La Ley ómnibus que mandó Milei al congreso incluye un drástico ajuste al sector cultural y hasta prevé la eliminación del Instituto Nacional de Teatro y el Fondo Nacional de las Artes, además de quitas en fondos a la música, el cine y hasta a las bibliotecas populares. ¿Qué pensás?
Que era de esperarse. Ya durante su campaña Milei se despachó con declaraciones más que agresivas hacia los sectores culturales, recuerdo incluso alguna puntual contra el Instituto de Cine (INCAA). Me resultaba realmente triste y hasta chocante escuchar a algunos trabajadores de la cultura decir que votarían por Milei. Toda una anomalía.
Milei se define como “Anarco Capitalista”, pero quienes están detrás de él, redactando el DNU o esta Ley Ómnibus, son los mismos que desarrollaron y posibilitaron las políticas neoliberales en este país, desde 1976 en adelante. Ahí anda Cavallo, que con Milei se dispensan una mutua admiración (lo expresaron ambos) o Sturzenegger que estuvo con De la Rúa, o Caputo que endeudó al país junto con Macri, trayendo de nuevo al FMI.
Ellos están con Milei, diseñando todo lo que estamos viendo. Es neoliberalismo puro, duro y acelerado. Un shock neoliberal, y ya sabemos cómo actúan estos personajes ante aquello que tenga el más mínimo olor a cultura, a educación o a pensamiento crítico. Como decía Camus, una sociedad sin cultura no es más que una jungla. Y eso de ser una jungla a estos tipos les encanta, porque ahí el fuerte se come al débil.
Ellos aducen que el cine, la música, el teatro y la cultura en general significan un gasto para los argentinos
Eso es una mentira. Un spitch que se repite y crea un preconcepto. El cine, por caso, no gasta fondos del estado, ni un solo peso del presupuesto nacional se asigna al Instituto de Cine (INCAA). El INCAA es un ente autárquico y sus fondos no le quitan un centavo a un jubilado o a un hospital.
El presupuesto del INCAA proviene de impuestos a los medios audiovisuales, a los canales de TV, a los cableoperadores, a los monopolios mediáticos, etc. de ese impuesto sobre lo que ellos facturan, se nutre el ENACOM (el Ente Nacional de Comunicaciones) y a su vez, desde allí, entre otras cosas, se financia al Instituto de Cine, monto que representa el 75% de su presupuesto. El 25 % restante proviene de las entradas de cine, cuando vos vas al cine, un porcentaje de tu entrada, va a parar al INCAA.
Con esos fondos se financian películas y además se mantienen a las escuelas del INCAA, en el país, las ENERC. Hablamos de cultura, pero también hablamos de economía y de mercado interno, porque hacer una película o una serie o un documental, genera fuentes de laburo y a su vez, moviliza la cuestión hotelera, la compra de alimentos, el trasporte, etc., hay mucha gente que vive de producciones audiovisuales.
¿Qué pasará con esos ciudadanos si se desfinancia y se paraliza el INCAA? Lo mismo si pensamos en el teatro, por el ejemplo. El Instituto Nacional de Teatro se financia, en buena medida, de impuestos a los juegos de azar, a las loterías, con eso se mantienen salas de teatro y funciones en muchísimos rincones de la Patria. El Fondo Nacional de las Artes, por caso, recibe buena parte de su presupuesto a partir de los Derechos de Autor. Todo esto la gente no lo sabe, no se le dice, ni se le informa. Le repiten ese spitcth aberrante que realmente me tiene podrido: “esto se paga con tu plata y con la mía” y desde allí construyen no solo una mentira, sino que además generan odio, intoxican. Con discursos como ese, un tipo como Milei sí puede llegar a la Casa Rosada, porque su electorado fue envenenado durante años desde las usinas mediáticas. El nivel de alienación es alarmante, no se trata solamente de desinformación, generan odio. Y claramente este mecanismo no aplica solo a lo cultural, es a todo nivel.
¿El Instituto de Cine funciona bien?
Creo que hay cosas se pueden mejorar. Se podrían generar políticas más federales, para que las producciones no fueran priorizando siempre a la Capital Federal (CABA). Me parece también que sería importante, a su vez, que la distribución de fondos entre las propias provincias fuera más equitativa. Hay algunas provincias que son priorizadas por sobre otras… Sería clave que las plataformas internacionales que lucran en el país aportaran, por medio de algún impuesto, a un fondo de producción cinematográfica local. Ese es mi punto de vista. Desde luego habrá colegas que tengan otros.
Me pasó ahora de producir mi última película documental en el Lago Escondido, completamente por fuera del INCAA y haberla financiado con un grupo de amigos, con un enorme esfuerzo, realmente. Es algo que también ocurre con otros compañeros y compañeras productores y realizadores que, cansados de algunas de estas cuestiones que te comenté, buscan alternativas para producir por fuera del “circuito INCAA”.
Pero dicho esto, y más allá de críticas puntuales que uno pudiera hacer, se trata de mejorar, de hacerlo más justo y equitativo, pero bajo ningún concepto de destruirlo, de desfinanciarlo y paralizar una industria que dejará a la gente sin laburo. ¿Qué se supone que hará un camarógrafo o una Directora de Arte o un actor, que ya no tendrá el salario para alimentar a su familia?,. ¿Qué piensa hacer este gobierno con esa gente?.
Además, está el daño cultural de dejar a un país sin soporte a su cine, a su teatro, sin sus bibliotecas y su música, sin su cultura… No solo desfinancian a quien produce y realiza el hecho cultural, sino también, a quienes tienen el derecho al acceso, al goce y al disfrute. Es el espectador quien completa una obra… Eso tiene que ver con nuestro bienestar espiritual, con nuestras identidades, con nuestro conocimiento, con nuestra historia y con nuestra autoestima como pueblo. La cultura es un derecho humano, lo señala la UNESCO. Claro, todo esto a Milei y sus amigos neoliberales les importa muy poco, porque se han hecho del estado como una maquinaria para negocios, el resto, como él decía en su campaña, “Afuera!”.
La maquinaria de este capitalismo salvaje, de este neoliberalismo brutal, solamente cierra con los ciudadanos afuera, si hay hambre no importa, si no hay salud garantizada, si hay falencias, necesidades sin cubrir, no les importa. A eso sumemos lo que decía José Ingenieros, que en un pueblo ignorante, está el seguro triunfo de sus explotadores.
¿Qué habría que hacer ante este avasallamiento sobre derechos conquistados?
Hay que estar en las calles, juntarse, protestar. Yo creo -y espero no estar errado- en ese ADN, en esa experiencia histórica que tenemos como argentinos al momento de conquistar y defender nuestros derechos. Creo en esa resistencia que nos llega por las venas, desde 1806 con las invasiones inglesas hasta lo más contemporáneo: los primeros anarquistas y socialistas de principios del siglo XX, desde el radicalismo rebelde en sus orígenes y la experiencia del peronismo y su resistencia. Desde el 2001 y los años de Néstor y Cristina. Habrá que abrevar allí. Éste ha sido un pueblo que luchó en las calles, en sus plazas. Allí está la única forma de resistencia, siempre de manera pacífica y sin caer en provocaciones. En lo que tiene que ver con lo cultural, pero también con todos los demás derechos.
(*) Foto 1.Autor: Ernesto Samandjian
(**) Foto 2. Autor: Pablo Munne
Micelia
Bueno mas me gustaria la jungla que el producto que la cultura humana deja sobre el planeta. Y ya questamos la cultura y el arte humanos no dependen del estado
Julio
La ignoracia trae caos. Y la educación , no solo es saber leer y escribir, o ser profesional o tener un auto. Es mucho mas y amor a su patria y no odio y manejado.por medios y redes. Eso es ser bruto e ignorante.
La cultura,no es la casta
Peteco, Camilo, y todos los artistas populares, imprescindibles en esta hora en que eta amenazada la Patria