Durante el quinto mes del año, la canasta básica total (CBT), que establece el umbral de la pobreza, aumentó un 7,2%. Así, una familia tipo de cuatro integrantes necesitó $217.916 para no ser considerada pobre.
En tanto, la canasta básica alimentaria (CBA), que define la línea de la indigencia, marcó también un incremento del 5,2%, por lo que ese hogar requirió de $99.053 para cubrir las necesidades alimentarias básicas de subsistencia.
De acuerdo al último informe del INDEC correspondiente a mayo del 2023, la variación de las canastas en su medición interanual se ubicó por encima del índice de inflación, que subió 114,2%.
En concreto, la línea que mide la indigencia subió 5,2% en mayo y tuvo una aceleración de 122,6% interanual, mientras que la evolución de la canasta que fija el umbral de la pobreza fue de 7,2% en el quinto mes del año y acumuló una suba de 118,6% interanual. De esta manera, acumulan en 2023 incrementos del 47,4% y 42,9%, respectivamente.