“Habernos presentado una oferta de un 5 % para el mes de julio cuando en realidad era del 2 % porque se aumentaba el porcentaje de aporte personal a la Caja de Jubilaciones de 16 a 19 % lo que reduce el salario un 3 %. Entonces, el 5 % no era 5 % sin que era 2 %”, expresó el viernes pasado a DIARIOJUNIO Guillermo Zampedri, secretario gremial de Agmer Central, como fundamento del rechazo a la propuesta.
Hace una semana, los funcionarios anunciaron que la oferta era de un 5 %, que se incrementará el salario mínimo docente de 379.000 pesos a 418.000 pesos, lo que representa casi un 10 por ciento y que se iba a abonar un suma fija no remunerativa para activos de 120.000 pesos pagados en tres cuotas de 40.000 pesos cada una (agosto, septiembre y octubre de 2024).
Además, el gremialista sostuvo que el trabajador que recién se inicia cobra $ 379.000. “Está $ 14.000 por debajo de la línea de la indigencia. Eso no resiste más”, indicó. Otra comparación que mencionó para graficar el deterioro del salario docente es que si se reúnen lo que perciben dos maestros con cinco años de antigüedad no llegan a superar la línea de pobreza que está fijada en los $ 873.000. Incluso mencionó que solo el 20 % de los tramos más altos de la docencia están por encima de la línea de la pobreza. El 80 % restante se encuentra por debajo. “Cuando decimos que la situación es dramática, es dramática en serio. No es que estamos agitando por agitar”, remarcó.
Respecto del bono pagadero en tres cuotas, Zampedri indicó que en Agmer tienen una historia de muchos años de no aceptar el pago de bonos en negro porque se distorsiona el escalafón docente.
Daniel
Quizá (y ojalá así sea) la oferta es interesante, conveniente y sustanciosa, acorde al contexto macro y microeconómico de saqueo llevado adelante por el neofascista Milei. No obstante, en caso de aceptar, los paros ya determinados no se pueden ni se deben levantar. Eso conllevará que la esfera docente sea profundamente criticada por parte de la sociedad, por parte de los periodistas y por los políticos de derecha y ultraderecha. Esta jugada del gobierno es bastante perversa, por cierto. Pero bueno… aún así, no deja de ser aliviador el nuevo llamado a discutir paritarias.