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Concordia
domingo 8 de septiembre de 2024
Nota escrita por: Ricardo Monetta
martes 31 de octubre de 2023
martes 31 de octubre de 2023

La verdadera historia de la creación de Hamas, por parte de EEUU e Israel (Parte Uno)

En la política internacional, las decisiones se toman en base a una geopolítica de expansión territorial, por grandes intereses económicos, y por fundamentalismos religiosos cercanos al poder, como lo es en Irán e Israel. Sea como sea, el Occidente Imperial ha desplegado todas las estrategias para seguir manteniendo su hegemonía en el mundo, que de golpe se ve seriamente comprometida por la aparición de grandes bloques regionales que se niegan a seguir sometidos por la influencia del patrón dólar a partir de la crisis de la OPEP de 1973. Y como el Capitalismo siempre trata de salir de las crisis, organizando conflictos regionales con el pretexto obsceno de defender la Democracia y la Libertad, cuando fueron los principales actores de las guerras miserables de Vietnam, Laos, Camboya, Afganistán, Irak, los Balcanes, para terminar en auspiciar la guerra Rusia-Ucrania en la cual han fracasado rotundamente. Como consecuencia de "lavar" la derrota, y de introducir a Europa como vasallos a una crisis económica de la que los soberbios europeos solo se dieron cuenta cuando el Fascismo está golpeando sus puertas. Entonces el eje Anglosajón, junto con su aliado Israel, se dedicaron a detonar un conflicto que viene desde hace décadas, que tiene intereses distintos, ya que la región de Palestina junto a su vecina Siria, son poseedoras de inmensas reservas de petróleo en un mundo cada vez más ávido de energía. Esto es un resumido contexto para tratar de explicar la génesis del conflicto Israel-Hamas, que casi era una crónica de un final anunciado.

Hubo un tiempo en que el gobierno de Israel vio con buenos ojos la extensión de las ideas islamistas en Gaza, y de las demás organizaciones religiosas que terminarían dando lugar a la fundación de Hamas. En los años setenta y ochenta, los islamitas aumentaron su influencia con el fin de imponer una visión más estricta del Islam, lo que llevó a plantarse de cara a la OLP, de Yasser Arafat.

En el centro de esta estrategia estaba un clérigo llamado Ahmed Yassin, tetrapléjico por un accidente, al que los militares israelíes veían como un contrapeso valioso frente a su enemigo más peligroso, o sea la OLP de Arafat.

Es algo similar a lo que hicieron los EEUU en Afganistán en los años 80. Financiaron y armaron a los muyahidines más integristas porque luchaban contra los rusos. Varios de estos combatientes fueron lo que se hicieron una década después con el control del país bajo la bandera de los talibanes. Crearon luego por medio de la CIA, el Grupo ISIS para combatir en Siria contra Al Basad. Es decir, que la operativa siempre es la misma, y lo que pasó en Gaza e Israel es una muestra más de las potencias dominantes de cómo juegan con la suerte de sus pueblos. Los líderes religiosos tradicionales advirtieron a los israelíes de que los integristas eran muy peligrosos, y que Yassin estaba más interesado en la política que en la religión.

Después de estudiar en Egipto y unirse a los hermanos Musulmanes, Yassin volvió a Gaza. Las autoridades israelíes entraron en contacto con Yassin, autorizaron que fundara un grupo llamado Mujama Al Islamiya. Lo veían como un peón que les podría ser útil. Uno de los israelíes que fue testigo fue Avner Cohen, que confirmó que “Por mucho que lo lamente, Hamás es una creación de Israel”.

Amed Yassin pasó a dominar el establishment religioso. La rivalidad existente y el grupo de la OLP fue captada por Israel y Yassin nunca escondió su desprecio por Arafat. Al iniciarse la primera intifada en diciembre de 1987, Yassin dudó si debía implicarse en la insurrección. Pero por la presión de sus partidarios cambió de opinión. En febrero de 1988, Yassin dio el paso definitivo con la formación del Movimiento de Resistencia Islámica con su denominación de Hamás y que también significa “entusiasmo y coraje”.

Con el reconocimiento del Estado Judío por la OLP, Hamás se convirtió en el principal rival de Israel y del proceso de Paz de los 90. En 1996, sus atentados suicidas fueron un factor decisivo en las primeras elecciones tras el asesinato de Izak Rabin por un extremista de la ultraderecha israelí. Entonces Shimon Perez llevaba una ventaja de 20 puntos en las encuestas por la contienda a primer ministro frente a Benjamín Netanyahu. Pero tres atentados con 60 muertos en poco más de una semana en febrero y marzo “enterraron” las aspiraciones de Peres y de la izquierda. Fue así que Netanyahu ganó por solo 29.457 votos.

En la segunda intifada, Hamás fue la autora de nuevos atentados suicidas. Finalmente Ariel Sharon ordenó la eliminación de Yassin en 2004. Muerte selectiva que le dicen. Un helicóptero “Apache” esperó a que saliera de la mezquita que estaba a cien metros de su casa y lo mató con misiles a él, a sus dos guardaespaldas y a nueve de los asistentes del primer rezo de la mañana, pero eso no impidió que Hamás siguiera creciendo. Sin embargo, Israel volvió a reincidir en las prácticas agresivas de Netanyahu. Se dio una situación paradójica. Por un lado, Israel lanzaba campañas de represalias masivas en forma periódica, y al mismo tiempo consolidaba el poder Hamás con medidas económicas. La premisa era dividir al enemigo para que no se haga más fuerte. La prioridad era impedir que la Autoridad Palestina, heredera de la OLP de Yaser Arafat, fortaleciera su posición y pudiera avanzar en la reivindicación de un estado propio.

En una reunión con el Likud, Netanyahu explicó el principio por el que el Estado de Israel debería permitir que Hamás recibiera sumas millonarias de Qatar. Decía que eso permitiría mantener la separación entre la Autoridad Palestina y Hamás. Y a Israel seguir controlando Cisjordania. Mientras que Avigdor Liberman, que había abandonado el gobierno, dijo que: “Es la primera vez que veía a Israel estaba financiando el terrorismo contra sí misma”.

Lo que ignoraba Lieberman, era que Netanyahu quería fortalecer a Hamás, para luego inducirlo a atacar a Israel, para tener una excusa de naturaleza sangrienta como pasó el 7 de octubre pasado, y que la comunidad internacional mirara para otro lado mientras se perpetra el genocidio de Gaza, cuyo territorio Benjamín quiere libre de palestinos para colonizarlo definitivamente.