LOS AÑOS DE IMPUNIDAD, SUS MENTORES…
Mucha agua bajo el puente en todos estos años. Aquellos jóvenes Mileistas que creen que la historia es un cine continuado que comienza cuando ellos irrumpen y, por tanto, insensibles a conocer lo que debimos hacer para llegar ilesos hasta aquí, o sea, a conocer nuestra historia como pueblo, debemos decirles que, el mismo canto de sirena que reciben hoy, tiene parecidos a los que intentaron con nosotros pero sin lograrlo. Veamos
Antes de irse, los dictadores y más específicamente Reynaldo Bignone promulgó en septiembre de 1983, la “ley de autoamnistía”. Buscaba impunidad para los genocidas de la última dictadura militar.
La lucha de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo (maltratadas, difamadas como “las locas”) acompañadas por un pueblo que cada vez fue mas consciente y comprometido, sumado a un Presidente, Raúl Alfonsín, que honró su compromiso electoral al conformar la CONADEP presidida por un intelectual como Ernesto Sábato, desbarató la movida militar y logró enjuiciar a las Juntas Militares que usurparon el poder desde 1976 hasta 1983.
Gracias al cumplimiento de ese compromiso fue que el 9 de diciembre de 1985, un tribunal dictó sentencia en el juicio a las Juntas Militares. Cinco de los 9 integrantes de las juntas fueron condenados por llevar a cabo un plan sistemático de exterminio en el marco de la dictadura cívico-militar desde el 24 de marzo de 1976.
El tribunal consideró que las juntas militares habían elaborado un sistema represivo ilegal, que incluyó la comisión de «gran número de delitos de privación ilegal de la libertad, a la aplicación de tormentos y a homicidios», garantizando su impunidad. El fallo, en su punto 30, ordenó también enjuiciar a todas las personas que tuvieron responsabilidad operativa en las acciones criminales probadas en el juicio.
LOS ASESINOS PUSIERON EN MARCHA LA SEGUNDA ETAPA DE LA IMPUNIDAD
En efecto, confirmada la condena a : Videla y Massera fueron condenados a reclusión perpetua con destitución. Viola, a 17 años de prisión, Lambruschini a 8 años de prisión, y Agosti a 4 años y 6 meses de prisión; todos con destitución. Los integrantes del último tramo de la dictadura, esto es, Graffigna, Galtieri, Lami Dozo y Anaya fueron absueltos.
A partir de aquí comenzó la revuelta militar de aquellos que, tal lo ordenado por el fallo en su punto 30, tenían las manos pintadas con la sangre de sus victimas. Fue así que en abril del año 87, los militares sublevados contra el gobierno de Raúl Alfonsín (Aldo Rico capitaneó la revuelta) pretendían impunidad y lograron, a punta de pistola, imponer las leyes de Obediencia Debida y Punto Final que, básicamente exculpaba a los subalternos de los delitos cometidos. Algo así como “si un superior te manda matar a alguien vos pasas a ser algo así como un robot que no tiene mas opción que cumplir la orden”.
A todas luces un disparate sustentado NO en la razón sino en las fuerza de las armas apuntadas contra el pueblo que, masivamente salió a la calle en defensa del presidente y la democracia. El peronismo, en ese momento oposición, estuvo al lado de Alfonsín defendiendo la democracia. Los radicales no deberían olvidar aquel gesto que salvó la democracia.
LA TERCER MOVIDA QUE LOGRO IMPUNIDAD
Tuvo lugar el 3 de diciembre de 1990, fue impulsada por Seineldín, terminó en un baño de sangre con militares aliados y rebeldes muertos y con la derrota carapintada. Tres semanas más tarde, Menem indultó a los comandantes de la dictadura condenados en el juicio histórico de 1985, y a Mario Firmenich, ex líder de Montoneros.
Así finalizaba el Siglo XX, IMPUNIDAD para peligrosos asesinos seriales.
13 AÑOS DESPUES, NESTOR Y CRISTINA DIERON GOLPE DE MUERTE A LA IMPUNIDAD DE LOS ASESINOS… es parte del odio contra ellos
Las sucesivas crisis del neo-liberalismo, primero el de los dictadores capitaneados por Martínez de Hoz, luego el Plan Austral de Sourrouille así como el de la convertibilidad de Menem, De la Rua y Cavallo, fueron valiosa experiencia popular que, Néstor Kirchner como presidente aprovechó para dar vuelta la tortilla de manera definitiva.
Y lo hizo desde lo simbólico hasta lo concreto. Ya en su discurso de asunción mostró ser distinto dijo que provenía de “una generación diezmada, que lo dio todo sin recibir nada”. Casi un año después, un 24 de marzo del 2004, “el flaco” dio la orden: “Proceda”, le dijo Kirchner al titular del Ejército, Roberto Bendini, que no tuvo mas remedio que bajar cuadros de dictadores como Videla. Ese hecho impactante ocurrió durante el acto que recordaba los 28 años del golpe de Estado de 1976.
Poco tiempo después se reabrían los juicios de lesa humanidad que, hasta el día de hoy continúan con alrededor de 1200 condenados.
LA IMPUNIDAD NO DUERME
Nada de todo esto bastó ya que apenas llegado Mauricio Macri al poder político una de sus mas destacadas acciones fue la de meter jueces a la Corte por la ventana y luego introducir el 2×1 que logró no solo un repudio unánime de la sociedad, sino que provocó una de las manifestaciones de repudio mas multitudinarias que se tenga memoria, en actos vinculados a los DD.HH. una manifestación que superó el medio millón de personas.
NO HUBO GUERRA, FUE UNA CACERÌA ( IN) HUMANA ATROZ
El enorme apoyo de la sociedad argentina a los DD.HH. así como el conocimiento internacional de lo ocurrido en esta geografía en esos años de terror, desbarató el discurso de los dictadores que pretendían hacernos creer que la sangría que provocaron era guerra. Por suerte para la humanidad toda, por aquellos años no existía la post-verdad y los habitantes de este país aún se conmovían por el dolor ajeno. No se contentaban como hoy por despidos masivos, no aplaudían ese hecho, tampoco justificaban que familias enteras vivieran en la calle.
De allí que, lejos del discurso que quiso instalar la dictadura y la prensa que silenció el horror en cuanto a que en este país hubo una guerra contra la subversión la falsedad quedó expuesta del comienzo al fin. Aquí no hubo guerra, hubo una cacería inhumana.
Los ejemplos más acabados de esta afirmación los tenemos aquí en Concordia. Los tres jóvenes desaparecidos fueron parte de esa cacería (in-humana). No estaban armados, no se produjo un enfrentamiento, fueron apresados por fuerzas de seguridad en horas de la madrugada, a la luz del día o cumpliendo el servicio militar en el Regimiento 6 de Concordia.
Sixto Zalasar, obrero ferroviario de apenas 27 años, militante gremial, a quien secuestraron, luego de allanar su vivienda en horas de la madrugada generando el terror en esa familia y en el vecindario, fue torturado en la jefatura de policía y nunca mas se supo de él a pesar que el Obispo de entonces, Monseñor Rosch pidió por su vida.
Julio Solaga, otro concordiense de apenas 25 años a quien secuestraron a plena luz del día en la intersección de calles Salta y D. P. Garat. Un mural realizado por el artista plástico Nicolas Pasarella recuerda ese violento episodio en una de las paredes de calle Salta, desde donde este domingo parte una manifestación hasta Plaza Urquiza. El secuestro de Julio ocurrió 6 meses después de la detención-desaparición de Zalasar.
Jorge Papetti cumplía el servicio militar en el Regimiento 6 de caballería Blandengue que por aquellos años estaba a cargo de Naldo Dasso ya fallecido y condenado a cadena perpetua ya que, no solo participó del secuestro de un conscripto a su cargo, sino que era el jefe de esa asociación ilícita que secuestró, mató y torturó a sus victimas. Dasso representaba el terror en Concordia.
Demostrado, aquí en Concordia al menos, el RELATO de la guerra, ciento por ciento falso.
La mayoría de estos delincuentes y asesinos hubiesen fallecido sin condena o estarían disfrutando la libertad si no fuera por “el curro de los Derechos humanos”, frase horrible con la que ensucian la lucha y la memoria social, además de pretender enlodar a Néstor y Cristina que fueron presidentes que no negociaron con los criminales e hicieron valer la consigna de Memoria Verdad y Justicia que animaron todos los organismos de Derechos Humanos y nos mostraron ante el mundo como un país respetuoso de la vida y la justicia.
Como acaba de alertar la diputada Donda (victima de aquella tragedia), ahora se proponen repetir aquella sangrienta historia. Acaban de torturar y amenazar a una militante de HIJOS; le intervinieron el teléfono a Estela de Carlotto y en Concordia 2 x 3 se repite la desaparición del cartel que recuerda que en el Regimiento 6 fueron torturadas y secuestradas personas que siguen desaparecidas.
Para no repetir la historia, conocerla y recordar que, existen actores a los que NO debemos olvidar. No será tan difícil, todos llevan la “M” de… Martínez de Hoz, Menem, Macri y ahora Milei que va mas allá y nos propone volver a ser Colonia. No olvidar que fueron ellos los que impulsaron la impunidad o pretenden repetirla.
Ese recuerdo nos ayudará a seguir siendo un faro para el mundo civilizado.
Vamos compañeros
A seguir luchando que estos también van a terminar en el inodoro de una cárcel común
Dani
Y Firmenich y cia premiados con puestos en el extranjero. Muy bien, déjense de embromar. Contemosla completa
Memorioso
Como siempre Gastaldi, con alambicadas elucubraciones pretende sumar confusión y sembrar un manto de piedad sobre el oportunismo de muchos. Cuando un ciudadano de a pie habla del curro de los DD.HH. se refiere a quienes, como sus idolatrados Nestor y Kristina por ej, se apropiaron de los DD.HH. para hacer negocios ellos y sus secuaces. O es que acaso no se entregaron resarcimientos históricos a guerrilleros, o no fue un curro lo de la Ebe «madre de la patria», o la Universidad, los sueños compartidos. Con ese accionar bastardearon una lucha de muchos que lo pregonaron se sintieron asqueados por los negociados que se hicieron en nombre de la Memoria, Verdad y Justicia. No es negacionismo, es reacción ante una estafa social que montaron a partir de los DD.HH. . Que dicho de paso, son para todos, no para unos privilegiados.