Ya nos hemos ocupado de este caso en innumerables oportunidades: supuestos inversores inmobiliarios que rellenaron un humedal que protegía la ciudad de Gualeguaychú del impacto de las crecidas del río homónimo, construyendo un dique sobre su valle de inundación, de modo tal que la velocidad de las aguas que era amortiguada y absorbida en parte por el bajío, ahora rebotan y son proyectadas a la ciudad a una velocidad y con un volumen desconocido anteriormente. Con el agravante que el talud artificial, que los perpetradores construyeron para lotear y vender sus parcelas, tiene una altura significativamente mayor que la defensa costera de la ciudad, la costanera, como la conocen los locales, que, al ser superada en altura, en más de un metro, queda a merced de la invasión hídrica que ahora ingresa al casco urbano con una velocidad desconocida hasta el presente, ya sin el freno del paseo urbano construido hace casi un siglo para impedirlo.
Con imágenes topográficas tomadas del Topographic Map de Google Map.
Link de Topographic Map para Gualeguaychú: https://es-ar.topographic-map.
En la imagen adjunta se puede verificar que antes del dique inmobiliario, el agua que escurría por el río era absorbida en parte por el extenso humedal, de más de 100 hectáreas, y también por el mismo efecto, la velocidad de incursión del agua en el casco urbano disminuía sensiblemente, dando oportunidad a los locales de adoptar las medidas preventivas pertinentes.
Para que se tenga en cuenta de los efectos potenciales que estamos considerando, tomamos el inventario de los daños provocados de la última gran creciente sobre la ciudad, ocurrida en 1978:
– 2.327 viviendas inundadas
– 177 con daños totales
– 12.000 personas debieron abandonar sus hogares
– 2.000 personas debieron ser alojadas y racionadas durante dos meses
– Afectación total y exclusiva de todos los equipos municipales y de Vialidad, durante meses, para paliar mínimamente los daños.
Sin embargo, el ex funcionario público. Hoy devenido abogado de la parte opuesta, acaba de publicar en un medio, una nueva y larga carta en defensa de los sancionados pretendiendo con una rebuscada sarasa, desvirtuar los hechos, y tratar de reinstalar un caso cerrado, dado que, en nuestro país, el máximo órgano de justicia es la Suprema Corte, y por lo tanto sus fallos solo pueden cumplirse, sin ningún subterfugio, chicana, o argumentación adicional. Algo que pareciera que el abogado Asueta no aprendió en su paso por la universidad.
Si no se entiende transcribo los dos últimos párrafos de la peculiar misiva del abogado: “Conclusión… pasan los meses, y pasan los años, y este desarrollo sigue enredado en el limbo administrativo-judicial. Ni el Poder Judicial ni el Gobierno Provincial han demostrado la energía y la capacidad de liderazgo para contribuir una solución constructiva del conflicto. Si realmente queremos ser una Provincia de la Región Centro, de verdad, entonces tenemos que empezar a aprender de nuestros errores, todos, y empezar a cambiar algunas cosas, paso a paso…”
…¿enredado en el limbo administrativo judicial? (RECONTRA SIC) Existe una sentencia definitiva de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, así que Asueta: ¿De que estará hablando?
Linda
Y qué abogado no ejerce la Sarasa, para manotear
Victor
Denles una pala de punta, y haga los hacer almacigos.
Vivieron, viven, y vivirán de la teta del estado, además de haberse formado en universidades estatales.
Conde Ramos
Tal cual el invento de kueider y bordet es otro corrupto más lo único que hicieron ambos fue pensar en multiplicar su patrimonio.
Y por favor no traten a suelta como abogado, jamás en su vida hizo un juicio, jamás ejerció. No es tampoco un político, es una benedizo financiado por esos dos personajes y ahora vemos que por empresas millonarias
Dra.
Vivimos el mundo de los abogados. Casi todos los políticos son abogados, y millares de abogados son politicos. Y faltan los del poder judicial. Así va el mundo, cuesta abajo. Y en nuestro país, estos, hasta por correo se reciben. Nada puede asombrar, ya a nuestra sociedad, y al mundo.
Juan Martín
De las creaciones de kueider y bordet. La banda hizo estragos a la par que se enriquecía y sembraba miserabillidades.