Algunos de los factores que inciden negativamente en este grave problema de salud son:
-Cortar antes de tiempo un tratamiento.
-Consumir un antibiótico que fue indicado en otra ocasión.
-Automedicarse.
Esto hace que se incrementen los costos médicos, se prolonguen las estancias hospitalarias y aumente la mortalidad.
El uso indebido de antibióticos cuando no son necesarios, la administración incorrecta o la automedicación son algunos de los problemas que generan un gran riesgo para la salud, ya que los antibióticos mal administrados generan una resistencia bacteriana lo que genera cada vez un mayor número de infecciones ¿como por ejemplo, neumonía, tuberculosis, gonorrea y salmonelosis y cuyo tratamiento se vuelve más difícil debido a la pérdida de eficacia de estos medicamentos.
Resistencia bacteriana
Los antibióticos son medicamentos utilizados para prevenir y tratar las infecciones bacterianas. Pero una mala administración puede generar en el organismo lo que se denomina como resistencia bacteriana o resistencia a los antibióticos que hace que las bacterias muten y, entonces, el uso de estos fármacos ya no resulten efectivos.
Son las bacterias, y no los seres humanos ni los animales, las que se vuelven resistentes a los antibióticos y en lugar de contribuir al proceso de salud, pueden causar infecciones más difíciles de tratar.
Este es uno de los grandes desafíos de la medicina ya que solo a través de la educación y la conciencia sobre el uso adecuado de los medicamentos se puede revertir este problema que constituye una de las mayores amenazas para la salud mundial en la actualidad.
Se trata de un problema de salud pública que puede afectar a cualquier persona, sea cual sea su edad o región donde viva. De allí que las autoridades sanitarias y especialistas recomiendan seguir las indicaciones médicas en su administración, no automedicarse, ni interrumpir ni cortar el tratamiento antes de lo pautado.