Y muchos se preguntan, como fue que pasé esto?, Fue solo un error, como quieren hacernos creer los «felpudos» del periodismo nacional, con honrosas excepciones, que se trató de un «error inducido.» Un hijo de Concordia, gran músico triunfador global, el Coty Sorokin, escribió un famoso tema que se llama :»Nada de eso fue un error».

Por supuesto que NO fue un error. Fue un hecho delictivo planeado y consensuado desde Octubre del año pasado. Con una experiencia menor en el 2022. No voy a entrar en la faz investigativa, ni en la secuencia de los hechos que día se magnifican más, debido a la trascendencia mundial donde quedó expuesta la «lujuria» del poder  que le hacía creer que tenía impunidad absoluta, porque los negociados en su gobierno empezaron desde el día uno que pisó la Casa Rosada. Son demasiados los testigos de peso y las victimas desparramadas por todo el mundo que claman justicia y compensaciones justas.

Javier Milei representa la realización efectiva de los sueños delirantes, que anidaban en el macrismo. La escena es apocalíptica y abrumadora, y nos lleva a la ruina total.

Hilando fino es posible sostener una hipótesis en la cual Mafia y Fascismo, aunque no lo parezca, son poderes complementarios, y que en la Argentina tiene un carácter dependiente por la influencia de las élites dominantes. Casi podría decirse que tienen ampliaciones recíprocas. Por eso Milei y Macri no se terminan de pelear,(El fascismo de Milei y la Mafia de Macri). Esto es que un poder contiene al otro y son reversibles porque son expresiones del impulso de quienes quieren permanecer en el poder a toda costa. Ambos comparten, aunque se recelan entre sí, en «mandar» antes que persuadir.

O sea son poderes que tratan en todo momento de combatir la emancipación de ideas.

Por eso Macri pasa a ser importante, llegado el caso, a bloquear el juicio Político a Milei.

Pero más allá de eso el daño institucional que le produce este hecho inédito de corrupción, es que Argentina pasa a ser un  país No confiable, que la máxima representación política e institucional en su figura haya sido EL PARTÍCIPE NECESARIO para el inicio de la acción delictual. Y no quiero imaginar cuando se empiece a desplegar el mecanismo de los 37 Juzgados  de distintas ciudades de EEUU, donde se ha depositados las denuncias de los damnificados por este hecho de corrupción internacional fomentado e inducido nada menos que por su propio Presidente.

Sujeto este que no puede argüir que no estaba informado por eso se equivocó. Nada de eso. Existen pruebas grabadas donde el mismo se publicitaba como un especialista en criptomonedas dando cursos donde cobraba por los mismos así como cobraba las «candidaturas» en su campaña electoral.

Es tan bochornoso lo sucedido que en medios del caos e incertidumbre que vive la sociedad, que existe el peligro de banalizar este hecho inédito y no tomar en cuenta que estamos en manos de estafadores seriales, de represores de jubilados, casi cobrando cada policía  por una mayor cantidad de golpes a ver si consiguen un ascenso. Pensar que hasta en la dictadura las Madres de Plaza de Mayo hacían la ronda de los jueves sin problemas. Mientras que aquí la impresentable Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich Jonhy Walkers, se regocija con cada represión  como si ella no tuviera o tenido padres mayores de edad.

No cabe duda , Javier Milei es el hijo «bastardo» de la política, que en sus momento de crisis vomita de sus entrañas personajes maléficos que según las épocas defienden los intereses, antes de los feudales, ahora de las oligarquías tecno-financieras.

Milei es un emergente de un capitalismo totalitario que durará hasta que perciban que ya no le es funcional y lo reemplazaran por otro igual o peor, mientras que no solo en Argentina, los conceptos de Nación y Democracia se convierten en un eje de relatos, que defendidos por distintas facciones de clases, o políticas apelan a los sumergidos y desesperanzados, y lo cual no hay que olvidar, una gran parte de la sociedad que vive en la «reposera intelectual» dejando que el tiempo escriba la historia, renunciando a protagonizarla como ciudadano de verdad.