En una entrevista distendida con el periodista Esteban Trebucq en LN+, el presidente Javier Milei volvió a referirse a su reciente viaje a Estados Unidos, intentando despejar las polémicas surgidas tras la intervención de Donald Trump durante un acto en Washington. Sin embargo, sus declaraciones no solo reavivaron la controversia, sino que volvieron a evidenciar la desconexión entre el relato presidencial y la percepción mayoritaria de la sociedad argentina.
En la historia del mundo, muchas veces hay personajes importantes que se parecen, o a los que se intenta emular, o que la misma historia hace comparables por sus rasgos distintivos. El 24 de enero del año 41 d. C., Cayo Julio César Germánico, apodado Calígula, fue muerto apenas cuatro años después de comenzar su era imperial. Los historiadores lo muestran como un sexópata, histriónico, que participaba de orgías y que torturaba a sus cortesanos por diversión; en el colmo de su paroxismo ególatra nombró senador a su caballo, que se llamaba Incitatus. Al final, su propia guardia pretoriana lo asesinó por temor a ser ellos sus próximas víctimas.
Javier Milei viajó a Nueva York con un objetivo tan explícito como desesperado: conseguir dólares. Con las reservas del Banco Central al límite —apenas alcanzan para resistir unas semanas de presión cambiaria— y tras una corrida que obligó a vender más de 1.100 millones en tres días, el presidente argentino buscó oxígeno político y financiero en Donald Trump. La reunión fue breve, apenas veinte minutos en la sede de la ONU, pero el expresidente estadounidense se encargó de darle un respaldo que Milei convirtió en bandera.
La escalada de presión de Estados Unidos sobre Venezuela responde a décadas de intervenciones, sanciones y planes de golpes de Estado, impulsados por la ambición de controlar los recursos naturales y frenar la influencia de gobiernos y bloques latinoamericanos que buscan autonomía frente al poder norteamericano. Desde Hugo Chávez hasta Nicolás Maduro, Caracas se convirtió en un símbolo de resistencia al intento de imponer la hegemonía estadounidense en la región.
Todo gobierno, aun en su exhibición de poder máximo, tiene un tiempo marcado en su finitud por la dinámica de la Historia. Pero también los más presuntamente poderosos, de acuerdo a cierto grado de legitimidad, no están eximidos de cometer grandes errores de concepción política a la hora de enfrentar situaciones de manejo político, para lo cual hacen uso y abuso de un dogmatismo político que termina por volverse como una promesa autoinfligida en la que, al no reconocer sus errores, sucumben inexorablemente a esa trituradora que es simplemente el paso del tiempo.
En su desesperación por conseguir un logro positivo para su gestión, el mitómano de Donald Trump ha puesto la mira, para sus apetencias imperiales, sobre Venezuela, tildándola de dictadura y a Maduro de narcotraficante y líder del cartel de Los Soles como fundamento para encarar una invasión, una de las tantas que el imperio yanqui ha abusado en la historia americana y del mundo.
Que la vida da sorpresas, no cabe duda alguna. Y en estos momentos de tanto despliegue de políticas supremacistas, racistas, discriminatorias, ha calado hondo —tanto en el Partido Demócrata como en el Republicano— el triunfo de Zohran Mamdani, un joven musulmán de solo 33 años que accedió a la candidatura por el Partido Demócrata a la alcaldía de Nueva York. Y lo más grave, para algunos, es que se posiciona como favorito para ganarla. Tan luego en Nueva York, la ciudad de Wall Street, donde está la mayor concentración de ciudadanos de religión judía y cultura judía, y cuya mayoría se presume sionista y, por lo tanto, complaciente con lo que ocurre en Gaza, hecho que el candidato Zohran Mamdani condena abiertamente.
El presidente Donald Trump afirmó este sábado que Estados Unidos había completado "con éxito" un ataque contra tres instalaciones nucleares iraníes, los primeros bombardeos estadounidenses que se producen en el marco del conflicto actual entre Israel e Irán. "Hemos completado con gran éxito nuestro ataque contra las tres instalaciones nucleares de Irán, incluyendo Fordow, Natanz e Isfahán", dijo el presidente en la red Truth Social.
En una columna cargada de denuncia geopolítica y crítica al doble estándar de las potencias occidentales, Monetta plantea que el conflicto entre Israel e Irán no es más que un nuevo capítulo de una guerra global silenciosa impulsada por intereses económicos, estratégicos y coloniales. Desde la expansión del sionismo hasta las operaciones encubiertas de espionaje, el analista sostiene que esta escalada bélica responde a un guion preestablecido por el poder imperial y mediático internacional.
En un escenario global marcado por el colapso energético, el agotamiento de recursos estratégicos y el avance de las potencias sobre zonas de influencia, esta columna reflexiona sobre el trasfondo ideológico, económico y militar del conflicto Rusia–Ucrania. Desde la reactivación del complejo industrial militar hasta el vasallaje europeo frente a EE. UU., un análisis sobre el rumbo geopolítico de Occidente y la lógica suicida de la guerra como respuesta al declive.
2 comentarios
Mabel
Jamás me imaginé que los argentinos íbamos a tener un presidente , loco, sinvergüenza , inculto y vende patria . Me dan vergüenza ajena escucharlo.
Lucho
Milei es un ridículo , creerse un estadista es corroborar que es un loco de atar total. Es solo un pide fiado y que a la deuda la vamos a pagar nosotros