Director: Claudio Gastaldi
Concordia
domingo 8 de septiembre de 2024
Nota escrita por: Ricardo Monetta
martes 9 de julio de 2024
martes 9 de julio de 2024

¿Quién manda realmente en EEUU?

Tras el debate entre Donald Trump y Joe Biden, quedó en evidencia el desorden cognitivo del actual presidente, que no solo los amigos de su círculo íntimo y muchos analistas expertos vienen señalando desde hace varios meses. Es extraño que hasta la opinión pública en general ha estado percibiendo este declive neurológico de percepción de la realidad, que aqueja nada menos que al presidente de la nación más poderosa del mundo, aunque no la más democrática, pero cuyas decisiones tienen una repercusión global.

El presidente “es un cautivo”, expresaron dentro de su círculo íntimo, que han notado su declive desde hace dos años aproximadamente. Tan es así que es incapaz de devolver las llamadas que le llegan. Él mismo llamó a un amigo para decirle que “la Casa Blanca es un caos”. Fuentes absolutamente confiables dicen que el principal responsable del creciente aislamiento del presidente en política exterior sería un exasesor de seguridad nacional durante la presidencia de Barack Obama, cuyo nombre es Thomas Donilon. Este señor es nada menos que el presidente de BlackRock, el principal fondo de inversión del mundo, con una “cartera” de más de 20 billones de dólares.

Las alarmas se encendieron en medio de la deriva de sus decisiones cuando mandó a sus asesores que instalaran una política de alto el fuego en Gaza, mientras que a la par suministraba armas y una ayuda financiera a Israel en su conflicto con Gaza. Lo mismo sucedió con una paradoja similar con Ucrania, donde Biden le pidió al Congreso un financiamiento extra de US$ 60.000 millones para Ucrania, sabiendo que es una guerra que no puede ganar, y que solo se extiende por los grandes negocios de los complejos industriales de EE. UU.

Ya se ha hecho “carne” en los círculos más influyentes de la política exterior de EE. UU., que el país no debería tener un presidente que no sepa lo que ha firmado. Volviendo a Thomas Donilon, en su momento buscó ser nombrado por el propio Biden director de la Agencia de Seguridad Nacional (CIA). Su hermano Mike Donilon fue jefe de estrategia de la campaña presidencial de Biden en 2020 y lo es también ahora. Fueron ambos hermanos quienes durante una semana prepararon a Biden para el debate. Tony Donilon presidió el Comité de Seguridad Nacional de EE. UU. a nivel de gabinete. Fue responsable de la coordinación e integración de la política exterior, la inteligencia y los esfuerzos militares de la administración. También supervisó la ciberseguridad de la Casa Blanca y, por si fuera poco, es miembro de la Comisión Trilateral.

En el pasado reciente, fue jefe de gabinete del Departamento de Estado de EE. UU. durante la administración Clinton, y fue coordinador del desarrollo de la expansión de la OTAN. O sea, es un hombre “todoterreno” y funcional a todos los presidentes demócratas. Tras el pobre desempeño de Biden en el debate, sonaron las alarmas y algunos gobernadores empezaron a sugerirle que diera un paso al costado. Pero él mismo se ha vuelto reacio a admitir su propia incapacidad, y ahora el partido demócrata se enfrenta a una crisis de seguridad nacional. La nación está respaldando dos guerras devastadoras con un presidente que no está a la altura de las circunstancias excepcionales que lo requieren. Se rumorea que se está tratando de convencerlo presentando un discurso de renuncia. Pero ahora tiene que enfrentarse a un segundo debate, luego de que en agosto se presenten las listas de candidatos y los demócratas no tienen seguro quién será el máximo responsable de su conducción.

Ahora se tendrá que resolver en la Convención Demócrata en Chicago en agosto, para buscar nuevos candidatos. A nivel institucional, en un país que supuestamente vive pegado al cumplimiento de las leyes que el mismo poder dicta, entre las que se encuentra la Enmienda 25 que autoriza al vicepresidente y a la mayoría del gabinete a declarar que el presidente es incompetente. ¿Se oscureció la Casa Blanca? ¿Donald Trump tiene la mesa servida?