Director: Claudio Gastaldi
Concordia
martes 17 de septiembre de 2024
Nota escrita por: Guillermo Luciano
lunes 9 de septiembre de 2024
lunes 9 de septiembre de 2024

‘EQUILIBRIO FISCAL’: La media verdad que usa Milei para hambrear al pueblo

¿En qué consiste el equilibrio fiscal? Equilibrio fiscal significa que los ingresos y los egresos del sector público están igualados. Hasta ahí vamos bien, es como lo que decía mi tío Bartolomé: “Un país es como una familia, si gasta más de lo que gana, se endeuda y se funde”. Un razonamiento de una lógica impecable, sin fisuras. Pero (siempre hay un pero), para que se cumpla esta premisa se tiene que dar una condición, si o si: que los ingresos de la familia estén disponibles a la hora de pagar los gastos, porque si, suponiendo que el ingreso principal es el sueldo del jefe de familia, y este, cuando lo cobra se lo gasta en timba y copas, el razonamiento ya no funciona, porque cuando llega a casa, para lograr el “equilibrio fiscal familiar”, la única forma posible es que ya no se compren alimentos, gas, energía eléctrica, medicamentos, y más. Las cuentas van a estar “equilibradas”, pero la integridad familiar destruida.

O sea, para que la descripción sea correcta hay que decir que NO cualquier ‘equilibrio fiscal’ es deseable. De hecho, hay dos tipos de equilibrio fiscal, uno virtuoso y otro perverso, y de esto trata esta nota.

Cualquier parecido con la realidad NO es casualidad.

EXPLICAMOS: COMO ES LA FORMA VIRTUOSA DEL LOGRAR EL EQUILIBRIO FISCAL

El punto de partida es un nivel de recaudación equivalente al que tienen los ‘países desarrollados’ donde los ciudadanos viven mejor que en el nuestro. Proponemos un 40% del PIB, aunque puede tener variaciones. Dinamarca, Bélgica, Suecia, Finlandia, Italia, Austria, solo como ejemplo.

En notas anteriores señalábamos que para que la economía de mercado genere una sociedad con equidad y justicia es inevitable que el Estado actúe para regular y compensar la acción de los monopolios y oligopolios que desvirtúan la acción de la ‘mano invisible’[i] que era el mecanismo que debía operar (pero nunca lo hizo) en la economía, para garantizar los precios justos[ii] de los bienes. Si no hay competencia los productores de bienes y servicios elevan arbitrariamente los precios de lo que comercializan, maximizando sus ganancias a costa del bienestar de los consumidores, quienes, de este modo, carecen de ingresos acordes, para alcanzar una canasta de consumo que les garantice un piso de bienestar mínimo.

Damos un ejemplo, en diciembre pasado (2023) el dólar ‘negro’ llegó a costar $ 1,400. – y la nafta $ 240.- O sea que con un dólar se podían comprar 5 litros de nafta (+/-). Hoy el dólar ‘negro’ cotiza $ 1,350. – (valor definitivamente inestable) y con el se puede adquirir solo 1 litro de nafta. Y no es que en diciembre las compañías petroleras no ganaran dinero. Ganaban fortunas. Pero como actúan oligopólicamente, porque son poquitas y arreglan los precios entre ellas, cuando Milei decidió “liberar” (SIC) el precio de los combustibles, a diferencia de lo que prometió el ‘libertario’, las petroleras acordaron quintuplicar sus precios, sin que ‘el mercado’ (nosotros) haya podido hacer nada para impedirlo. O sea, la ‘mano invisible’ que prometían los exégetas de la doctrina libertaria, NO actuó. Y el peso del desequilibrio impactó de lleno en los consumidores. No solo de los que tienen automóvil, sino de todos, porque las mercaderías y las personas que se trasladan, tuvieron el impacto directo de la acción del oligopolio petrolero.

Y la acción del Estado no solo es necesaria para garantizar ‘precios justos’, sino también para compensar los desequilibrios sociales, que inevitablemente suceden cuando se los deja liberados a ‘las fuerzas del mercado’, porque lo que en realidad ocurre (y es lo que esta pasando en todo el mundo hoy) es que, por la acción de los monopolios y oligopolios, la riqueza se va concentrando cada vez más, en menos manos. Entonces se hace necesaria la acción directa del Estado para compensar estos desequilibrios que producen, por ejemplo, que hoy el 73% de los argentinos estemos debajo de la línea de pobreza.

Explicando: alrededor del 50% de los trabajadores del país están ocupados en la franja que popularmente se conoce como ‘trabajo en negro’ y/o cobran parte de sus salarios ‘en negro’. Hasta nuestros gobiernos han apelado a este mecanismo de retribución definitivamente injusto. Entonces ¿Cómo será posible que las jubilaciones alcancen montos para cubrir sus necesidades? Imposible, porque la mitad de los salarios que se pagan no aportan lo correspondiente a la seguridad social. Y aquí debemos señalar que no son los trabajadores los que eligen ‘trabajar en negro’, sino los empleadores porque de ese modo evaden el pago de los aportes previsionales. Entonces se hace evidente que el Estado tiene una doble responsabilidad en este tema: la primera terminar con el trabajo ‘en negro’ y la segunda, en el mientras tanto, compensar ese desequilibrio con subsidios directos a las víctimas de esta situación, que son millones. Y lo mismo en todos los ordenes de la vida de la gran mayoría de los argentinos.

Nos detenemos aquí, porque pensamos que ha quedado claro que el Estado tiene que intervenir para garantizar lo que el marcado no resuelve; y que podemos resumir como un piso de acceso mínimo de bienes y servicios para el pueblo, que garanticen alimentación, educación, vivienda, salud y etc. Un piso que la acción del ‘libre mercado’ no garantiza porque esa entidad ‘el libre mercado’ no existe ni existió nunca en los tres siglos desde la aparición de la ‘economía de mercado’.

SINTETIZANDO:  En el mundo actual, los países que han alcanzado el estatus que convencionalmente se denomina como ‘Economías Desarrolladas’, recaudan un piso del 40% de sus PIB en concepto de impuestos que luego trasladan a los gastos del Estado, en los que están incluidas las compensaciones y subsidios que hemos descripto aquí. Recordamos, que en la Argentina libertaria ocurre exactamente lo inverso: aquí se paga menos del 29 % del PIB. Y lo que es más graves, los que pagan son los pobres.

En nuestro país, en las últimas décadas, la recaudación venía siendo de 29% (-) y desde la llegada del gobierno de Milei, ha caído aún más. Con el agravante que, en aquellos países, (los ‘desarrollados’) el grueso de la recaudación, el 65%, lo pagan los que más ganan y más tienen, mientras qué, en nuestro país, los que más ganan y más tienen solo pagan un 35% de la recaudación total. Mientras que la mayor parte, el 65% del total, lo pagan los pobres y los que menos ganan. En artículos anteriores hemos hablado de esto.

Pero para agravar aún más este estado de enorme injusticia Milei les ha bajado aún más los impuestos a los que más ganan y tienen. Por ejemplo: el Impuesto a la Riqueza, que era del 2,5% (en los países ricos, mínimo es el 5% +) que Milei se los acaba de bajar al 0,5%. O, y solo por dar otro ejemplo: el ‘impuesto país’ que los ricos pagaban cuando se compraban un Mercedes Benz o un BMW, que ya no lo pagarán.

Y esto sin mencionar los regímenes especiales que les ha creado a medida a quienes le financian su partido político, como Paolo Rocca (TECHINT), o Marcos Galperín (Mercado Libre).

 

AHORA VEAMOS LA ‘FORMULA MILEI’ PARA RESOLVER EL ‘EQUILIBRIO FISCAL’

El punto de partida es un nivel de recaudación equivalente al que tienen los países más pobres del planeta, donde los ciudadanos viven igual o peor que en el nuestro. Digamos un 29% del PIB, o menos.

Sintéticamente consiste en recaudar poco (recordamos: si el Estado recauda poco, puede dar pocos servicios) y sobre todo quitar impuestos a los que más tienen y ganan y descargar el peso del pago de estos a los más pobres. De este modo, el resultado es que los pobres ven aún más disminuidos sus magros ingresos y los ricos, al no pagarlos, cada vez son más ricos. Esto lo sabe el gobierno libertario y justifica este estado de cosas diciendo que, si los ricos son más ricos, entonces invertirán más y habrá más empleo y riqueza. Pero esto jamás ocurre, porque quienes se quedan con las ganancias y la riqueza en Argentina no invierten, sino que la fugan del país a sus paraísos fiscales. Algo que cualquiera que lea las noticias cotidianas lo puede comprobar.
Pero veamos cuales son los países en los que se pagan porcentualmente al PIB, menos impuestos: Guinea Ecuatorial 5,9%, Nigeria 6,7%, República del Congo 8,3%, Bangladés             8,8%, o República Democrática del Congo 9,1%. Ahora dígame que realidad le gustaría compartiésemos los argentinos ¿La de Dinamarca o Suecia o la de Nigeria o Bangladés?

¿Están Milei y los libertarios confundidos o mal informados, que no se dan cuenta de esto? Como dijo la excelsa filósofa Jellinek, ‘lo dejo a su criterio’. De cualquier manera, no puedo con mi genio y le dejo mi opinión: Milei no es tonto, lo que sí, es un vendedor de fábulas, con un libreto creado para desempeñar el papel que está actuando exitosamente (hasta ahora) para beneficio de inventario de las minorías del privilegio que están siendo beneficiadas como nunca en nuestra historia; y sus socios de siempre: los intereses extranjeros que saquean nuestras riquezas y hambrean nuestro pueblo.

Los primeros resultados de las medidas dispuestas en el paquete fiscal impulsado por el gobierno de Milei han provocado una caída del 13,7%[i] interanual de la recaudación, en términos reales. Según lo informado por la AFIP, los ingresos del mes pasado fueron de $ 11,76 billones, con una variación nominal del 189,6% con relación al mismo período de 2023. Desde ese entonces la inflación superó el 235%. Esto, como nunca nos cansaremos de señalar, significa que en los próximos meses vendrá más ajuste sobre el pueblo.

Y como dato adicional, desde diciembre/23 hasta julio/24, la deuda externa que tenemos que pagar todos nosotros ha aumentado en U$S 81.398.- millones de dólares[ii]. Una cifra extraordinaria que si Ud. trata de encontrar donde está, en nuestra economía, se va a frustrar, porque no la verá en ninguna parte. Porque forma parte de los miles de millones de dólares que el gobierno libertario, y sus protegidos, están fugando del país hacia los paraísos fiscales donde esconden la plata que nos roban a todos los argentinos.

Y por supuesto hay que señalar que en términos de la ‘lógica libertaria’ significa que en los próximos meses vendrán más recortes, miseria y pobreza. Obviamente para jubilados, pensionados, empleados públicos, docentes, personal de la salud, y asalariados en general, que soportarán nuevos recortes en sus ingresos porque al ‘equilibrio fiscal’ los libertarios lo resuelven con más pobreza y miseria para el pueblo. No, (aunque ya te habrás dado cuenta de esto), con ajustes a ‘la casta’, como prometía Milei durante su campaña.

Y esto a pesar que la recaudación contó con el aliciente de los primeros pagos en concepto de la moratoria dispuesta en la Ley Bases para obligaciones tributarias, aduaneras y de seguridad social. Gracias a esos recursos se sumaron $ 243.096 millones, incluyendo $ 67.676 millones del Aporte Solidario Extraordinario que se había dispuesto durante la pandemia de coronavirus. También entraron magros $ 133 millones del blanqueo de capitales que vence el 30 de septiembre.

En buen romance: repetimos, seguirán recortando los salarios, el empleo y los subsidios sobre los trabajadores y el pueblo, o sea, más miseria, más pobreza y más exclusión social. Un cóctel definitivamente explosivo.

[i] https: //www.ambito.com/economia/la-recaudacion-fiscal-agosto-ascendio-117-billones-n6055485

[ii] file:///C:/Users/USUARIO/Desktop/240830%20Monitor%20Semanal.pdf

[i] https://es.wikipedia.org/wiki/Mano_invisible

[ii] https://es.wikipedia.org/wiki/Precio_justo

  • Ningún país de los grandes o ricos o del primer mundo, le dan bola, al verso del equilibrio fiscal. Las deudas las ROLEAN permanentemente. Es un país, no la economía de una casa familiar. Le mienten a la gente, hoy con un verso y mañana con otro.