La discusión en el Congreso ha generado una serie de proyectos que buscan intervenir en las negociaciones colectivas, una herramienta clave en la relación entre empleadores y trabajadores. El Centro de Comercio Industria y Servicios de Concordia reconoce la relevancia de este debate, pero enfatiza que no se debe apresurar su tratamiento debido a las presiones coyunturales de la política electoral: «Una modificación de la estructura laboral como lo es la reducción de la jornada requiere de un debate responsable, con la participación de todas las partes involucradas, donde es necesario generar consensos y no apresurar su tratamiento por las presiones coyunturales de la política electoral».
Uno de los puntos destacados en el comunicado es la brecha de productividad y tecnológica que, según entienden, separa a Argentina de los países desarrollados: «La brecha de productividad y tecnológica que nos separa con los países desarrollados viene siendo cada vez mayor, especialmente tras la pandemia, donde otros países implementaron políticas y recursos muy agresivos para avanzar en el nuevo contexto global. Por lo tanto, Argentina debería, en principio: estabilizar sus condiciones macroeconómicas, reducir el empleo informal, generar empleo formal (el cual prácticamente no crece desde 2012 y se mantiene en los mismos números de hace más de 40 años) y promover incentivos al empleo, entre otras medidas, antes de discutir una reforma de este tipo».
El comunicado también advierte contra la «simplificación errónea» de reducir el debate sobre la jornada laboral a trabajar «más» o «menos», ya que no se tiene en cuenta la diversidad de situaciones en el mundo laboral argentino, que abarca desde pequeñas y medianas empresas hasta labores en servicios, comercio e industria, y que involucra procesos biológicos, manuales y tecnificados, así como empleados públicos y privados.
«No tiene en cuenta la realidad de las pymes y micropymes, la diferencia entre labores en servicios, comercio y actividades productivas e industriales, entre procesos biológicos, manuales y tecnificados, empleados públicos y privados, etc. Todo ello hace que, un debate RESPONSABLE lleve mucho más tiempo que un par de semanas antes del 22 de octubre».
El Centro de Comercio Industria y Servicios vuelve a señalar una vez más que «Argentina lidera la presión fiscal sobre el sector formal», por lo que cambios en la jornada laboral de acuerdo al análisis que hacen podrían resultar en mayores impuestos para los empleadores formales: «cambios de este tipo podrían redundar en más impuestos sobre el sector empleador formal, empujando a más gente a la informalidad o a la precariedad laboral. Cabe recordar que el principal creador de empleo registrado en los últimos 20 años ha sido el sector público quien, a su vez, es el mayor empleador bajo modalidades irregulares como la contratación de monotributistas».
El comunicado concluye destacando que, si bien algunos países han reducido gradualmente el número de horas trabajadas en los últimos años, estas decisiones se tomaron en contextos socioeconómicos muy diferentes a los de Argentina. «Las cuales tenemos que apuntar a conseguir para el beneficio de la población toda, sin demagogia ni oportunismo electoral».
