Mientras Eduardo Cristina, el despachante de Aduanas condenado por contrabando, actúa como presidente putativo de la CODESAL y se muestra con el gobernador Rogelio Frigerio en visitas oficiales, los trabajadores enfrentan condiciones laborales deplorables. Al 14 de mayo de 2024, el valor de una Canasta Básica Total tipo 2 según el INDEC es de $828.158,19, pero el salario de un empleado de CODESAL es de apenas $300.000, menos de la mitad del costo de vida básico en Argentina.
Los trabajadores de CODESAL, quienes mantienen funcionando esta “joya”, se ven forzados a cocinar en ollas populares porque además de irregulares y de miseria, los salarios están impagos y los trabajadores no saben cuándo van a cobrar
El 15 de junio, un día después de que una nota periodística publicada por este medio revelara la problemática, los empleados firmaron contratos con fecha retroactiva al 1 de mayo, en una práctica irregular. A pesar de esto, aún no han recibido el pago correspondiente al mes de mayo. Además, algunos trabajadores con años de servicio fueron excluidos de la firma de estos contratos, profundizando la incertidumbre, mientras que otros veinte que ingresaron con al actual gestión -y pertenecen al selecto «Grupo Emperatriz» de los militantes de +xConcordia, el partido vecinal de Eduardo Cristina- ya lo hicieron.
Un Basural Oculto en la “Joya Turística”
Más allá de las condiciones laborales, la gestión de CODESAL también ha generado problemas ambientales. A metros de la península de Punta Viracho, del hotel Ayuí, de la guardería náutica Puerto Luis y del acceso a Playa Sol, un camino de huellas lleva a un microbasural. Según las fuentes consultadas, este basural no fue creado por visitantes inescrupulosos, sino por la administración de CODESAL, que decidió depositar allí chatarra acumulada de distintas playas e instalaciones. Este sitio afecta a los carpinchos, mamíferos protegidos en la zona, y desvirtúa la imagen de un área que hasta hace poco aspiraba a ser una reserva natural.
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HUGO
hay pocos lugares en Argentina con un potencial como el del perilago. Si viniera un japonés, antes de caer de espaldas, les daría ideas para hacer de esto un paraíso turístico en 6 meses,