El trabajo de la consultora Vectorial asegura que «durante el mes de agosto, el INDEC informó que los salarios crecieron a nivel agregado en términos nominales en un 5,7% respecto a julio, lo que en términos reales ascendería a un 1,4%. En este aspecto, el sector registrado, compuesto por trabajadores del sector público y privado marcaron un aumento, en términos reales del 0,7%, traccionado principalmente (como ya es costumbre en los últimos meses) por el sector privado (+0,8%)». Precisan, a continuación, que «los salarios de los trabajadores tocaron piso en abril de este año y desde entonces han comenzado un tímido sendero de recuperación, liderado casi de forma excluyente por el sector privado registrado, quien se encuentra cercano a los niveles presentados en noviembre de 2023».
Ahora bien, ¿qué pasa si para comparar de manera más justa la evolución de los ingresos, se toman canastas más representativas? Para el cálculo del salario real se utilizan los valores del IPC calculados por el INDEC sobre la base de patrones de consumo exhibidos en la Encuesta Nacional de Gasto de los Hogares (ENGHO) del 2004-2005, destaca Vectorial. Pero especifican que, no obstante, «si se recalcula la inflación con los ponderadores de la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares más reciente (2017-2018), la inflación crece sensiblemente y, con ello, profundiza aún más la calamitosa situación del poder adquisitivo del salario».
¿Por qué sucede esto?
Vectorial afirma que, «como mencionamos en informes anteriores, las diferencias entre los ponderadores de una y otra canasta son significativas. Particularmente, para el caso de los servicios públicos con precios regulados (luz, agua, energía, telefonía, educación, transporte y comunicaciones), el aumento en el peso dentro de la canasta de consumo total entre la ENGHO de 2004-2005 y la de 2017-2018 es de 8,5 puntos porcentuales».
Por lo tanto, continúan, «considerando que los servicios con precios regulados vienen aumentando desde inicio del mandato en mayor medida que el resto de los bienes y servicios que componen la canasta del IPC, el costo de vida que enfrenta un hogar puede ser sensiblemente mayor al que esté reflejando el nivel general del IPC que, no obstante, estácorrectamente medido por el INDEC, en función de la metodología vigente».
Los números de un fenómeno curioso
La consultora que comandan Haroldo Montagú y Eduardo Hecker precisó que «si tomamos entonces estos valores, el sector privado registrado, que mostraba una buena velocidad de recuperación, aún tendría un importante tramo a recorrer para volver a niveles de noviembre de 2023. En este sentido, a agosto de este año, los ingresos reales de este segmento medidos con la inflación publicada por el INDEC sólo estarían un 1,8% debajo de los valores del mes de referencia (último periodo del Gobierno Nacional saliente)».
Y agregan que, ahora, «si se utiliza la inflación corregida por la ENGHO más reciente, esta caída llega al 6,9%. A nivel general, también hay importantes brechas, en donde se observa que el índice de salarios reales con la inflación del INDEC tiene una retracción del 6,8% respecto a noviembre mientras que la presentada en estas líneas conlleva una baja del 11,7%».
Por supuesto, aclaran «que esto no implica que los salarios no estén creciendo en términos reales en los últimos meses, sino que a diferencia de la idea que busca comunicar el gobierno, se parte de una caída más acuciante y la velocidad de recuperación es más lenta». Por otra parte, Vectorial precisa que los salarios públicos no corren la misma suerte que el sector privado registrado.
«En este aspecto -dicen-, así como sucede con las jubilaciones, pareciera que el Gobierno ha encontrado un punto de equilibrio, en relación a la cohesión con su programa económico claro está, respecto al nivel en que busca mantenerlos. Es así como desde abril, en donde al igual que el resto de los segmentos se alcanzó un piso, los salarios públicos no tuvieron una recuperación en el mismo tenor que el sector privado». En este último caso, solo mejoraron entre un 5,1% y 6,4% (dependiendo de la inflación utilizada para calcular las variaciones reales, siendo la elaborada por Vectorial en base a la ENGHO 2017-2018 el primer dato) y se encuentran entre un -20,8% y -16,5% respecto a noviembre del 2023 (muy lejanos a los -6,9% y -1,8% del sector privado registrado).
A modo de conclusión, la consultora asegura que, «por lo visto, el Gobierno prioriza la recuperación salarial de los sectores a quienes no les paga los sueldos y mantiene a raya la masa salarial agregada a través del disciplinamiento de su planta laboral, algo que puede ser consistente con la estrategia de mantener niveles de actividad compatibles con una balanza comercial superavitaria que, como vimos en el informe de la semana pasada, comienza a debilitar su resultado».
Fuente: Página 12