El organismo que conduce Carlos Castagneto detectó en las declaraciones de impuestos patrimoniales de la familia Blaquier valuó en $0,01 importantes cuadros de Van Gogh, Monet, Renoir, Cezzane y Gauguin para omitir el pago de sus obligaciones impositivas.
Las obras pertenecen a la colección de Nelly Arrieta de Blaquier, fundadora de la Asociación de Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes, fallecida en 2020 y esposa del recientemente fallecido Carlos Pedro Tadeo Blaquier, dueño del grupo agroindustrial Ledesma y emblema de la complicidad empresarial con la Dictadura. Las obras de arte están ahora en manos de sus descendientes
Las fiscalizaciones se originaron en tareas previas de la Dirección General de Aduanas (DGA), cuyos agentes observaron irregularidades en exportaciones de pinturas y antigüedades ocurridas durante el año 2019. Tras dar intervención a la Subdirección General de Operaciones Impositivas de Grandes Contribuyentes Nacionales para controlar el pago del Impuesto a los Bienes Personales y el Aporte Solidario y Extraordinario, se constató que estaban valuados en la insólita suma de $0,01.
Carlos Pedro Tadeo Blaquier, fallecido empresario ligado a la industria azucarera y a la represión durante la última Dictadura
A raíz de la evidente y grave inconsistencia tributaria, se procedió a notificar las diferencias de impuestos, que se proyectaron al total de los integrantes de la familia, por más de $15.000 millones entre ambos gravámenes. El organismo continúa con las fiscalizaciones a sectores de alto poder adquisitivo, con la finalidad de garantizar el pago de impuestos sobre bienes suntuosos como las obras de arte, embarcaciones, aeronaves y autos de alta gama, que se transforman en un vehículo de inversión sobre los que corresponde tributar.
Fuente: noticiaslainsuperable.com.ar
Lector
Estos garcas ANTPATRIAS con miles de hectáreas de campos, incluido Entre Ríos, industrias varias, entre ellas Azucar Ledesma, que maneja el mercado, y que hoy cuesta 600, 700 y hasta 800 $, un kilo. Codicia, y ambición desmedida, y encima evasores, como si nadie en Argentina, no lo sabe.