Malestar social: tras la agresión a un empleado de la CEC, Corrado pidió a la gente que «se fije bien que vota”

Un empleado de la CEC, denominado “tomaestado” (son quienes van registrando las lecturas de los medidores de energía casa por casa), fue hasta los departamentos de la Plaza de Villa Zorraquín, en el barrio Lezca. Todo sucedió cuando se defendió arrojándole una pinza a un perro que se acercó para morderlo. Dos desconocidos bajaron y le agarraron a trompadas. El hecho, que no tendría mayor relevancia en otro contexto, es registrado de otra manera ya que no es la única agresión que reciben los trabajadores. “Cualquier hecho es justificativo para descargar violencia. El humor de la gente está muy mal y se descargan con quien no tienen que descargar”, indicó.

Corrado remarcó que cualquier motivo parece ser bueno para tomarse a golpes de puños con un trabajador y no debería ser así con personas que salen a buscar su sustento y hay una familia que los está esperando a su retorno.

“No es justo pasar por esta situación para nadie, no solo para los trabajadores de la CEC”. Corrado dijo que sería como ir a cargar nafta y querer tomarse a golpes con el playero porque aumento la nafta. Sin embargo, lo curioso es que cuando sube la nafta, los alimentos o el gas “putean al gobierno” pero cuando sube la luz, “putean a la Cooperativa”. “Las tarifas las marca el gobierno de Milei y la CEC las tiene que aplicar. No voy a defender a la CEC, que se defienda sola. Pero si no aplica las tarifas es pasible de sanciones y multas”.

Corrado indicó que las agresiones verbales a los empleados administrativos se deben a que los responsabilizan de las subas de la tarifa. Y a los empleados de las guardias que van a reparar algún desperfecto en la vía pública les arrojan piedras con gomeras. “El ambiente es muy hostil con los trabajadores”, dijo. A los lugares conflictivos los tienen identificados y por ello van en pareja y nunca solos. Pero, eso sucedió en el barrio Lezca. Por ello, dedujo que el humor es muy sensible en cualquier lado de la ciudad, y, por ello, el pedido es que cesen las agresiones ya que se trata de personas que están trabajando y, de modo alguno, tiene responsabilidad por las tarifas. “Nos preocupa la integridad física de los compañeros”, dedujo.

De la misma, forma sostuvo que se debe desmitificar la creencia popular de que se sube la luz para aumentar los sueldos de los empleados. “Lo que gana un trabajador de la CEC no dista mucho de lo que gana cualquier trabajador como un empleado de comercio”, dijo el responsable de Luz y Fuerza. Y dijo que es un “mito” que se cobran “sueldazos”. “Hay buenos sueldos como en toda empresa pero el 70 u 80 % no pasa la media de lo que gana un laburante común”, indicó.

El gremialista explicó que la situación económica se deteriora día a día. “A la gente no le alcanza, no llega a fin de mes”, indicó abarcando tanto a los jubilados como a los trabajadores activos. “No quiero imaginarme a los trabajadores informales que deben generar su propios sueldo”, subrayó.

Además, sostuvo que siempre se recalca que se debe atender con empatía y no descartó que haya situaciones donde el empleado no se pone a la altura de la situación reinante. Pero, en general, dijo que la gente va “mal predispuesta” y con un “humor volátil”. A su vez, admitió que puede suceder que a una persona que gane $ 400.000 le llegue una factura de luz de $ 200.000. “¿Cómo haces para pagarla? También tenes que vivir. Mucha gente paga un alquiler y no se puede”.

“Acá el responsable es el gobierno nacional que está aplicando los tarifazos que pega. Nos está quitando la calidad educativa, nos está quitando la calidad de salud y está atentando contra todos los trabajadores. Eso es lo que genera Milei. Nos están haciendo pasar una situación de mierda estos tipos”, acotó.