La situación económica de Concordia venia deteriorándose cada vez más a consecuencia del declive de la convertibilidad. En 1999, la desocupación a nivel nacional era del 15 % pero Concordia ya tenía el 20 % de su Población Económicamente Activa sin trabajo. En 2001, las cifras habían empeorado. “Concordia siempre fue un símbolo para políticos y técnicos de la estadística: la ciudad con más pobreza y desempleo de la Argentina. En la crisis de 2001 tenía más de 55% de pobreza y un 20% de desocupación. Los números parecían ‘fáciles’ de explicar: sin trabajo era difícil comer y sobrevivir”, se señala en ‘La Izquierda Diario’ en una nota de marzo de este año.
Ramón Cabrera, en aquel entonces militante del MTL (Movimiento Territorial de Liberación), hoy enrolado en el Frente Surge, recordaba que en aquellos momentos, los empleados estatales cobraban en bonos federales. “Lamentablemente cada vez que ibas a un negocio y lo querías cambiar te reconocían el 50 % y a veces menos. Era imposible mantener el sueldo. Esto llevo a que mucha gente se endeudara”, indicó. El deterioro económico llevó a que muchas familias no tenían qué comer. “Una cosa es contarlo y otra es vivirlo”. “Una nenita se murió porque no tenía pan para comer. Lo único que quería era comer pan. Estaban los médicos, los enfermeros que decían que ella le decía a la mamá que quería comer pan. Y eso ocurrió en Concordia. Cuando cuento estas cosas hasta ahora me emociono y me lleno de lagrimas”, indico Cabrera.
Leandro Pozzi, periodista de la revista de papel ‘Junio’ en aquel entonces y actual secretario de Condiciones Laborales de Agmer Central, indicó que el supermercado Maxi Total estaba clausurado. “Había cerrado unos meses antes. Forzaron la puerta, ingresaron, no sé si programado o espontáneamente pero en ese caso sin presencia policial”, dijo.
Juan José Simonetti recordó que los locales de esa firma comercial (antiguamente se denominaba ‘Los Gallegos’ en San Lorenzo y Diamante) estaban cerrados debido a que estaban atravesando un proceso de quiebra. “Había mercadería que teníamos en garantía. Nadie podía venderlo. Estaba como garantía de las indemnizaciones. Pero se venció todo. Nadie resolvía nada. Estuvo en custodia pero mucho tiempo. Todo lo que era yerba, alimentos; se venció todo”, indicó.
Al día siguiente, sábado 15, en horas de la tarde una multitud se hizo presente en San Lorenzo y Sarmiento para intentar ingresar en el otro supermercado de la misma cadena. Juan José Cornú, periodista radial conductor del histórico programa “A mi gente”, estaba presente en el local del ‘Maxi Total’ intentando mediar entre los manifestantes y la Policía. “Era un tiempo de ‘bolonqui’ generalizado porque las medidas económicas habían afectado a la sociedad en su conjunto pero habían golpeado a los sectores más vulnerables pero también a la clase media”, indicó. “Se venía viendo que algo iba a pasar. Es como que todos fuimos medio protagonistas, incluido nosotros que tenemos que contar que es lo que está pasando, describir, pero nos vimos afectados también”, remarcó Cornú. El periodista radial advirtió, al pasar, sobre los efectos del ajuste de la gestión económica del gobierno actual que está recayendo sobre los sectores bajos y medios de la sociedad. “Estamos en una situación muy parecida, al borde de algo similar. Y lamentablemente, como en aquel entonces no hay lideres para conducir, para llevar el reclamo a buen puerto”, dijo Cornú.
Pozzi sostuvo que el Padre Andrés Servín había aparecido en escena en Sarmiento y San Lorenzo para intentar ordenar y permitir que se entregue la mercadería. “La mediación de Servín evitó que terminase en una represión o algo por el estilo”, dijo.
Al día siguiente, el domingo 16, al mediodía se agrupó gente en el tercer local del Maxi Total que estaba en calle Laprida, entre Aristóbulo del Valle y San Martín, a la vuelta de la Plaza España. “Fue similar, entraron y se llevaron las cosas”, remarcó Pozzi.
Pero la agitación no cesaba. A la par de movimientos cerca de comercios de barrios en la zona noroeste, donde los propietarios estaban dispuestos a defenderse a los tiros si fuese necesario, la gente comenzó a mirar con atención el hipermercado Norte. Pozzi remarcó que ese domingo a la noche, espontáneamente la gente comenzó a agolparse a la sucursal de Eva Perón. Se fueron a la madrugada pero retornaron a primera hora del lunes. Había cerca de 5.000 personas, según las crónicas periodísticas. “En ese momento recuerdo que había policías de Gualeguaychú, de Victoria y de otras departamentales que se habían trasladado”, recordó Pozzi.
En el Hipermercado aparecieron algunos mediadores. Entre ellos, José ‘Chelo’ Lima, cabeza visible del movimiento de desocupados de los años 90 que se hacía llamar “Comandante” de un supuesto grupo armado (había aparecido en Crónica TV en el año 2000 convocando a la lucha armada). “Era difícil suponer que eso era organizado o que tan organizado era o él (Lima) apareció ahí, vio eso e intervino”, indicó.
Lima fue entrevistado en la revista Junio en 2001. “Nosotros no somos los responsables de las crisis… la hipótesis de que atrás de esto hay punteros del bustismo la descarto totalmente. Si los hubiera, los echaríamos… yo no me considero un enemigo de Jorge Busti y de Sergio Montiel, son caudillos que han sumido al pueblo entrerriano en la miseria…el pueblo cuando sale, lo hace espontáneamente, a la gente no la llevé alzada a ningún supermercado, la gente fue sola porque tiene hambre…me pidieron que hablar con el Jefe de Policía, que no haya represión. Tratamos de que no ocurran desgracias mayores, podría haber habido muertos en el hipermercado son la intervención nuestra”.
Justamente, Servín, fallecido en 2014, hizo alusión a si los reclamos eran espontáneos o hubo una intencionalidad detrás de los mismos. Mencionó en una nota publicada en la revista ‘Junio’ en diciembre de 2001 que desde noviembre de ese año venia escuchando “Padre, ¿Cómo vamos a pasar las Fiestas?”. Y en esa situación “muchos personajes han hecho pie”. “La gente fue porque le dijeron que se distribuían comestibles. No dijeron ‘vamos a saquear’, le dijeron vamos a distribuir 3.000 bolsas de comestibles”.
“Tenemos que distinguir bien. La gente que concurre porque le han mentido y la gente que se monta en una situación muy triste, muy trágica. Partamos de que hay hambre, hay necesidades durísimas pero eso no significa que haya sudo una movilización espontanea totalmente. En ese estado de cosas, las situaciones de violencia son previsibles. Si me gasto el día, me quedo tres, cuatro, cinco horas en el sol y no me quieren dar lo que me dijeron, entonces empiezo a cargar presión. En grupo, en la multitud es muy fácil llevar a la gente al matadero”, remarcaba el cura.
Tras varias deliberaciones, el gerente del hipermercado decidió repartir bolsas de alimentos. La entrega se hizo de manera ordenada pero, en un momento dado, desde un monte de eucaliptos y matorrales ubicado al lado de la estación de servicio que está enfrente (en aquel entonces estaba cerrada) personas desconocidas hicieron varios disparos de arma de fuego que pegaron en el frente del Hipermercado. El momento más álgido se vivió cuando La Policía hizo disparos al aire ara que la gente se dispersara y una redada que terminó con un representante de la CTA Concordia, Patricio Escobar, detenido por motivos desconocidos. Incluso llevaba una pechera identificatoria de la CTA. Pozzi sostuvo que ese episodio bien puede ser caratulado de criminalización de la protesta social. Recién cerca de fin de año Escobar recuperó su libertad.
Hay que tener en cuenta la falta de representación entre los manifestantes ya que la autoridad política “había desaparecido”, recordó Pozzi. El intendente de Concordia era Hernán Orduna, cuyos reclamos por la situación social no llegaban a Paraná donde gobernaba Sergio Montiel. Paralelamente, los movimientos sociales comenzaron a agrupar a quienes eran expulsados de la economía formal. Cabrera recordó que el MTL llegó a movilizar a 1.500 personas en Concordia. Un número similar el FTV (Federación de Tierra y Vivienda). Ambos movimientos formaban de la CTA que también aglutinaban gremios de trabajadores formales como Agmer (Maestros), ATE, (Estatales), Siatrasag (Salto Grande), Sutna (Sindicato Único de Trabajadores del Neumático), etc.
Llegaba el 19 de diciembre y el entonces presidente Fernando De La Rúa firmaba el decreto que establecía el estado de sitio en todo el país. Cabrera recordó que espontáneamente decidieron desobedecer el decreto y salir hacia la plaza 25 de Mayo para protestar. Remarcó que no fue algo premeditado. Hay que tener en cuenta que no había mensajes de wathsap en aquel entonces. “Nos encontramos con muchos compañeros de la CTA y mucha gente que fue a expresar su rechazo a todos los hechos que sucedían en Capital. Dijimos ‘esto no va más’”, sostuvo. Cabrera hizo un homenaje a los ‘motoqueros’ que el 20 de diciembre en Plaza de Mayo decidieron agruparse con las organizaciones de izquierda que estaban resistiendo la represión para “abrir camino” debido a que las Madres de Plaza de Mayo habían quedado aisladas por acción de la Policía. “Eso les costó la vida a muchos compañeros jóvenes. Y muchos se olvidan de esto”, indicó.
Por último, el Padre Servin recordaba en diciembre de 2001 que en caso de extrema necesidad, los bienes son comunes. “Santo Tomás decida que nadie puede vivir en la abundancia sin que otras vivan en la miseria. Ojalá que eso lo pusiéramos en práctica hoy políticamente y nos daríamos cuenta de que la miseria es fruto de la abundancia y la lapidación de las riquezas”.
peronista memorioso
Se ve que les fue bien al chelo y a ramoncito cabrera con toda esas movidas, se acomodaron y se olvidaron de los pobres. Muchos se acomodaron y hoy dia son señores empleados municipales.-