Opinión: María de los Ángeles Petit
Los cargos partidarios siempre se han mimetizado con el poder que ejercía el gobernante de turno, la única forma de explicar que durante años las sedes partidarias hayan olvidado la función de adoctrinar y preparar nuevos cuadros políticos que produzcan no solo el trasvasamiento generacional, sino fundamentalmente, el conocimiento que es necesario para defender posiciones ideológicas. Podríamos pensar que en tiempos de triunfos no eran los indicados, pero en la derrota, el vacío en ese sentido, se nota.
Así, los cambios dentro del partido fueron tendientes a acotar la posibilidad de participación buscando siempre fortalecer el poder gobernante. La eliminación de las minorías, la eliminación de la representatividad por departamentos para la integración de la Cámara de Diputados en la Provincia, la tendencia a evitar siempre las internas son errores que se pagaron caros en las últimas décadas.
Y en ese contexto, alguna vez, se trató de hacer entender que quienes cumplen un rol de gobernante, no son los más indicados para dirigir una estructura política.
Es esta lógica, la que indica que Cristina, hoy, es la más indicada para dirigir al PJ Nacional.
Una dirigente política con experiencia, conocimiento y liderazgo, que cuenta con un plus que Quintela y cualquier otro que intente competir no tiene: INDEPENDENCIA.
El peronismo hoy necesita una voz fuerte, decidida, que marque posiciones constantemente, que haga escuchar a una sociedad y una dirigencia adormilada lo que el oficialismo se niega a ver.
No ven, ignoran, humillan, a 25 millones de personas que son pobres (6 millones más que en el segundo semestre de 2023), de las cuales 8,5 millones son indigentes de acuerdo a la EPH.
María de los Ángeles Petit. Abogada, especialista en Violencia de Género
El índice de pobreza fue del 52,9% durante el primer semestre de 2024, un incremento de 12,8 puntos porcentuales con respecto a los datos de igual período de 2023 (40,1%) y la indigencia prácticamente se duplicó en un año: pasó del 9,3% en el primer semestre de 2023 al 18,1% en los primeros 6 meses de este año.
La pobreza y la indigencia invadieron a la clase media, conquista del peronismo, en su mayoría trabajadores, que ahora ven avasallados también sus derechos laborales, aggiornados a la nueva visión de un capitalismo o liberalismo o el nombre que quieran ponerle, de un gobierno materialista e inhumano.
No ven una educación y salud pública gratuita y universal en peligro, un achicamiento del Estado que nada tiene que ver con la eficiencia o eficacia, sino solo con números.
Esos hechos, la historia, la lucha, debe darla alguien que no dependa de un gobierno nacional que ejerce como nunca la presión sobre los gobiernos locales, como alineamiento político.
Muestra de ello es la triste y patética imagen de los Gobernadores de Salta, Gustavo Sáenz; de Catamarca, Raúl Jalil; de Tucumán, Osvaldo Jaldo; y de Misiones, Hugo Passalacqua , al que podemos sumar algunos dirigentes e intendentes sin ningún poder en la provincia que son mostrados como trofeos de caza, de los que se exhiben una sola vez, para la foto, y luego, pasan al archivo de los recuerdos, sin transición.
Cristina dijo, hace unos días, “Estoy convencida de que darle voz y protagonismo a los castigados por este proceso de caos y destrucción liderado por Milei es lo que debemos hacer desde la política partidaria”, calificando al Gobierno Nacional como “una verdadera demolición social planificada y ejecutada sin piedad y con mucha crueldad” aplicada por “teóricos y prácticos de la odiologia”.
NO hay nadie hoy dentro del Peronismo que pueda afrontar este momento, y va más allá del kirchnerismo sí o no, una disputa que debe correrse del eje de discusión del peronismo