A simple vista, el camión llevaba un cargamento de cebollas que estaba dentro de la documentación presentada por el conductor de rodado. Pero, al controlarla de manera minuciosa, los gendarmes detectaron bolsas con cobre que no figuraban en los documentos.
Ante esa situación, ordenaron descargar las bolsas y descubrieron un total de 28.800 kilos de cables, bobinados y tubos metálicos.
Intervinieron el Juzgado de Instrucción de San Vicente y agentes de la Dirección General Impositiva (DGI) que dispusieron el secuestro de la mercadería no declarada con un avalúo de 201.600.000 pesos.