“El psiquiátrico” (como lo define Jorge Asís a Milei), supo instalar el designio que con “las fuerzas del cielo” va a establecer un sistema de crecimiento sin un “Estado criminal y políticos ladrones”. Esto lo instrumentó con palabras, conceptos ambiguos y construcciones mentales abstractas, que le resulto particularmente rentable en campaña. Una vez gobernando, sigue con la verborragia incoherente, violenta, cargada de odio y mentirosa constituyendo una liturgia muy peligrosa no por su ampulosidad sino por su investidura.
Milei no solo desreguló la economía también liberalizo la razonabilidad de la palabra política. Nunca como con Milei la función política del lenguaje presidencial adquirió tanta violencia, perversidad y audacia. La construcción de los argumentos de Milei se ajusta a pie juntillas la de su mentor Murray Rothbard, quien elabora su teoría económica de manera deductiva, prescindiendo de la realidad y datos estadísticos por ser irrelevantes para el funcionamiento económico.
La pregunta obligada es, si las estadísticas y la realidad poca importancia tiene para el análisis, ¿hasta qué punto es realista la visión apocalíptica que tiene acerca del déficit de las cuentas públicas? ¿hay superávit fiscal en serio? ¿De dónde surge que la economía ya está teniendo una recuperación, baja la inflación y que los salarios le están ganando a la inflación?
La realidad y los datos del INDEC, muestra que la retracción de la industria es generalizada. Los 16 sectores que evalúa presentaron caídas interanuales. La utilización de la capacidad instalada de la industria se ubica en el 50%. Algo “que no la ve el presidente”; en marzo la industria cayó 21,2% y la construcción, 42,2%, produciendo despido de miles de trabajadores.
Otra alucinación de Milei. El RIPTE que mide el salario de 10 millones de trabajadores formales público y privados (entre diciembre y marzo), señala que subieron el 58% mientras la inflación en el mismo periodo fue del 90%. Lo que no explica Milei es que la inflación la disparo al doble desde que asumió, para luego decir que la está bajando, pero no aclara desde donde la subió. Todas las mediciones de inflación del gobierno anterior, fueron menores que las de Milei, y tenemos que escucharlo decir que nos salvó de una hiperinflación del 17 mil por ciento.
La semiótica del gobierno nos está llevando a una situación de mayor oscuridad con consecuencias todavía no valorada en su total magnitud para el pueblo. Siempre el ocultamiento fue, es y será un componente constitutivo del poder.
Milei, Caputo, Sturzenegger y los empresarios, no confiesan sus herramientas por el cual encaminan al país.
La ley de Bases y de Medidas fiscales, tiene incontables aristas para analizar. Esto implica un compromiso explícito de la dirigencia opositora, para que como sociedad veamos lo que tenemos que ver, no lo que nos dice que debemos ver. Es un llamado de atención para la oposición que no evidencia que nada es creíble en este simulacro de realidad. El peronismo tiene un déficit tremendo en la construcción de una narrativa que contribuya a clarificar al 50% de la población que apoya a la depredación de riquezas y derechos.
Las palabras volaban en el Congreso y la realidad desnuda cinismo. Durante el tratamiento de la ley de Bases, pudimos apreciar encendidas arengas de los diputados de la oposición “amigables” como la de Rodrigo de Loredo, jefe de la bancada de la UCR, tan cínico como contradictorio, que, a pesar de cuestionar muchos capítulos de la ley (que sus contenidos no conocen los ciudadanos), voto a favor y fundamento que votaba a favor del pueblo no de Milei. Si efectivamente, es verdad que voto a favor, pero voto a favor del proceso de despojos de derechos, de entrega de nuestras riquezas a favor de los grupos económicos nacionales y transnacionales. De Lodero y los diputados que lo acompañaron, tiraron al tacho de basura el espíritu que permeo el conjunto de actitudes y valores, del Radicalismo.
Con Stolbizer pasó algo similar, se oponía a la delegación de facultades, privatizaciones, al cierre de CONICET, es más, puso en dudas la redacción del proyecto. Y, voto en general.
El cinismo incomprensible de Cristian Ritondo y Silvia Lospennato decían que el PRO, que padecen una crisis de identidad, votaría a favor “sin culpas, satisfechos, contentos”, aunque aclaró que no forman parte del oficialismo.
Las intervenciones de los diputados de LLA, Benegas Lynch y Lilia Lemoine, por lo extraordinario lo comparo con las de William Shakespeare, autor de alguno de los discursos más famosos jamás pronunciado. Vergüenza deberíamos darnos estos representantes del pueblo. El trasfondo de los discursos de los legisladores “amigables” es la crueldad, la insensibilidad.
La realidad es siempre concreta. Nos invita a mirar más allá de las generalidades y los conceptos abstractos para encontrar la verdad real y auténtica. Entendamos que las palabras que no van seguidas de hechos no valen nada.
Solo son consignas para vaciar la razón.
jose luis
Es verdad Milei agito la hiperinflación para justificar el terrible ajuste que nos reventó a todos incluso a los que lo votaron.
Macondo
No dejemos que nos roben la dignidad. Ahora es la oportunidad para que el rechazo al modelo empobrecedor se pueda lograr en el Senado LA UNICA VERDAD ES LA REALIDAD