La justicia norteamericana encontró a Google culpable de prácticas monopólicas en el mercado de los buscadores. El fallo reabre el debate sobre el poder tecnológico, económico y de lobby que tienen las grandes corporaciones y de la dificultad para que ingresen competidores a sus nichos de mercado
Según dictaminó la Justicia, la llave para que el buscador sea el más elegido no pasa solo por la calidad del servicio que brinda, sino también porque Google viene instalado como buscador predeterminado en el navegador (Chrome) que es, a su vez, el predeterminado en el sistema operativo Android, el cual administra y ofrece la empresa a los fabricantes de celulares.
Para tener el mismo privilegio en el sistema operativo IOs de Apple y otros que no desarrolla pagó cifras millonarias que cierran el camino a los competidores. Según algunos cálculos Google concentra el 91% de las búsquedas globales pese a que en China solo acumula el 1,83%.
Las acciones de la empresa cayeron un 4,6% tras conocerse el fallo. Sin embargo, falta tiempo para ver qué cambiará realmente. Deberá realizarse una nueva audiencia para determinar el monto de la multa a pagar y las medidas para favorecer la competencia que se le exigirán. Seguramente habrá apelaciones y demoras como en otros casos.
De cualquier manera en los últimos años demorar las multas no le está resultando tan fácil a las corporaciones que han comenzado a pagar por la presión de la justicia, pero también por el costo en imagen de tantos titulares críticos con multas millonarias. Pese a los números, muchos cuestionan que realmente las multas sean significativas respecto de las ganancias que esas mismas prácticas generan.
Página 12