La Casa Hogar u Hogar de Tránsito, ubicado en calle Sarmiento, está preparada para recibir a 20 varones o mujeres pero en ocasiones, se puede estirar hasta 25 acomodando los espacios con los que cuentan.
Pero, transcurrida las inundaciones de fines del año pasado y durante el mes de mayo pasado, quedó el galpón ex Bagley con 25 boxes separados donde se alojaron a algunas familias. “Quedó como espacio de contención porque sabíamos que nos íbamos a quedar cortos”, dijo. Allí solo se reciben hombres.
Dzuryk sostuvo que no precisan ningún requisito: simplemente poder acreditar su identidad. Se aloja a cualquier persona que no tenga techo que esté padeciendo alguna situación de vulnerabilidad social.
“Como en todas las partes del mundo, el Hogar de Tránsito tiene un horario”, dijo. No se guardan los lugares y los lugares se reparten por orden de llegada. Los varones ingresan a las 18 y las mujeres a las 17. Se hace una requisa por parte de la Guardia Urbana. Se les toma las huellas digitales y la documentación queda en manos de las personas que se alojan y no de quienes controlan los ingresos dado que tanto el ingreso como el egreso es voluntario: quien quiera puede irse en cuanto lo desee. Además se les ofrece agua caliente, elementos de higiene y toallas, además de alimentos. A las ocho de la mañana, tras tomar un desayuno, vuelven a la calle.
La mayoría de las personas que acuden tiene trato cotidiano con quienes trabajan allí y son alojados crónicamente en la Casa Hogar ya que no tienen recursos ni familiares que los asistan. Pero hay situaciones excepcionales. Por ejemplo, una mujer cuyo esposo había fallecido recientemente. En un momento dado, se encontró con que le habían vendido la casilla en la que vivía con su pareja. “Estuvo 15 días hasta que cobró su sueldo (es pensionada y además trabaja) y pudo alquilar una pensión”, dijo. Otro caso fue el de dos jóvenes que fueron traídas por personal de la Comisaria 1°. Eran de la provincia de Chaco. Habían venido a Concordia porque una de ellas conoció a alguien por las redes sociales. “No sé qué pasó; era una estafa. Se las alojó y tenían pasaje para volverse al Chaco. Estuvieron dos días”.
En tanto, en la ex Bagley hay otras 25 personas. “Se instalaron calefones eléctricos, se acondicionó con lo que se pudo pero entre la calle y la Bagley… son dos opciones fuertes. En las casillas están peor”. La Bagley tiene ese problema es un galpón que lo acondicionó lo mejor que pudo. ¿Está en las mejores condiciones’ No claramente, pero sí tienen agua caliente y calefones eléctricos”, indicó. Son dos que fueron donados por el diputado provincial Marcelo López pero anteayer se quemó uno. “Los dejan prendidos, hacen mal uso”, dijo.
Pero cabe acotar que también hay otras instituciones como Cinco Panes, la Gruta De Lourdes y la Casa de Lázaro que dan cobijo a quienes no tiene donde vivir. En la municipalidad no saben cuantas personas se alojan allí.
En cuanto a quienes se niegan a ser alojados, dijo que muchos padecen problemas de salud mental. Mencionó el caso de una persona indigente muy conocida que suele rondar la zona de Concejal Veiga, Vélez Sarsfield e Ituzaingó. Estuvo en Sala 8 varias veces. Tiene un cuadro complejo que incluye retraso mental y esquizofrenia. “Lo charlamos, lo hablamos pero se quiere ir y ¿yo que voy a hacer? Si no lo dejo salir, me denuncian por secuestro o privación ilegítima de la libertad”, indicó. Y remarcó que la libertad individual está regida por el artículo 14° de la Constitución. “Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos… entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino…”.
El verdadero problema es la necesidad de internación psiquiátrica pero son voluntarias o solicitadas por familiares. La persona mencionada ya estuvo internada y no quiere volver a estar encerrado. “Yo no lo puedo obligar que se vaya a internar”, dijo. El Jefe del Servicio de Salud Mental tampoco puede obligarlo, según le explicó a Dzuryk. En consecuencia, duerme con una frazada porque la municipalidad se la entrega al igual que la comida.
A fines de junio falleció José Daniel “Lulo” Medina, una persona en situación de calle, en el barrio Cabo 1° Sendrós. Solía dormir en un auto en la estación de calles Vélez Sarsfield y Diamante. “Estaba en una estación de servicio y uno de los empleados le había dado el auto y por años durmió. Después el dueño de la estación no le gustó y lo sacó. Fuimos cinco veces, fue Cinco Panes, fue Lourdes a intervenir pero nunca quiso salir. Nunca estuvo en la Casa Hogar. Era no y no y no y se ponía mal”, dijo.
A su vez, Dzuryk recordó haber id a dialogar con un persona en situación de calle en la plaza 25 de Mayo que tenia drogas en su poder. De hecho, esta judicializada por ese motivo. Y remarcó que al Hogar no se puede ingresar con estupefacientes. Y sostuvo que por ese motivo solicitan la documentación ya que “hay de todo”, en referencia a quienes llegaban pero sin nada que los identifique y tampoco se acordaban del número del DNI. Dzuryk dijo que el refugio no puede convertirse en un “aguantadero”. Menos aún, que en algún momento se produzca alguna situación irregular y, por ese motivo, suceda un allanamiento policial. Es la imagen del gobierno municipal la que se pone en jaque si eso sucediese.
La encargada del refugio le pidió a la ciudadanía que llame al 101 o al 107. Si bien el municipio puede intervenir con la Guardia Urbana, la Policía tiene más alcance, más autos y personal especializado con un protocolo preestablecido para tratar en esos casos. Por ello, Dzuryk expresó su agradecimiento al Comando Radioeléctrico que colaboran con el servicio ya que por normativa, no pueden subir a los móviles a persas que no tengan pedido de captura. Y sostuvo que el personal de Emergencias (107) no interviene sino acude la Policía previamente por temor a que se pongan violentos y tengan un arma blanca.