En abril de 2015, durante la segunda gestión del ex intendente Gustavo Bordet, se inauguraba el Punto Limpio Ex Aserradero Blasco, en el terreno ubicado por avenida Néstor Kirchner entre Catamarca y Corrientes. “En lo que históricamente fue un predio abandonado con recurrente formación de microbasurales, hoy se erige un nuevo Centro de Actividades Ambientales, gracias al trabajo de recuperación y saneamiento que se ejecutó desde la Municipalidad de Concordia, en el marco del programa de recuperación ambiental que implementa la Secretaría de Medio Ambiente. Ahora, en lo que ocupa una superficie total de casi una manzana, se puede encontrar una estación de transferencia donde los vecinos podrán llevar y volcar responsablemente sus residuos, tales como neumáticos; ramas; escombros; papel; cartón; plásticos; llaves; tapitas vidrios; metales; y aceite vegetal”, se señalaba en ese momento. Ya en el verano pasado, DIARIOJUNIO denunciaba que progresivamente volvía a acumularse basura sin ningún tipo de tratamiento. Hoy directamente volvió a ser un basural a cielo abierto. Los vecinos aseguraron esta mañana que la municipalidad, al limpiar la Costanera tras la inundación, comenzó a dejar los residuos allí. Luego hicieron lo mismo los vecinos y los recolectores informales que circulan en los carros. Hoy la basura (incluyendo residuos patológicos, según denuncian los vecinos) se amontona. Nubes de moscas zumban entre las bolsas mientras los vecinos de la zona sostienen que se pueden encontrar todo tipo de alimañas como ratas y víboras.

Guillermo, vecino del basural, recuerda que el lugar estaba controlado y se cuidaba que no se acumulen desperdicios. “Había unos chicos que estaban a cargo pero después se fue esa gestión. Vino otro grupo, limpió y esto quedó después de la inundación”, dijo. Antes de la crecida ya estaban arrojando residuos, acotó el vecino, y cuando el agua bajó, siguieron descargando.  “La misma municipalidad, cuando estaban limpiando la costanera, no tenían donde tirar. Vinieron a hablar de que iban a tirar por una semana y ya hace un mes que están tirando basura y nadie viene a sacar”, acotó Manuel Benítez, otro vecino. “El sábado mandaron un camión y una máquina pero sacaron un camión nada más y hace cuanto que bajó el agua y otra vez están tirando mugre”, remarcó.

En 2015, cuando se lo inauguró, se habían colocado juegos deportivos de material reciclable, con un piso compuesto por material obtenido de residuos de la chipeadora de ramas y una cancha de fútbol donde se iban a realizar actividades recreativas. Hoy es difícil que alguien se quede demasiado tiempo con las moscas y mosquitos dando vueltas alrededor. Además, el vecino sostuvo que cualquier persona puede encontrarse con alimañas como víboras, ratas, lagartos. “Solo falta encontrar un yacaré: encontrás de todo”, añadió.

Por su parte, José Valenzuela es reciclador y la mayor parte del tiempo se encuentra en el ex aserradero buscando elementos para separar y vender. Según sostuvo, son tres los que están allí en forma casi permanente pero vienen muchos de tanto en tanto a buscar residuos. Valenzuela indicó que primero se empezó a acumular la basura del Barrio Vélez Sarsfield. Y luego comenzó a llegar todo lo que se limpiaba en la Costanera.

La responsabilidad también es de las personas que vienen y arrojan desperdicios. “Vienen en camionetas, autos. Por ahí, algunos tienen consciencia y se van pero otros vienen y tiran”, remarcó Guillermo. Pero Valenzuela tiene otra explicación para los que no frenan. “No quieren parar porque no saben por dónde meterse. El terma de los clavos con las maderas, los vidrios quebrados y todo eso. Tienen temor de pinchar. Algunos vienen caminando”, dijo.

“Esto era un reciclado y ahora lo agarraron como basural”, dijo el reciclador. Cuando funcionaba, se preveía el traslado de basura hasta el lugar, donde los recicladores separaban los materiales secos (cartón, latas, botellas de plásticos o de vidrio, metales), de la materia orgánica como los restos de comida. Eso era arrojado a un container y a las 7 o a las 11:30 de la mañana, los camiones de la municipalidad pasaban y se llevaban esos restos al Campo del Abasto.  En tanto, los recicladores pedían un flete para llevarse los materiales que son de utilidad.

¿Qué pasó? ¿Por qué dejó de hacerse esa tarea? “La explicación es sencilla. Hay cambio de gobierno.  El gobierno anterior dejó todo en mal estado y el gobierno de ahora se tiene que hacer cargo y están tirando todo acá lo más cerca posible”, explicó Valenzuela. Asimismo, dijo que también vio el sábado cuando vino una maquina y un camión a llevarse basura. “Pero eso no se sabe si va a seguir o no porque después no aparecieron”, dijo.

En la presentación de la plataforma de gobierno en el Teatro Odeón, el intendente Francisco Azcué y la viceintendenta  Magdalena Reta dedicaron un párrafo al medio ambiente. “El cuidado del ambiente y el bienestar animal estarán dentro de un plan de políticas públicas que se enfocarán en la implementación de un servicio de recolección de residuos diferenciada, mejor equipamiento e infraestructura, más Puntos Limpios y una fuerte campaña de educación ambiental”, dijeron. Esta mañana DIARIOJUNIO intentó comunicarse con funcionarios de la gestión actual para preguntarles sobre la situación del ex punto limpio. La respuesta de una fuente ligada directamente al tema fue que están tratando de que lo terminen de limpiar.

Otro vecino, Juan Ramírez, denunció que también arrojan residuos patológicos como jeringas, agujas, etc. “Que venga alguien y se haga responsable”, pidió. Al mismo tiempo, advirtió que hay chicos con enfermedades respiratorias. Y alertó sobre los fragmentos de cristal pueden provocar un incendio. “Si un vidrio de ahí enciende las ramas, se incendian cinco casas  que están al lado del basural. Hay nylon, hay caucho. Todo eso hace combustión”, dijo.

“Queremos hablar con alguien de la municipalidad. Vienen, charlan con nosotros. Nos dicen ‘a la tarde te saco todo’ pero hace dos meses que no vienen, que no limpian nada. Ahí está la cancha y eso supuestamente es un espacio verde pero de verde no veo nada, solo basura”, dijo Ramírez.

Valenzuela admite que el espacio verde era una plaza. “Ahora ya no es una plaza, es otra cosa”, dijo.  Detrás de las paredes de material -lo único que quedó en pie del ex aserradero- hay vehículos en desuso, residuos orgánicos, chatarra, madera. “Lo que se está cuidando es la cancha. Se trata de poder cuidarlo porque sino es un desastre. Ahí si todas las tardecitas los chicos vienen a divertirse, a veces viene gente mayo en los pocos bancos que quedan. Vienen se ponen a tomar mate pero ahora medio complicado con las moscas o los mosquitos”, indico el reciclador.

No obstante, Guillermo sostuvo que ahora los chicos del barrio, entre ellos sus sobrinos, ya no pueden jugar al fútbol. “La pelota se va a la mugre y la mitad andan descalzos: hay vidrios rotos, hay alambres”, sostuvo. Ir a buscar una pelota entre bolsas de residuos con vidrios rotos no es aconsejable, ni siquiera usando calzado.

“Antes del sábado, trajeron un camión y vino una yarará. Yo no la había visto y mi compañero me dijo ‘tené cuidado que hay una víbora cerca  tuyo’. Se metió en el basural y obviamente que nadie la va a ir a buscar”, dijo Valenzuela.