El presidente electo tenía que cerrar en estos días si apostaba para este cargo por un dirigente que no sea de su partido, para intentar partir a los dos principales polos de la Cámara baja, o si iba con un propio para dejar en este cargo estratégico a alguien de su confianza. Tanto Ritondo como Randazzo podían darle a La Libertad Avanza más acuerdos desde los político.
Sin embargo, ese movimiento significa cederle un cargo estratégico a dirigentes que tienen sus propios intereses, ajenos a los de Javier Milei. Con la llegada de Menem a ese cargo, la negociación del paquete de leyes que el futuro presidente tiene previsto mandar al Congreso sin dudas que será más ríspida.
De no mediar modificaciones, Menem asumirá el próximo jueves 7 de diciembre la presidencia de la Cámara baja en la sesión preparatoria. La tradición en Diputados es aceptar la autoridad política que impone el gobierno para este cargo y no obstaculice la designación.
En esto coinciden tanto radicales como peronistas. La propia Cristina Kirchner escribió en X esta semana: «La Presidencia de la Cámara de Diputados le corresponde a un o a una representante de La Libertad Avanza, fuerza política que por amplia mayoría, en el balotaje del 19 de noviembre, obtuvo la representación popular para desempeñarse al frente del Poder Ejecutivo».
Al kirchnerismo no le va a generar demasiado entusiasmo votar a alguien con ese apellido para la presidencia de la Cámara, aunque también es cierto que el propio Carlos Menem fue parte del bloque Frente de Todos en el Senado, pero lo va a votar. Consideran, en línea con lo planteado por la vicepresidenta, que es un cargo estratégico para el gobierno entrante.
Martín Menem, uno propio y del interior
En los últimos días el presidente electo descartó cederle al PJ no K y al PRO la presidencia de la Cámara. Según contó una de las personas que rodea al presidente electo, la decisión llegó después de que Milei entendiera que ninguno de estos dos le podía asegurar los números suficientes para impulsar su paquete de leyes. Sólo podían sumarle un puñados más de diputados que se alineen al espacio libertario.
El miércoles el presidente electo le trasmitió esto mismo a los diputados electos se su espacio en la reunión del hotel El Libertador. No hubo foto del encuentro y se especuló con una supuesta tensión interna. Nada de eso. Milei les había dicho que el próximo presidente de la Cámara de Diputados estaba entre ellos.
Sólo restaba definir el perfil. Uno de los nombres que volvió a sonar fue el del porteño Oscar Zago, un hombre que viene del PRO, que fue legislador porteño y conoce a muchos de los hombres con los que deberá negociar. Pero también es cierto que otra figura de «la casta» que tendría mucho peso en el gobierno que viene a romper ese status quo. Finalmente se decidió que esta figura quedará a cargo del bloque La Libertad Avanza.
Este viernes por la mañana apareció otro nombre. Carlos González D’Alessandro, el diputado electo por San Luis. Intentó comunicarse con autoridades de los distintos bloques y presentarse como «el futuro presidente de la Cámara». Habló con Paula Penacca, secretaria parlamentaria del bloque Frente de Todos, por primera vez, y no mucho más.
Quién es Martín Menem
Martín Menem es el sobrino del expresidente Carlos Saúl Menem. Tiene 48 años, es abogado y empresario. Su primer cargo en la política fue en 2021, impulsado por Javier Milei. Llegó a ser legislador provincial en La Rioja.
Se perfila como un outsider. Es dueño de una empresa de suplementos para gimnasios. Cuando fue candidato a gobernador de su provincia sacó el 15,56% de los votos. Fue uno de los aspirantes al gobierno provincial por La Libertad Avanza que más votos sacó.
