Luego de las empanadas, el libertario insistió con la premisa de respetar el déficit cero, uno de sus caballitos de batalla algo que, por lo que sucedió luego no pareció dejar contentos a algunos de los participantes.
De hecho, vale destacar que los gobernadores del PRO que participaron del cónclave, reclamaron las deudas del Gobierno central con las provincias y por obras públicas de infraestructura, y se marcharon sin dar declaraciones.
“El Presidente explicó el rumbo económico y las medidas que tomó el gobierno para bajar la inflación y bajar el riesgo el país. Hubo coincidencias entre el Presidente y los cinco gobernadores con respecto a la oportunidad histórica de generar mayores inversiones y aumentar el comercio de las provincias y la Argentina con el mundo”, agregaron.
Fue la segunda vez en la semana que el Presidente se reunió con mandatarios provinciales. El lunes, cenó en la Quinta de Olivos con los gobernadores dialoguistas Raúl Jalil (Catamarca), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Gustavo Sáenz (Salta) y Hugo Passalaqua (Misiones), en su mayoría referenciados el peronismo. Las invitaciones no fueron casuales: los diputados que les responden ayudaron a Milei a mantener el veto a la ley de Financiamiento Universitario.