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Concordia
lunes 16 de septiembre de 2024
sábado 12 de agosto de 2023
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‘Nuestro objetivo es que el horno nunca funcione’, djo una vecina de Villa Zorraquín

Esta semana, vecinos de Villa Zorraquín mantuvieron una audiencia con el Obispado de Concordia y personal municipal. Mónica Masero Furlán, vecina de Villa Zorraquín desde hace siete años e Ingeniera en Alimentos con una especialización en Ingeniería Ambiental, indicó esta noche a DIARIOJUNIO que fue un primer paso donde se acordó la paralización de las obras por parte del juez que entiende en el recurso de amparo ambiental que presentaron hasta que se conozca la evaluación del estudio de impacto ambiental. "En realidad la suspensión ya estaba hecha pero eso estaba determinado por la municipalidad porque dicen que se había vencido el permiso precario. En mayo venció y en julio suspendieron las obras", dijo. El objetivo de los vecinos es que el horno Crematorio que construyó el Obispado en el Cementerio 'Pinar del Campanario' "nunca funcione" y que se lo reubique en otro lado. "Lo que corresponde es que se lo reubique en zona rural", dijo. Massero Furlán explicó que ese tipo de emprendimientos se deben construir alejado de la población. "Eso está fundamentado en informes científicos y en la misma ley".

«Podemos encontrar grises en una ordenanza municipal, grises en una ley provincial pero, a su vez, hay determinados decretos que te permite ver otras jurisdicciones donde hay una distancia de 6 km entre el horno y la población. Una distancia importante», señaló la mujer.

Massero Furlán sostuvo que lo que falta es un dictamen de la Secretaría de Ambiente de la Provincia de la evaluación de impacto ambiental que presentó el Obispado. Y la posterior audiencia pública.

Para la vecina, el dictamen debería ser desfavorable «si está bien hecho». Porque luego viene la Audiencia Pública. Pero descree de lo que pueda llegar a surgir de ahí máxime teniendo en cuenta que no es vinculante y que el horno ya está construido. «Podés decir en la Audiencia un montón de cosas, pero no sos tenido en cuenta», remarcó. «Es para ir a dar tu postura, que anoten para que después hagan lo que quieran», subrayó. Incluso, sostuvo que si llegan a ese punto, volverán a hacer un recurso de amparo.

Pero la ingeniera dejó en claro que esa construcción nunca se debió haber habilitado. «La Ley General de Ambiente N° 25.675 dice que no se puede construir un emprendimiento sin evaluación de impacto ambiental hasta no tener el certificado ambiental. Y eso es posterior a la audiencia pública», remarcó.

Para Massero Furlán la prefactibilidad otorgada por el municipio se debió a que el Código de Uso de Suelo prevé la posibilidad de anexar un crematorio a un cementerio. Pero no en todos los casos. «Si el Cementerio quedó al lado de la población, no corresponde. La evaluación de impacto ambiental debería decir que no corresponde», añadió. «No es que la población crece en torno al horno. Estamos indicando que el horno lo ponen en la población», sostuvo.

En tanto, el decreto provincial N° 4.977 indica que cualquier punto que la legislación provincial no lo pueda resolver, se chequea la legislación de otras jurisdicciones. La vecina dijo que hay un proyecto de ley del año 2015 de autoría de la entonces diputada Rosario Romero que indica una distancia de 6 km entre el horno y la población, lejos de escuelas y campos deportivos.

Pero el horno crematorio fue construido a 25 metros de un convento, una familia a 50 metros, un barrio completo a 300 metros, un geriátrico a 400 metros, una escuela con un jardín de infantes a 500 metros y actividad turística como hoteles y apart hoteles. «Es una zona que vive del turismo y se los invita por su aire limpio», dijo.

Massero Furlán sostuvo que un crematorio «es una chimenea industrial» donde se produce la combustión del cuerpo, de la ropa, del ataúd que tiene barnices y pinturas. «Este complejo de cuerpo, ropa y ataúd tiene características de residuos peligrosos. Por ejemplo, plomo, cadmio, mercurio propio del cuerpo, características patológicas. Podemos aplicar la ley de residuos peligrosos que indica una distancia de 2 km.», señaló. «Eso entra al horno y se convierte en cenizas. No es lo mismo que hacer un asado como nos dijeron. En realidad, en un asado el humo está calentando, pero acá se está incinerando», dijo.

La vecina sostuvo que, a la salida por la chimenea, independientemente de la tecnología que se use, y eso está en un informe elaborado por el doctor Raúl Montenegro que es un biólogo, presidente de la Fundación para la Defensa del Ambiente (Funam) de Córdoba, hay partículas contaminantes que el viento, dependiendo de las condiciones climáticas puede llegar a esparcir hasta a 10 km de distancia.

Asimismo, sostuvo que las mediciones que se realizan establecen que los contaminantes (dioxinas, monóxido de carbono, óxido nitrógenos, furanos y metales pesados) no se deben superar los límites «pero están». Y acotó que se han cerrado hornos crematorios en Córdoba y en Colombia porque esas mediciones no se hacen. «No hay controles», remarcó.

Asimismo, remarcó que el proyecto fue clasificado como categoría 3, de alto impacto ambiental. «O sea que, ante un problema, el daño es grave tanto al ambiente como a la población», dijo.

También citó la ordenanza municipal N° 30182 que establece que, ante una epidemia, los cuerpos deben ser cremados. «Como ya pasó, tuvimos la experiencia del Covid. Y sabemos que puede volver otra epidemia, Dios quiera que no, pero puede pasar», sostuvo.

«Sin saber mucho uno, la lógica es que un proyecto así no puede estar al lado de la población. Tiene que estar en zona rural funcionando correctamente. No en zona urbana funcionando correctamente», recalcó Massero Furlán.

Más adelante, la mujer remarcó que en Oro Verde, los vecinos lograron que un proyecto ubicado en medio de un barrio no se iniciara, y en Chajarí que el horno de la empresa velatoria Barbieri lo llevasen fuera de la ciudad en un predio cedido por el municipio. «En Córdoba, cuando los vecinos vieron que estaban metiendo un horno crematorio en una sala velatoria, cortaron la ruta, la calle y el horno para otro lado. Lo mismo en Jujuy. Es como que van tanteando: donde la gente no se queja, ahí lo dejan», señaló.

Massero Furlán dijo que desconfían de las recomendaciones respecto de que «no pasa nada» con el horno en medio de una ciudad. «No pasa nada o ¿No le dan bola a nada?», se preguntó. Como antecedente, mencionó los dos expedientes de los vecinos del Cementerio Nuevo presentados en 2005 y 2016 pidiendo que saquen el horno del Crematorio Mesopotámico. Hicieron una encuesta en el barrio y se encontraron con que «desde el 2000 se están quejando de los olores nauseabundos, de las cenizas con características grasosas y del ruido del horno, que es como una turbina. Y no consiguieron ser escuchados». «El olor se siente y eso es la contaminación visible. Después está la contaminación que no se ve», dijo.

El otro antecedente negativo es el horno pirolítico de residuos peligrosos de la firma Horizonte Gases ubicado cerca del barrio El Silencio. «En febrero se clausuró por denuncia de los vecinos, pero la clausura no la hizo la Secretaría de Ambiente, la hizo la Policía Federal. Cuando allanan el lugar, encuentran un horno casero que es un tacho, un tambor grande, sin filtros ni tratamiento de los gases pos-combustión que eso se realiza en una segunda cámara», dijo. «La gente denuncia desde hace años, con problemas respiratorios y una calidad de vida inaceptable. Son seres humanos, no cualquier cosa», indicó.

Los antecedentes no son buenos para los vecinos de Zorraquín que no quieren que se repitan esas experiencias en su barrio. «No podemos permitir ni arriesgarnos a algo que sabemos que no puede estar acá», sostuvo Massero Furlán. «No queremos una amenaza en el barrio para nosotros ni para las generaciones futuras. Porque esto no es ahora, es de acá a 20 años. Y si no veamos como vive la gente del (Crematorio) Mesopotámico. No lo podemos ni lo vamos a permitir», sentenció.

  • La municipalidad – tendría que facilitar *un sitio* muy alejado de los barrios y poblados rurales – dónde se deberían instalar *los dos únicos Hornos Crematorios de la ciudad – la zona* para finalizar con la problemática.
    Dado que si la ciudad avanza hacía dónde estarían construidos – los 2 hornos crematorios – dentro de un plazo limitado ya estarían llegando *los vecinos rurales o los barrios a construir* a dicha instalación ….El problema no estaría solucionado ….

  • ¡NO LO VAMOS A PERMITIR!
    Así de simple.

  • En Cordoba y Colombia los hornos clausurados no es por la falta de chequeos de rutina. Es porque se comprobó la CONTAMINACIÓN BRUTAL.

  • Comprendido.
    Clarísimo
    Quienes deben guiar a la población como líderes espirituales ¿han desviado su camino?
    Y quienes son o deberían ser representantes de los habitantes de la ciudad y la provincia, protegiendo su salud…¿dónde están? ¿Son cómplices de la ambición insalubre de una Empresa?
    Por lo que veo, Villa Zorraquín sigue siendo ZONA DE SACRIFICIOS. Beneficio económico para pocos, daño para todos.

  • Cuando se comienzan los procedimientos desde el final (ocurre y ha ocurrido en Concordia), se percibe la complicidad entre la Empresa y el Estado que es quien debe regularlos.
    Sabemos de la deficiencia en los controles por ausencia del Estado, en Concordia
    Los vecinos seguimos en pie. Y seguiremos hasta las últimas consecuencias, hasta lograr la reubicación de este nefasto emprendimiento lejos de la población.