«Conforme a lo establecido por la Convención Colectiva de Trabajo homologada por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, bajo el número 179/91 y Actas de Acuerdo sucesivas, queda conformado el salario para todos los GUARDAVIDAS, cuya jornada laboral es de seis horas diarias o treinta y seis semanales, no pudiendo excederse la misma», el salario básico a febrero de 2025 es de $ 970.000 a lo que se suma otro ítem, actividad riesgosa, de $ 485.000, y un presentismo de $ 67.900. En total, $ 1.5222.900. (https://www.sugara.com.ar/noticias/documentos/doc254_Escala%20Salarial%201-ENERO-2025.pdf).
Sin embargo, en Colón, los guardavidas reciben aproximadamente un tercio de esa cantidad. Los encargados de las termas ganan $540.000 al mes, mientras que los que trabajan en las playas perciben $650.000. En este contexto, Liliana Cretton, delegada del Sugara en Colón, expresó que los salarios son «extremadamente bajos» en comparación con los de sus colegas en la costa atlántica. «No llega ni a la mitad», señaló.
Cretton sostuvo que hace cuatro años que prácticamente no hay representación sindical de los guardavidas en esa ciudad. «Los compañeros que estaban hicieron poco y después abandonaron. Uno de los chicos se fue a Brasil y el otro chico no sé que pasó y quedo un stand-by de dos años colgado», dijo Crettón.
En ese momento, se reunieron todos los guardavidas de las playas y los que trabajan en las termas para reclamar por un incremento salarial. Crettón recordó que la municipalidad de Colón, conducida por el vecinalista José Luis Walser (quien pegó la boleta con la de Rogelio Frigerio en las elecciones de 2023), optó por despedir a todos los guardavidas de las playas y traer personal de Concordia y de Buenos Aires.
Crettón sostuvo que hace dos años que no la dejan trabajar en la playa por reclamar y no quedarse callada. «Me hicieron persecución laboral, no me dejan laburar. A mi compañero, Matías Castillo, le hicieron lo mismo, lo acusaron de haberse robado elementos de trabajo y nada que ver», expresó. Crettón sostuvo que el motivo real que sustentaba las acusaciones del Director de Playa a su compañero, en realidad, era el reclamo salarial que ellos estaban llevando adelante.
Recientemente, el municipio acordó darle un plus de $ 50.000 a los guardavidas de playa, pero no se hizo extensivo a los de las termas. Lo que cabe mencionar es que algunos socorristas de las termas son empleados de la Caja de Previsión y Jubilaciones de la Municipalidad y otros del municipio. Por ello, en algunas cuestiones les hacen saber que pertenecen a la Caja y, en otras, al municipio, dependiendo de lo que más convenga en ese momento. Cretton sostuvo que, más allá de que sean empleados de la Caja o del municipio, cumplen la misma función.
A su vez, Cretton les explicaba a los guardavidas que sin su apoyo, el sindicato no funciona. El 2 de noviembre pasado, salieron electos Crettón y Castillo como delegados de Sugara. «Nos empezamos a mover lo más que pudimos hasta el 2 de diciembre, cuando empezó la temporada. Cuando empezó, se paró un poco porque no teníamos apoyo de los chicos», acotó.
Lo que termina sucediendo es que los guardavidas renuncian. «Tendríamos que ser 30 o 35 guardavidas pero no sé cuantos somos ahora. En Playa Sur hay dos torres tiradas. No estamos cubriendo Playa Canina y Playa Honda. Y en la zona norte creo que pasa lo mismo, No estamos cubriendo la última playa (Punta Colón)», remarcó. «No se cubre porque no hay guardavidas. Dentro de la temporada renuncian por lo mal que se trabaja», dijo. Además, resta poco para que finalice la temporada fuerte. Termina después en la primera semana de marzo, transcurrido el fin de semana largo de Carnaval.
No solo hay quejas por los salarios. Cretton sostuvo que desde noviembre pasado vienen reclamando una reunión con el municipio, pero se niegan al mismo. La delegada sostuvo que lo que sucede es que las condiciones para trabajar son esas y, si no les gusta, llaman a otros guardavidas de afuera. «Siempre es la misma problemática y siempre la misma contestación. No nos quieren dar lugar al diálogo», remarcó.

Cretton sostuvo que el municipio no quiere reconocer al Sugara como interlocutor sindical. «El municipio tiene dos sindicatos que nunca reclamaron ni van a reclamar. Ate está a favor del gobierno actual y el otro, el Sitram (Sindicato de Trabajadores Municipales), si bien están disconformes en muchas cosas, tampoco les reclaman», indicó. Y eso se debe a que no son reconocidos como empleados municipales. «No nos dejan modificar la ordenanza para entrar en el municipio», expresó. «No nos quieren reconocer como guardavidas. Y nos quieren comparar con trabajadores municipales que barren las calles».
Si lograsen ingresar al escalafón, cambiarían desde el aspecto salarial, les reconocerían los años de aportes para poder jubilarse («hay gente que hace 30 años que esta laburando de lo mismo y no se puede jubilar»), podrían utilizar la obra social, ya que actualmente no la pueden usufructuar y tendrían estabilidad laboral. «Hay chicos que hace cinco o seis años que trabajen en termas y siguen contratados. No tienen seguridad, ya que cada dos o tres meses les renuevan el contrato», expresó.
Cretton sostuvo que arrancan la temporada sin saber que contrato iban a firmar. «Empezás a trabajar y a los 20 días pasa el encargado de playa para que los firmes, así de unas nomás. Te hacen firmar y no te dan una constancia del contrato. Si se la pedís y se la pedís, es como que te ponen en la mira. Y el año que viene te hacen la cruz y no entrás más», dijo. «Pero esto no es solo en Colón, pasa en muchos lados», remarcó.