“Armando, Mireya y los candidatos a concejales de nuestro espacio representan la capacidad, la experiencia, la fuerza y las ideas para que Concordia siga avanzando”, definió en pocas palabras el Intendente al terminar las exposiciones. “Enfrente hay frases vacías de contenido, recetas que ya fracasaron y desconocimiento de la realidad de Concordia y su enorme potencialidad de desarrollo”, agregó.
En cuanto a las elecciones entrerrianas y la presencia de los principales referentes de la oposición en Concordia durante los últimos días de campaña, Cresto dijo: “Rogelio Frigerio viene a cerrar campaña en Concordia porque saben que acá el peronismo gobierna bien, que consolidamos políticas públicas exitosas y que acá construimos colectivamente una transformación histórica que el concordiense conoce y valora”, sostuvo.
“Saben que eso se pone en valor en estas elecciones y vienen a decir lo mismo de siempre, con los discursos que les preparan sus asesores porque las encuestas les dicen que eso es lo que la gente quiere escuchar y sin ningún aporte válido al debate de ideas y propuestas. Pero la gente de da cuenta cuando un dirigente como Frigerio, que fue parte del gobierno macrista que destruyó al país, se disfraza de entrerriano y viene a Concordia con las mismas promesas de siempre y las recetas de una forma de gobernar que además de fracasar le hizo mucho daño a los argentinos”, remarcó Cresto.
“Junto a Sergio Massa, Adan Bahl, Gustavo Bordet, Armando Gay y Mireya López Bernis nosotros somos parte de un mismo proyecto, de una fuerza políticas que defiende la causa de la mayoría populares, la movilidad social ascendente, la ampliación de derechos y la igualdad de oportunidades”, argumentó el candidato a diputado provincial.
“Por eso este domingo tenemos la oportunidad histórica de profundizar la transformación de Concordia en un modelo de país de producción y trabajo”, concluyó Cresto.
ALFREDO
Lo único que van a seguir profundizando son los pozos y la pobreza………la ciudad más pobre del país, la gobiernan desde 1983 y resulta que la culpa es de Ucrania.