritu de confrontación total que la que la sociedad no hubiese tolerado. Pero tampoco es posible aceptar acomodarse al avance de la pobreza y la desigualdad por no querer enfrentarse a los ricos. Lo cual no representa una épica monumental, pero sí aprovechar todas las oportunidades que se tengan, para recuperar espacios de soberanía nacional, como Vicentín, la Hidrovía del Paraná, etc.
El kirchnerismo tironeó con el centrista Alberto generando relaciones de gestión trabadas. O sea una maraña de operaciones de poca monta, que terminaron con el diálogo de CKF con Alberto. y probablemente ambos carecían de respuestas contundentes  frente a la complejidad de los problemas que se enfrentaban. Prefirieron disimularlos antes que visibilizarlos ante la sociedad. Los «errores» de Martín Guzmán que apostó equivocadamente a que con el arreglo de la deuda externa con los Privados y el FMI la situación económica  interna se tranquilizaría y ordenaría, llevaron a una situación crítica a mediados del 2022, con riesgo  cambiario e inflacionario. Fue entonces que Massa fue convocado de urgencia para aprovechar sus atributos de buena relación con EEUU y con la clase empresaria , y CFK le dio mas atribuciones y libertad que a Guzmán para tomar decisiones. En todo caso ambos, Presidente y Vice, le podían echar la culpas al acuerdo con el FMI. La colaboración entre CFK y Massa fue mucho mas eficiente y resolutiva que con el «confuso» Alberto. Aunque no exenta de desacuerdos que se fueron manejando en aras de la supervivencia mutua. Demostraron  que en determinadas condiciones, rivales políticos e ideológicos, pueden entenderse en lo básico. esa colaboración que lleva mas de un año, y que tiene sentido práctico, se da en un marco económico muy comprometido( bajas reservas, inflación, pobreza, etc), debido a la inercia generada por un estilo de gobierno «albertista»  que «mal acostumbró» a los factores corporativos a que el Estado no ejerza su poder, ni aplica la Ley contra ellos. O sea típico de un gobierno conservador.. No reaccionario como la derecha cipaya, pero si claudicante frente a los poderes fácticos.
Así, en ese escenario muy comprometido social y económicamente se llegó a la designación de la fórmula, presionada por el calendario electoral.  Y la disyuntiva: ¿Que priorizar? ¿ Que defender? Tenía sentido buscar una victoria que el desánimo reinante hacía ver como imposible ante una derecha que solo se ocupaba de atacar al gobierno para ocultar sus propias lacras ayudada por su gigantesca cadena comunicacional.? Y pasó lo que tenía que pasar : dejar de lado un proyecto nacional y popular que no se supo imponer, para transar en forma muy pragmática una fórmula con posibilidades de ganar las elecciones, o por lo menos llegar a un ballotage digno.
En realidad desde el punto de vista pragmático de la economía estamos en mano del Departamento del Tesoro de EEUU, cuyos pareceres son determinantes (!o casualidad!) en las decisiones del FMI. La relativa estabilidad económica, con alta inflación, depende que el FMI nos preste los dólares imprescindibles…para pagarle al mismo FMI.(?) Todo dependerá de el grado de subordinación, que no nos van a decir, adopten los enviados de Massa, además de parte de Alberto de renunciar a la construcción de la tercera central nuclear con financiamiento chino y con el 5G. Dependemos pues de la buena voluntad del capitalismo financiero globalizado. Que nos exige una devaluación  perentoria,, que dicen que se hará y en que porcentaje, y si se hace antes o después de las PASO. El FMI pedía in extremus alrededor del 60%, a lo que Massa se opuso frontalmente. Para llegar a un 30% en tres tramos cada 30 días. En resumidas cuentas las chances de Massa y de la Unión por la Patria dependen del dedo de quienes concurren a la conferencia de Davos. O sea los dueños de la riqueza global.
Las PASO dejarán en claro si Massa es un candidato de la Unidad por peso propio o por mera circunstancia electoral. Así como muchos en su oportunidad votaron a Frondizi para que no ganara Aramburu y a Menem para que no ganara Angeloz.
Cuando Perón y Frondizi pactaron a través de John Willam Cooke y Rogelio Frigerio el apoyo del peronismo  la candidatura del radical-desarrollista a cambio de sus vanas promesas de legalizar el peronismo, no solo no cumplió, sino que persiguió ferozmente a sus militantes aplicando el Estado de Sitio y el Plan CONINTES, cosa que muchos viejos radicales se olvidan, como si la Historia estuviera escrita en el agua. Fue entonces que un millón de peronistas votaron en blanco- Y cuando el Partido Justicialista ordenó votar en Septiembre de 1973 la fórmula Perón-Perón, muchos de los militantes  de la Juventud Peronista como CKF y otros lo hicieron con la boleta del Frente de Izquierda Popular (FIP) de Abelardo Ramos, un agudo intelectual nacional, que llamó a votar a Perón desde la izquierda y en repudio a Lopez Rega y los «gordos» de la CGT de la época y obtuvo casi un millón de votos.
Volviendo al punto de partida, el problema del kirchnerismo es que tiene que lidiar con fuerzas justicialistas  mas conservadoras, salvo en cuestiones básicas, como la reactivación económica y creación de empleo. Son los peronismos provinciales, muchos de los sindicatos, muchos de los intendentes  de la Pcia. de Bs.As. que no transmiten ninguna épica, ni ninguna transformación relevante..
Luego del desastre macrista apareció la oportunidad para ganarle a la derecha, pero que fue lo que sucedió: «Se equivocó la paloma…!.A falta de líderes verdaderos en el justicialismo convocó a un personaje  que no encarnaba al kirchnerismo, sino mas bien al peronismo conservador o moderado o domesticado que en el gobierno de Néstor, la había denostado, y desconfiaba de ella.. Pero que nunca con el traje puesto del Poder Ejecutivo se decidió a enfrentar situaciones estratégicas que hacían al fortalecimiento de un proyecto popular y a la consolidación del poder. Cristina ya les dijo :»Tomen el bastón de mariscal» y salgan a marcar la cancha .El kirchnerismo debe mostrar que aún estando fuera del Estado debe deconstruirse y no replegarse  solo al campo legal, parlamentario y declarativo. No le pidan a CKF que se inmole como Juana de Arco, porque ninguno demostró, salvo honrosas excepciones, tener las agallas para disputarle  a la derecha, los «espacios públicos» fuera de los set de televisión.