El sábado a la mañana, un camión que provenía de la municipalidad de Los Charrúas dejó la carga en una playa de descarga donde fue tomada por una maquinaria que la depositó en una máquina que funciona como un secarropa: gira a alta velocidad. Eso produjo la rotura de las bolsas. “Esa una primera separación, muy mínima, de lo que es el material orgánico que hay”, dijo. El material reciclable que queda pasa para la cinta.
Pero cuando esa bolsa entró en esa especie de secarropas, que está ubicada en altura dentro del galpón, el polvo comenzó a desparramarse vía aérea en toda la planta. Por la forma y por el olor, sospechan que era un insecticida y hay quienes arriesgaron a señalar que habría sido gamezane. Pero Fernández prefirió no hacer no hacer ninguna afirmación hasta que no sepan los resultados de la pericia. Cuando se sepa ese dato, dedujo que se va determinar de dónde vino. “Si fue un agrotóxico, eso no lo genera todo el mundo”, remarcó.
De inmediato, al desparramarse el polvo por el galpón “la gente se empezó a descomponer”, manifestó Ludmila. Ocho trabajadores sufrieron irritación, mareos y vómitos. Estuvieron cerca de seis horas en observación en el hospital Masvernat. Como se desconoce que producto fue el que generó esa reacción adversa, tuvieron que permanecer en el nosocomio por precaución para saber si no tenían algún otro síntoma posterior. Los Bomberos debieron intervenir y la Policía de Entre Ríos efectuó el secuestro del material para determinar qué era.
Fernández sostuvo que existen protocolos de descarte de basura domiciliaria e industrial de los materiales peligrosos. Sobre todo, en casos de descartar materiales que revista peligrosidad. “Tienen que cumplir con los protocolos de descarte de esos materiales y después debe presentar las certificaciones. Esos materiales sólo los pueden recibir lugares que están certificados para tratarlos”, indicó. La joven sostuvo que es evidente que ese protocolo “no funciona del todo bien”.
“Nadie va a hacer una preclasificación de la basura, de lo que entra. Lo que tiene que haber es una política de separación en origen, de recolección diferenciada y de control de las empresas”, indicó Fernández.
La joven sostuvo que están demandando al municipio que comience a trabajar en una política de separación de residuos en origen. Por un lado, los elementos secos susceptibles de ser reciclados y, por el otro, el material orgánico. No solo para mejorar las condiciones laborales en el Campo del Abasto sino para beneficiar el procesamiento de residuos toda la ciudad. “Si hubiese existido esa política, por más que sea una persona irresponsable, no va a tirar la bolsa de venenos con las botellas de plástico: la va a tirar con la yerba. Eso no hubiera llegado a la planta, hubiera ido directamente al descarte”, remarcó. “Pero hoy, al no existir esa política, viene todo mezclado y todos los camiones vuelcan en la planta”, sostuvo.
Cansado de tonterias...
A bueno Mabel, realmente es el comentario digno de un ignorante. Residuos de este tipo no se tiran en cestitos o bolsitas de colores distintas. Para estos residuos químicos ya existe todo un sistema hace años y esta bien aceitado… El problema es que el que los tira en cualquier lugar es por que no sigue la reglamentación en vigencia, por que? POR TRUCHOS, POR EVASORES DE PAGAR EL SERVICIO DE RESIDUOS PELIGROSOS. quedó claro? POR TRUCHOS.
mabel
Eso solo es consecuencia de que en la ciudad no hay donde arrojar los residuos (se evitaría ser una ciudad tan sucia), y por lo tanto los habitantes no podemos reciclar pues luego todo va a parar a un mismo lugar, parece que las autoridades no andan en las calles viendo la falta de contenedores y la mugre de la ciudad.