Los hechos recientes han puesto en evidencia la necesidad de reforzar las medidas de control y de promover la responsabilidad entre los dueños de este tipo de mascotas para evitar más episodios trágicos. “Cuando suceden estas cosa la comunidad vuelve a reflotar el tema, pero en realidad hay que empezar a protestar desde antes”, sostuvo en DIARIOJUNIO el creador de la ONG Conciencia Animal, Horacio Froy.
“Nosotros hace mucho tiempo que estamos presentando reclamos porque la ordenanza, sobre todo la de perros potencialmente peligrosos, dice que no pueden andar sin bozal y correa en la vía pública ni en espacios públicos. También menciona que el tenedor del animal tiene que contar con un seguro civil por posibles daños a terceros, que debe cumplir ciertas condiciones y registrarse en el municipio, pero nada de eso se está cumpliendo. Además, las penas tampoco están reglamentadas, simplemente dice que la municipalidad multará las infracciones pero no especifica montos ni características, ni menciona agravantes en caso de reincidencia, así que todo está medio en el aire”, agregó.
En el mismo contexto, aclaró que existe también una reglamentación para los paseadores que establece que ningún propietario de un perro catalogado como potencialmente peligroso puede entregar su animal a terceros para que lo paseen. “Todo esto está reglamentado y el órgano de aplicación es la veterinaria municipal e Inspección General, pero claramente no se controla como corresponde porque frecuentemente vemos en San Carlos, en las plazas y en la calle a personas paseando a estos perros con el bozal y la correa en la mano y el animal corriendo libremente”.
Ordenanza Concordia perros peligrosos
https://egob.concordia.gob.ar/servicios/digesto.do?opcion=idNormativa&idNormativa=2429
En cuanto, a como se podría mejorar la aplicación de la ordenanza, Froy resumió: “Primero, hay que mostrar ganas de hacerlo, por ejemplo, con un convenio entre la guardia urbana, policía de la provincia, inspectores de tránsito, etc, que cuando observen un caso de estos que están infringiendo la ordenanza, tomen los recaudos necesarios. Todos tienen que saber que eso es una infracción y sancionarlo. Se necesita una sanción ejemplificadora para empezar a reeducar a la sociedad”
Por último, dijo el proteccionista, “se habla mucho en las redes de que el dueño debería ir preso cuando ocurren estos incidentes, pero no es una cuestión penal; no alcanza la ley penal. Esto es una cuestión civil que tiene que reglamentar el municipio y la provincia. Sin un castigo a las infracciones, es como que todo queda en el aire. Aquí debería haber una pena ejemplificadora, porque la concientización sin castigo no basta”, concluyó.
Darío
Estos tipos de episodios lamentables pueden seguir pasando en TODA la ciudad; se puso de moda como status machista poseer perros de ataques como mascotas sin medidas de seguridad. Si no son consideradas un tipo de arma y con una adecuada normativa ocurriran nuevas desgracias
Juan
Hay razas más peligrosas y agresivas que otras, aunque algunos pretendan negarlo, siendo éstos los responsables únicos culpables y responsables.