«La significativa depreciación de la moneda, la escalada de la inflación posterior a las elecciones y los cambios en las regulaciones de importación, que impidieron realizar compras durante algunas semanas, entre otras cuestiones, crearon un entorno marcado por la elevada incertidumbre y la disminución del consumo, factores que obstaculizaron los niveles de producción en el conjunto del sector manufacturero», señaló CAME al explicar los números del último mes de 2023.
«Además, se experimentaron períodos sin cotizaciones, con tasas elevadas de escasez de insumos, lo que llevó a que numerosas empresas suspendieran operaciones durante algunos días o adelantaran las vacaciones de su personal», agregó la entidad empresaria.
CAME, en un comunicado, señaló que si bien las pymes industriales operaron con el 73,1% de su capacidad instalada, casi en los mismos niveles de noviembre (73,3%), el contraste con el nivel de producción obedeció a «la salida del proceso productivo de algunas maquinarias sin repuestos disponibles, y al achicamiento de unidades de negocios frente a la expectativa de un futuro recesivo».
En este marco, en diciembre el 53,4% de las empresas reportó dificultades para reponer stocks, especialmente en la obtención de materias primas e insumos.
Estos resultados surgen del Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) que elabora CAME, con una muestra que alcanzó a 410 industrias pyme a nivel federal.
Industria pyme: cómo fue la baja por sectores
Por sectores, en diciembre la peor performance correspondió al rubro «Metálicos, maquinarias, equipos y material de transporte», con una baja anual de 35,7% en su producción, a precios constantes, seguida por «Maderas y muebles» (-34,4%).
En tanto, en el acumulado del año, la mejor performance sectorial estuvo en «Textil e Indumentaria», con un alza de 3,3% frente al período enero-diciembre de 2022.
Mientras que el peor desempeño en el acumulado anual fue para el rubro «Papel e impresiones», con una caída del 16,7%.