La amenaza del adelantamiento de las legislativas para julio, anticipada por algunos medios de prensa, ha obligado a algunos pretendientes a candidaturas a encender los turbos para no quedarse colgados del pincel.

Por el lado del PRO, De Angeli y Benedetti han anunciado su intención de ir por un nuevo período. El primero porque su estrella se ha quedado opaca y sin brillo en el firmamento de la política provincial y quiere seguir usufructuando las prebendas parlamentarias, ofreciéndose a Macri como el más incondicional de los ‘simauricio’ de la estructura del partido. Y Benedetti también se ha autopostulado para renovar su banca porque sus viejos molares necesitan seguir pastando en los tiernos alfalfares del presupuesto público (el mismo que él, cada vez que tiene oportunidad, apoya destruir) y quiere garantizar con su voto la liquidación del Banco Nación, que le aseguraría un bill de inmunidad por historias de su pasado sobre las que quiere doblar página.

Por el lado del peronismo, las primereadas también están a la orden del día. Bordet tiene su rancho cada día más cascoteado porque la lenta justicia que lo investiga sigue sumando escándalos a las denuncias que lo acosan. Las conocidas esta semana dan cuenta de su increíble agenda de viajes a destinos VIP, incluyendo paraísos fiscales, durante sus prolongadas gestiones. El exgobernador necesita como nadie un salvavidas parlamentario que lo aleje de la posibilidad, cada vez más cercana, de sufrir una condena por enriquecimiento ilícito y sabe que ya no cuenta con el aval de las bases para su pretensión. Por esta razón, el adelantamiento de las legislativas le viene como anillo al dedo para tratar de imponer, por inercia, su candidatura a una senaduría por Entre Ríos.

EL IDEÓLOGO DE BORDET Y MICHEL, PICHETTO, VOTÓ A FAVOR DEL ENDEUDAMIENTO CON EL FMI
Fue hace pocos meses, cuando todavía Bordet no estaba tan regalado a los leones, que Guillermo Michel, en ese momento el nuevo ‘socio revelación’ de la runfla del PJ entrerriano, se jugó dos cartas con la idea de que iba a impresionar a propios y extraños por sus contactos con el ‘peronismo con peluca’. Primero trajo al territorio a Miguel Ángel Pichetto, el ex candidato a vicepresidente de Macri en la fórmula del PRO. El mismo Pichetto que acaba de declarar que no está (sic) de acuerdo con el endeudamiento con el FMI, pero… cricrí, cricrí… ¡votó a favor de darle facultades plenas a Milei para su cometido! (Recontra sic).

La reunión/lanzamiento de la nueva joven estrella tuvo lugar en el sur de la provincia y fue “secretísima”, en el domicilio particular de Michel, aunque él mismo se encargó de proporcionar partes oficiosos a los medios, seguramente embriagado de satisfacción por mostrarse como el nuevo influyente VIP en el justicialismo entrerriano.

Y luego trajo a la persona más despreciable en el amplio espectro del peronismo con peluca: Diego Bossio (el que dejó al peronismo sin mayoría parlamentaria durante la última presidencia de CFK), junto a Rosario Romero, otra recién llegada, a dar una conferencia de peronismo antiperonista.

LAS CARTAS QUE CADA UNO TIENE EN LA MANO
Bordet, por un lado, cuenta con sus resabios de poder en la estructura partidaria y con la complicidad de sus exsocios, desde Lauritto y Bahl hasta Rosario Romero, porque todos se conocen los muertos que esconde cada uno en el placard y están convencidos de que, apoyándolo, van a seguir participando en la ‘mesa chica’ del partido.

Michel, por su parte, tiene dos cartas de triunfo: la primera, que cuenta con el apoyo y la billetera de Sergio Massa, su mentor. Y la segunda, el soporte publicitario de los medios de prensa de las Fuerzas del Cielo (que saben que pueden contar con él a la hora que lo necesiten).

Bordet ha elegido la estrategia del ‘prudente silencio’, esperando que la inercia por su pasado lo lleve, por aquello de los hechos consumados, a la postulación. Mientras tanto, Michel, cuya mayor flaqueza es la falta absoluta de estructura partidaria que le dé soporte a su ambición en la provincia, ha apelado a los recursos sin límites de su padrino político y ha comenzado a inundar la cartelería rutera de la provincia con costosísimas gigantografías publicitarias que lo promocionan. Ni que decir con su presencia mediática, que agobia desde los ‘medios amigos’, amplificando cualquier opinión que se ocupe de proferir.

Del resto, decir nada es bastante descriptivo: mientras en el PJ algunos desprestigiados caciques del pasado sacuden sus plumas y se ofrecen (una vez más… y van…), percibiendo la orfandad partidaria, las bases siguen adormecidas, intentando, aquí y allá, tímidos cacareos que por ahora no impresionan ni movilizan demasiado a nadie. Y por el lado del PRO, la lapicera está en manos de Rogelio Frigerio, que se ilusiona en secreto con proyectarse a la primera magistratura del país luego de su anodino pasaje por Entre Ríos.