Director: Claudio Gastaldi
Concordia
lunes 16 de septiembre de 2024
Nota escrita por: Ricardo Monetta
miércoles 21 de agosto de 2024
miércoles 21 de agosto de 2024

Fabián Rogel o el largo camino a una candidatura futura

El actual diputado provincial de la UCR, conocido por su trayectoria y aspiraciones políticas, vuelve a estar en el centro del debate tras su reciente visita a Concordia. Monetta repasa las declaraciones de Rogel, su visión crítica del radicalismo actual, y no duda en recordar los momentos más controvertidos de la historia política argentina, cuestionando el camino elegido por el dirigente para construir su futuro político.

El diputado provincial Fabián Rogel de la UCR estuvo en Concordia el fin de semana pasado con motivo de presentar un libro titulado: «El Radicalismo Hoy, Mañana y Siempre: Crónicas de 40 años de Democracia Continua».

Lo conocí en ocasión de otro libro sobre el problema de la energía y la crisis del petróleo en Argentina. Siempre tuvo aspiraciones a la Gobernación que no pudo concretar. Es inteligente y tuvo varios puestos políticos, además de ser convencional constituyente y presidente del bloque de la UCR.

Él mismo dice que su libro tiene una visión crítica. También proclama que es una persona «seria y decente», como un autor de referencia cuya valoración le corresponde a terceros.

Sostuvo que la dirigencia actual del radicalismo pertenece a una camada muy voluble. También afirma que la crisis por la que pasa hoy la Argentina, que ha llevado a la aparición de Milei, es producto de «la desorganización que tenemos los radicales y el perjuicio que le hizo el peronismo». Afirmó también que el triunfo del Dr. Azcué en la intendencia fue por el cansancio de muchos años de peronismo en Concordia. Es muy posible. Lo que le restaría valor electoral al actual intendente es que fue el cansancio de la gente, y no las propuestas del actual jefe de gobierno municipal, lo que impulsó su victoria.

Luego se refirió al actual gobernador Frigerio, justificando que tiene «una franja de terreno al sur de la provincia, en Villa Paranacito», reconociendo que no es de la provincia. Afirmó que Frigerio, siendo ministro del Interior en el gobierno de Macri, ayudó a mucha gente de esta provincia. Yo le agregaría también que facilitó un préstamo multimillonario en dólares a la gestión del entonces gobernador Bordet, que lo pagará el pueblo entrerriano, por supuesto.

¿Y la «comisión» de la tramitación del préstamo? Dice que la aparición de Frigerio «ha sido un fogonazo de aire fresco» para sacar a la provincia de esta quietud en lo productivo.

Yo le recuerdo, por si no sabe, estimado Fabián, que Rogelio Frigerio es un experimento del Grupo Clarín, con Héctor Magnetto a la cabeza, que le prometió al padre de Rogelio, un desarrollista puro, que «lo iba a hacer presidente, pero primero tenía que ser gobernador». Y los tiempos políticos de Entre Ríos, de vaciamiento de candidatos de «raza», más el financiamiento empresario, les dio la oportunidad.

Fabián Rogel le imputa al peronismo la decadencia política en el orden nacional, con repetidas crisis en gobiernos justicialistas. Con el «menemismo» estaríamos de acuerdo en que fue donde arrancó el «neoliberalismo depredador», que ahora repite casi como un espejo Javier Milei. Pero Rogel sufre una amnesia política «lacunar» cuando se olvida de la peor crisis social y económica, con 39 muertos y una fuga histórica en helicóptero desde los techos de la Casa Rosada. ¿O no es cierto? Un gobierno piloteado por radicales, que recibió la brasa maldita del menemismo, pero decidió continuar con la «hoja de ruta» del menemismo sin cambiar una sola coma. De la Rúa entregó lo que quedaba, luego de una década de demolición deliberada. Hay que recordar a la gente que Fernando llegó a la presidencia a través de una operación política pactada con Mariano Grondona y el «Círculo Rojo», que tenían que convertir en realidad a un presidente de ficción. Un hombre al mando de un país que hacía muchos meses andaba sin rumbo. Y el lugar de lanzamiento fue «Hora Clave», en Canal 9, donde apareció un día 6 de septiembre de 2001 como un hombre motivado, firme, sólido y tratando de ser eufórico. Y pasó lo que tenía que pasar: reinaba otra vez Cavallo, con el padrinazgo del FMI (más deuda) y del Banco Mundial, regresando el ministro con superpoderes, después de 5 años estando al lado de Carlos Primero. La segunda versión de «Mingo» prometía sacar el Titanic a flote, pero en lugar de frenar el desastre inminente se puso al hombro la subasta del país, ante la mirada impasible de De la Rúa, todo en nombre de la banca. Corralito, crisis económica, 39 muertos, corralón y… después.

Luego lo acorraló la corrupción en el Senado, por la cual «Chacho» Álvarez renunció. La famosa Banelco precipitó el final. Hubo quienes no soportaron la ignominia, como el mendocino Genoud, y se suicidaron.

Todo esto y la traición de las convicciones de Hipólito Yrigoyen y Leandro Alem arrojaron a los perros la honra del radicalismo en la Convención de 1998 en Gualeguaychú, aliándose como furgón de cola a lo más rancio de la derecha macrista, inaugurando el tercer período del neoliberalismo.

Como ve, estimado Fabián, no se construye una candidatura con omisiones verdaderas de la historia. Le deseo mucha suerte en esta campaña. Pero recuerde que la memoria de la gente, y sobre todo de algunos periodistas, no tiene fecha de vencimiento.