Director: Claudio Gastaldi
Concordia
lunes 16 de septiembre de 2024
Nota escrita por: Ricardo Monetta
miércoles 3 de enero de 2024
miércoles 3 de enero de 2024

Javier Milei: El Flautista de Hamelín al Revés (Parte Dos)

En la primera parte de esta nota, explicábamos cómo, quiénes y por qué construyeron una serie de proyectos de leyes para desmembrar toda la arquitectura económica jurídica del funcionamiento del Estado Nación que representa a la Argentina. Más allá de todo el avasallamiento de las normas que regulan la economía y la política de nuestro país, está el inconfesado propósito de promover el ingreso de dólares a como sea, para dolarizar las ganancias monopólicas generadas. Con este objetivo, el gobierno buscó un ajuste externo de shock, a través de una mega devaluación brutal para frenar las importaciones y aumentar los saldos exportables futuros en busca de un superávit de la balanza comercial acelerado. Consciente de que ello incluye derrumbar los ingresos reales de los sectores medios y bajos a través de un fogonazo inflacionario para contraer de manera abrupta la demanda interna (tanto privada como pública). Esta es una condición necesaria para el objetivo de superávit externo.

Luego le sigue un ajuste fiscal recesivo para consolidar la estanflación y acelerar la caída del consumo interno, dinamizar la llegada de dólares especulativos al país a través de la bicicleta financiera y las privatizaciones y, a mediano plazo, DOLARIZAR LA ECONOMÍA.

Se buscará que esto sea en el momento de pico máximo de desigualdad social y menor ingreso real en los sectores populares con el fin de estabilizar el modelo a largo plazo. ¡O sea llegar a la Paz de los cementerios!

Por eso, para cumplir con el primer objetivo de aumentar el margen de ganancias de los sectores concentrados de la economía, el gobierno impulsa la liberación de todos los precios regulados, desmantelando todos los controles y regulaciones existentes. Estas medidas habilitan al capital concentrado para aumentar sus precios por ENCIMA de los costos (aprovechamiento mafioso), maximizando ganancias bajo la premisa de «precios libres y salarios reprimidos». Por eso, la estrategia de beneficiar al capital concentrado es el motor de la «estanflación».

A esta altura, estoy seguro de que Ud. no podrá contener la indignación compartida por muchos miles que están sufriendo en carne propia este experimento de este «títere» del Capital Internacional. Sigo.

El impulso de la inflación monopólica a través de la liberalización de precios, que se suma a la ya existente, se traslada a las pymes y comercios, que no pueden trasladar todos los aumentos de costos a precio debido a la fuerte caída del consumo interno. Este efecto produce un cierre masivo de Pymes (por caída de precios y de márgenes de ganancias) y mayor concentración y extranjerización del capital. Esta película ya la vivimos con Macri, que destruyó 25.000 Pymes de la noche a la mañana.

Para cumplir su segundo objetivo de dolarizar las ganancias generadas por los monopolios, el gobierno impulsa el ingreso de dólares a través de los canales del superávit comercial y la «bicicleta financiera». El primer canal requiere una fuerte baja de las importaciones junto a un incremento en los saldos de exportación de granos. Para lograr este cometido se proponen hundir el consumo interno que esperan lograrlo con la licuación de los ingresos reales generada por el proceso inflacionario creado ADREDE. Esto consolidaría la Estanflación.

Por último, el plan señala que en el corto plazo las consecuencias serán la caída estrepitosa de las fuentes de trabajo, fuerte caída del consumo interno, ayuno obligado a los jubilados, cierre de pymes, más pobreza, más desigualdad que inexorablemente, si no se reacciona a tiempo, la Justicia y el Congreso estaremos a las puertas de un conflicto social de impredecibles consecuencias.

Y como frutilla del postre y como una muestra de la desvergüenza de este gobierno, se le acaba de transferir la disponibilidad del Fondo de Sustentabilidad del de Garantía del ANSES, que es un fondo de capitalización que creó Cristina Kirchner para respaldar el pago a los Jubilados en épocas de crisis. Son nada menos que U$S 76.000 millones de dólares. Aves rapaces si las hay. Lo único que falta es que el Presidente decore como hizo Menem y Cavallo concediéndole distinciones diplomáticas a los yanquis David Mulford y Willan Rodhes por servicios a la Nación. Mulford, secretario del tesoro de Bush, recibió la Orden de Gran Cruz de Mayo en el grado de Gran Oficial. (¡Perdón San Martín!) William Rhodes, Jefe del Comité de Bancos Acreedores, que fueron los que ayudaron a socializar la deuda privada, estatizándola y luego que la Nación Argentina se haga cargo de «honrar» la deuda de los privados.

¿Qué tal si Milei les otorga la Cruz de la Vergüenza en honor al Mérito de saquear a la Nación Argentina? ¡Será Justicia, o no será nada. Será Patria o no será nada!