Director: Claudio Gastaldi
Concordia
lunes 16 de septiembre de 2024
Nota escrita por: Sergio Brodsky
domingo 30 de julio de 2023
domingo 30 de julio de 2023

Sinead O’Connor: Talento, Coraje y Sufrimiento

Este 26 de julio, fecha significativa para la despedida de mujeres extraordinarias, falleció Sinead O'Connor, una compositora e intérprete irlandesa de un enorme talento y coraje. Los dados cayeron mal en su vida desde pequeña. Vivió en el seno de una familia sumamente conflictiva y violenta. A los ocho años se separaron sus padres y fue terriblemente maltratada y sexualmente abusada por su propia madre. Decidió raparse para evitar la atracción sexual y los abusos. Estos profundos traumatismos y heridas que padeció, desde muy pequeña, marcaron a fuego su existencia.

La Psiquiatría intentó nombrar tanto dolor con estigmas acostumbrados: bipolar, borderline, etc., pero poco pudo comprender sus angustias y profundas e irreparables tristezas. Gracias a su enorme valentía y talento, intentó transformar, como dice Pichón Riviere, lo siniestro en maravilloso, a través del arte, de la música, hasta que en 1990, llegó a la interpretación única, personal y formidable de «Nothing Compares 2 U» de Prince, que la depositó en el Olimpo musical. Sin embargo, no era la fama, evidentemente, su motivación principal. De hecho, criticó la industria y sus galardones, negándose a recibir los Grammy debido a su carácter de premiación comercial, olvidando la calidad interpretativa: «Los medios me presentaban como una loca porque no actuaba como se suponía que debía actuar una estrella del pop. Me parece que ser una estrella del pop es casi como estar en una especie de prisión, tenés que ser una buena chica y esa no soy yo», decía.

Pero además de su talento y su denuncia a un sistema y un mundo degradado, adoptó, cada vez más, un compromiso intrépido y resuelto con las causas justas y nobles. Apoyó decididamente a las víctimas de la Dictadura de Pinochet, en el mismísimo Estadio Nacional, donde Víctor Jara fue torturado y asesinado. Se negó a cantar el himno norteamericano, como ritual de obsecuencia al Imperio, antes de su show en el país del Norte, y se pronunció sin ambages contra la guerra del Golfo. Tal vez su osadía resultó insoportable para un mundo demasiado pacato, hipócrita y reaccionario, incapaz de alojar semejante coraje, cuando decidió denunciar, no sin arte y dramatismo, los casos de pedofilia que ya comenzaban a revelarse sin posibilidades de ocultamiento en el seno de la Iglesia católica. 

Sinead los condenó en un episodio que terminó con una verdadera lapidación por parte de aquellos que juzgaron más graves las formas que el contenido de su acusación. En un famoso programa en vivo, rompió en pedazos la foto del Papa Juan Pablo II como forma de reclamar por estas graves vejaciones, que la afectaban tan de cerca. 

La falsedad, la doblez y santurronería del público, sobre todo el norteamericano, la reprobó con maldición, castigo y censura. Todo esto se concretó horrorosamente en un abucheo masivo, muy parecido a un linchamiento simbólico, que la hizo sufrir en el Madison Square Garden, en un homenaje a Bob Dylan. Visiblemente afectada, no pudo cantar y tuvo que retirarse, humillada y mancillada por la chatura y mojigatería. 

Estas circunstancias, sumadas a su vulnerabilidad emocional, fueron acelerando su debacle personal y familiar, lo que finalmente terminó de descomponer definitivamente con el suicidio de su hijo en enero del año pasado.

Este 26 de julio de 2023, se comunicó al mundo la muerte de Sinead O’Connor, una música llena de talento y una mujer con una enorme valentía, que enfrentó con decisión política y firmeza ideológica las escorias de las guerras y las injusticias del Poder mundial. Recordaremos su valiosa vida y su asombrosa voz y música, aquella que resonará para siempre en nuestros oídos, en nuestra mente y nuestros corazones.