Recursos insuficientes, controles injustificados y aumento de la demanda: la realidad de los comedores comunitarios

No hay dinero para comprar una garrafa de 10 kg. «En lugar de eso priorizan comprar verduras o carne. Prefieren hacer fuego y priorizar otras cosas para priorizar la comida», indicó.

El MTE tiene a su cargo cinco comedores en la ciudad. En Concordia se estima que había cerca de 140 merenderos. Ramat sostuvo que la gestión del intendente Francisco Azcué ha cerrado varios comedores. “Se jactan de que ahora hay menos merenderos. Creo que más que nada es una pantalla para decir que ‘estamos haciendo las cosas bien’ cerrando merenderos haciéndoles creer a la comunidad que no hay necesidad cuando la realidad es que lo cierran de manera injustificada y cada vez hay más hambre en la ciudad”, indicó.

Ramat sostuvo que lo hicieron al “azar” y de “manera injustificada”. Sostuvo que los controles que hicieron dejan mucho que desear. “Llegaron a los comedores en horarios donde las compañeras ya habían cocinado y dijeron que no era la hora en que tenían que cocinar”, remarcó. La mujer explicó que las cocineras “hacen un sacrificio para poder cocinar” y a ello el municipio les quiere imponer horarios.

A su vez, también sostuvo que recibieron críticas por el menú. Por ejemplo, en un merendero desde el municipio cuestionaron que se les sirviese un arroz con leche en un merendero al señalar que no era un “alimento adecuado”. “Las compañeras lo hicieron con lo que tenía. No les alcanzaba para otra cosa y para muchas familias es lo único que consumen en el día”, indicó.

Por otra parte, explicó que el municipio les entrega 15 paquetes de fideos y les exige que dure una semana cuando la realidad es que se utiliza todo en un día para dar de comer a 200 personas.  Un paquete de 500 gramos alcanza a rendir cinco raciones o seis como máximo. Por ende, 15 paquetes solo alcanzan para alimentar entre 75 u 90 personas. “Y con esta crisis aparece más gente. Y no alcanza claramente”, remarcó.

Asimismo, indicó que en realidad los merenderos no cierran sino que siguen funcionando pero mediante el mecanismo de autogestión. “Las compañeras venden rosquitas o empanadas para poder comprar los insumos para cocinar”, dijo.

Los comedores funcionan tres veces a la semana ya que no hay presupuesto para que abran todos los días. Y se mantienen con donaciones de vecinos y de «personas solidarias que conocen de la situación social». «Saben que las compañeras les ponen el pecho a la situación. Y porque saben que hay mucha gente pasando hambre», añadió. Además añadió que no les traen carne y la verdura la aporta la rama rural del MTE que tienen huertas en las zonas aledañas cada 15 días. «No alcanza para todo el mes pero es lo único que están recibiendo y lo tienen seguro todos los meses», indicó.

Por otra parte, mencionó que hay mucha gente que viene de otros comedores que han sido cerrados. «La realidad es que hay mucha gente sin laburo, muchas criaturas. La gente tiene hambre», expresó la representante del MTE.

Ramat explicó que no están en contra de los controles del municipio. Pero, al mismo tiempo, dijo que había «mucha ignorancia» de parte de los funcionarios municipales. «Imaginate que quieren que 15 paquetes de fideos duren toda la semana que es lo que se usa en un día», remarcó.

Por último, sostuvo que no tenia muchas perspectivas de que la situación comience a mejorar. «Lamentablemente cada día hay mas gente con hambre. Vemos un Estado ausente que ni siquiera intenta mejorar esta crisis por la que estamos pasando todos. Cero empatía».