¿Qué vamos a hacer cuando el 20 de noviembre se conmemore el combate de la Vuelta de Obligado, cuando en 1845 las fuerzas de la Confederación Argentina intentaron evitar el paso de más de un centenar de barcos ingleses y franceses que buscaban forzar los derechos nacionales sobre el Río Paraná para vender sus mercaderías en Paraguay y el Litoral Argentino? ¿Qué se celebrará este año, cuando el gobierno, en lugar de combatir la navegación extranjera, la fomenta con una entrega miserable?
En la Argentina de este gobierno de cipayos, los EE. UU. ya copan el Ministerio de Defensa y la SIDE, mientras crece la participación de Argentina en las guerras de Ucrania y Medio Oriente. El sustento político del brutal ajuste de Milei, acompañado por represiones varias, no opera en un vacío político. Este sustento descansa en una asociación con el imperialismo anglosajón y la OTAN. Todo esto ha sido ignorado por el infame Congreso, que parece un mercado persa, donde todo se compra y todo se vende, como la honra de los legisladores.
La prensa internacional ha revelado estos días la intención del Gobierno de poner en venta Fabricaciones Militares, para que, previo desguace de capacidades clasificadas como superfluas, pueda producir municiones y piezas de artillería, destinadas a abastecer a los ejércitos de Ucrania e Israel en las guerras que libran contra Rusia y varios estados de Medio Oriente, bajo la dirección de la OTAN.
Fabricaciones Militares produce armas pequeñas, ametralladoras, municiones, material rodante ferroviario, nitroglicerina, dinamita y otros explosivos para explotaciones mineras. Una delegación militar de los EE. UU. pasó a evaluar sus posibilidades logísticas, también en Azul y Río Tercero, acompañados por funcionarios del Ministerio de Defensa. La OTAN sufre actualmente una verdadera crisis de abastecimiento debido a la prioridad excluyente que ha dado a la producción de misiles, aviones y artefactos atómicos, y ha tercerizado la fabricación de armamento menor a los países periféricos como el nuestro.
El 22 de agosto, el Secretario de Defensa de EE. UU., Lloyd Austin, le dio la bienvenida a Argentina como nuevo miembro del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania (Grupo Ramstein), que es un grupo de países de la OTAN que se reúne una vez al mes en Ramstein, Alemania, para entregar ayuda militar gratuita al gobierno de Zelenski. ¡Increíble! Aún no se sabe si el gobierno enviará al Ministro de Defensa, Luis «Facha» Petri, a esa reunión.
Se conoce que Milei quiere donar a Zelenski cinco aviones de combate franceses, los Mirage, que actuaron en Malvinas y son absolutamente obsoletos en esta época de misiles supersónicos. También ha prometido enviar algunos tanques (¿no serán australianos, no?).
Hablando en serio, la incorporación de Argentina a la guerra de la OTAN en territorio ucraniano, ruso y europeo ha llevado al embajador de Rusia en Buenos Aires a advertir a Milei que se abstenga de cometer «actos hostiles».
Mientras tanto, a la SIDE se le ha asignado US$ 100 millones para comprar equipos de ciberseguridad, y se ha nombrado como «asesor» a un hombre de la Embajada de los EE. UU., Gustavo Víctor Santiago, quien asumirá tareas bajo las órdenes de Luis Petri (?).
Otro acuerdo establece la «colaboración» del Cuerpo de Ingenieros de los EE. UU. en la administración del Río Paraná. Lo que interesa es la profundización del calado para las naves que patrullan el Atlántico por parte de la IV Flota, en caso de traer tropas al interior del continente. O sea, mayor muestra de servilismo de Argentina a la OTAN no se consigue. La cuestión de la SIDE es que se apunta a convertirla en colateral de la CIA y el Mossad, lo que implica que no se necesitaría autorización de las Fuerzas Armadas para intervenir en la represión interna. Además, la SIDE no se limita solo a la recolección de inteligencia: también tiene sus propios grupos de tareas.
Lo cierto es que, por ese personaje esquizoide, dogmático y delirante, Argentina se ha convertido en una «guarida» de la OTAN en el Cono Sur y en una plataforma de la guerra imperialista y la masacre de los pueblos.
Leticia
Los argentinos no estamos orgullosos de esto. Argentina, no es un país bélico. ¿Por qué mejor no se preocupó de que estemos en los BRICS? ¡¡¡Fuera la OTAN DE NUESTRO PAIS!!!!
Darío
El gobierno de milei no sólo es chupamedias de los yanquis, sino son vulgares ladrones que no saben que más hacer para ganarse el favor de que el F.M.I. preste 15milmillones de dólares para fugar a través del siste bancario. SON LADRONES!!