Tanto Martin Menem, como Guillermo Francos, son los coordinadores para esta nueva estafa Legislativa. Martin Menem como todos los Menem -y como alguna vez me lo dijo Zulema Yoma- son todos lo mismo: Cínicos e inescrupulosos. Menos Carlitos Jr. que se apartó rápidamente, para morir infamemente en un atentado, según su madre.
El otro, Guillermo Francos, un personaje siniestro, que tiene un rostro pálido, porque es avascular, porque la sangre no se atreve a subir a sus mejillas, por donde el rubor y el color de la vergüenza se lo impiden. Este personaje, al cual la Historia lo ha encubierto sin razón alguna ya que es un auténtico miembro de la «casta» a quienes vienen a combatir, tiene este historial:
Guillermo Franco, nacido en 1950, se recibió en la Universidad del Salvador en 1.974. Fue Concejal de CABA entre 1985 y 1993. Fue Presidente del Banco Provincia durante la Gobernación de Daniel Scioli. En las Dictaduras, a las que era tan afecto, de Marcelo Levingston y Agustín Lanusse, fue Secretario privado del Ministro de Justicia. Fue abogado del Departamento de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Justicia durante el Gobierno de María Estela de Perón. Desde la Dictadura de 1976 hasta 1985 fue Director Nacional de Crédito Educativo. Comenzó a militar en política afiliándose al Partido Federal del furioso antiperonista Francisco Manrique, uno de los pilotos que atacó la Casa Rosada en el golpe de 1955. Luego del fallecimiento de este, en 1988, Franco presidió el Partido Federal.
En 1996 fue candidato a Vicejefe de Gobierno de CABA, por Gustavo Beliz. Fundó con Domingo F Cavallo, el partido Acción por la República, siendo la mano derecha del economista neoliberal. Después de 2001 fue el jefe de Acción por la República. Estuvo con Mauricio Macri, con López Murphy, y con Sobisch. Fue Director del Grupo Eurnekian y Presidente de LAPA. En 2003, como presidente de Acción por la República, apoyó la candidatura de Luis Patti (el comisario condenado por torturador) para Gobernador de Bs.As.
En 2008 fue Director de VISA Argentina y en 2012 Director de Corporación América. En 2019 fue representante del Banco Interamericano de Desarrollo, al cual a través de él, va interceder los dólares que necesita Milei para no colapsar la economía.
Un político todo terreno que, como dirían en el barrio, «cualquier bondi lo deja bien» porque la meta primera y última es seguir medrando con el Estado.
