La cifra que se conoció hoy encierra motivos para celebrar por parte del Gobierno. Si bien la suba de precios entró en una escalera descendente luego del explosivo diciembre pasado, se estacionó en valores que no bajaban del 4% en los últimos cuatro meses. Hasta ahora.
Al interior de la inflación, el segmento de alimentos y bebidas se destacó con una desaceleración (2,3%) mensual. Es el principal componente de la canasta que mide el Indec, y se movió a un ritmo cercano a la suba del tipo de cambio. Se vio favorecido en el mes, además, por la baja en la alícuota del impuesto PAIS para las importaciones (productos finales e insumos para la producción), que se aplicó desde inicios de septiembre.
El ajuste más significativo se dio en el segmento de vivienda, agua, electricidad gas y otros combustibles, con una suba del 7,3% en el mes. Según el Indec, este movimiento se explica por la suba en los alquileres y las tarifas de luz y agua. Otros rubros con subas significativas fueron prendas de vestir y calzado (6%), educación (4,3%) y restaurantes y hoteles (3,7%).
También tuvo una caída significativa la inflación núcleo. Esta medición, que excluye a los precios estacionales (2,9%) y los regulados (4,5%), se ubicó en el 3,3% en septiembre, luego de haberse ubicado en 4,1% en agosto.
La desaceleración en la tasa de inflación mensual había sido anticipada por las mediciones de consultoras privadas. Según el Reporte de Expectativas del Mercado (REM) que difundió a comienzos de este mes el Banco Central, el consenso de las proyecciones se ubica en torno al 3,5% mensual.
Esa es la misma cifra que había estimado, por caso, Equilibra, la firma que fundaron Martín Rapetti y Diego Bossio, y la consultora C&T Asesores Económicos, liderada por Camilo Tiscornia y María Castiglioni. Para BBVA Research, que utiliza en sus números modelos de machine learning, el dato del mes rondaba en torno a 3,9% (con un intervalo de +/- 0,2%).
Hacia delante, sin embargo, el escenario en materia de precios luce desafiante para el Gobierno, cuyas expectativas incluyen una esperada baja aún mayor de la inflación. De hecho, el presidente Javier Milei planteó que una de las condiciones previas para desarmar el cepo cambiario es que “la tasa de inflación que tiene el programa macroeconómico sea cero”. Esa proyección, sin embargo, quita del movimiento del IPC mensual la “inflación inducida” por el movimiento del tipo de cambio (sigue un crawling peg del 2%) y la inflación internacional. Es decir, el Gobierno espera que la inflación mensual converja con estas últimas dos variables.
Para los analistas locales, sin embargo, el IPC no se ubicará en el 2,5% en el corto plazo. Según lo planteado por las consultoras y bancos relevados en el REM, la inflación se mantendrá entre el 3,3% y el 3,6% mensual a nivel general (o del 3,1% al 3,4% en su versión núcleo) hasta fin de año, y cerrará 2024 con una acumulación del 123,6%.
Con este número de inflación, y pese a la desaceleración con respecto al mes anterior, el Gobierno estrechó las posibilidades de alcanzar su pauta de alza de precios para 2024. Si se toman los números planteados en el Presupuesto 2025 enviado al Congreso, el Ministerio de Economía estimó que en 2024 el IPC cerrará con un acumulado del 104,4%. Para alcanzar esa cifra, la inflación debería promediar un 0,5% mensual durante el último trimestre.
Fuente: La Nación
abuelo
Ni ellos se la creen, pero mientras tanto, siguen y destruyen la nación, insultan, generan violencia, y dejan a la patria en ridículo, frente al mundo. Después la culpa del retroceso de la nación argentina, la tienen los peronchos